Urge reformarlo a partir de “un gran acuerdo” entre PP y PSOE



18 oct. 2013 13:57H
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Javier Barbado. Badajoz
El control y la evaluación de lo que se hace en buena parte del Sistema Nacional de Salud (SNS) brillan por su ausencia. O al menos así lo ven los agentes que financian o gestionan hospitales públicos desde la colaboración de empresas privadas, quienes, precisamente por ello, conocen las ventajas de la mentalidad empresarial aplicada al campo de la salud, tal como ha quedado reflejado en el XXXI Seminario de Ingeniería Hospitalaria-Congreso Nacional que ha organizado la Asociación Española de esta disciplina con el apoyo institucional del Servicio Extremeño de Salud.

De izq, a dcha.: Manuel Lamela, Roberto Puga, del equipo directivo de Financiación de Proyectos de Infraestructuras del BBVA; Alberto de Rosa y Elena de Mingo.

En un debate moderado por el periodista Carlos Dávila, el exconsejero de Sanidad de la Comunidad de Madrid y actual presidente de la Fundación Lafer, Manuel Lamela, ha apelado a una profunda reforma del SNS a partir de “un gran acuerdo entre los dos grandes partidos” del arco parlamentario, es decir, Partido Popular y PSOE, al tiempo que se ha mostrado pesimista respecto a que se lleve a cabo.

En la primera imagen, Luis Mosquera, presidente de la AEIH, y el presidente del Comité Organizador del Congreso, Alberto Arestizábal. En la instantánea siguiente, imagen del auditorio del seminario; segundo por la dcha., Javier Guijarro, secretario general de la AEIH.

Por su parte, el director general de Ribera Salud, Alberto de Rosa, se ha preguntado en voz alta por qué en España no se acata la precariedad económica y estructural de la sanidad, anclada en modelos “funcionariales” de hace cincuenta años, y se diseña una respuesta estratégica del mismo modo que se ha hecho en otras naciones como Alemania, Suecia, Reino Unido u Holanda.

También ha intervenido en el foro la directora de Unidad de Políticas y Servicios Sanitarios de Antares Consulting, Elena de Mingo, quien ha defendido asimismo los modelos de gestión público-privada y ha señalado que, frente a la “mala prensa” –en expresión acuñada por Dávila– de estas fórmulas organizativas, “es con ellas como podemos demostrar la capacidad de gestionar con eficiencia los recursos públicos”.

Un debate antiguo y “sin salida”

El propio moderador ha tildado el debate sobre el trabajo conjunto entre empresas privadas y administraciones públicas sanitarias como antiguo en el tiempo y desprovisto de aparente solución, aspecto que también ha subrayado Lamela, para quien el problema no debería residir en cómo se gestiona la asistencia, sino en que se haga de manera eficiente ante la escasez de recursos disponibles: “Ningún partido político está en contra de una sanidad pública y universal, pero no es gratuita, como se dice, porque cuesta mucho dinero que procede de los impuestos”, ha matizado.

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