Rafael García Montesdeoca presidente de las 30 Jornadas Nacionales de Enfermeras Gestoras

"Las enfermeras gestoras somos claves para los cambios que necesita el SNS"
Rafael García Montesdeoca.


19 mar. 2019 17:00H
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La Asociación Nacional de Directivos de Enfermería (ANDE) organiza, durante los días 27, 28 y 29 de marzo de 2019 la edición número 30 de las Jornadas Nacionales de Enfermeras Gestoras. Una cita de gran importancia para la profesión en la que se pone el foco en la labor de supervisión de la Enfermería desde perspectivas prácticas y teóricas. Este año, su maestro de ceremonias será Rafael García Montesdeoca, supervisor en el Servicio Canario de Salud y profesor adjunto que cree en el valor de la profesión por su faceta cercana y que pide a las autoridades "huir de la politización" a la hora de gestionar el Sistema Nacional de Salud (SNS).

¿Cuál es el objetivo de las 30 Jornadas Nacionales de Enfermeras Gestoras?

El objetivo general de las 30 Jornadas es transversal al de las ediciones precedentes: como la actividad científica anual más importante de la Asociación Nacional de Directivos de Enfermería, se pretende propiciar un lugar y un tiempo de intercambio de experiencias y conocimiento entre enfermeras dedicadas o interesadas en la gestión sanitaria. Deseamos que las jornadas sean útiles, que aporten valor a nuestro trabajo y que contribuyan a mejorar nuestro sistema sanitario para todos, para usuarios actuales y futuros así como para los profesionales. También, que permita visibilizar que las enfermeras gestoras somos pilares para los cambios que necesitan los sistemas sanitario y social para hacer frente a nuevas realidades, como la cronicidad o el envejecimiento poblacional.

¿Cuántas personas van a participar en ellas?

El histórico de asistentes suele superar los 600. Vista la tendencia de inscripciones y comunicaciones recibidas, confiamos en alcanzar esas cifras. El carácter estatal de la asociación y su representatividad en todas las comunidades propicia que la asistencia provenga también de todas las regiones. El programa es un fiel reflejo de esa multiplicidad, de una forma u otra participan enfermeras gestoras de todos los ámbitos. En esta ocasión contamos además con la presencia de directivos de Portugal que compartirán su experiencia con nosotros aportando a este encuentro cierto carácter internacional.

Asimismo, hemos procurado que no solo esté representada la experiencia de la atención especializada hospitalaria. Por ello, contamos con ponentes de Atención Primaria, de servicios de urgencia extrahospitalaria, de áreas no directamente asistenciales como la docencia y la planificación sanitaria, del mundo de la ética y del derecho e incluimos a profesionales del espacio socio-sanitario.

¿Cuántas comunicaciones se han presentado? ¿Qué temas se abordan principalmente?

El comité científico ha evaluado 260 trabajos repartidos entre comunicaciones en formato oral, poster y una modalidad que hemos introducido como novedad este año: la video-comunicación. Pensamos que este formato podía incentivar la participación y supondría la incorporación del uso de los nuevos medios de comunicación. Una suerte de innovación sobre las formas tradicionales de comunicar en los congresos.


"Debemos tratar la gestión desde la perspectiva de los valores"


En cuanto a la temática abordada, debemos considerar que gestionar es también sinónimo de decidir. Tomamos decisiones a todos los niveles y en la totalidad de los ámbitos de la vida cotidiana y profesional, por esto la gestión entrevera absolutamente todo. Desde esta perspectiva, los contenidos recogidos en la comunicaciones son diversos, aunque las hemos dirigido y ordenado de forma coherente con las áreas temáticas del congreso: Orilla, Litoral, Isla y Océano. Estos términos están claramente relacionados con el paisaje predominante en la sede pero, además, metafóricamente se refieren respectivamente a las experiencias de gestión en el corto plazo orilla; a las relacionadas con el medio plazo y de mayor recorrido litoral; a aquellas iniciativas aisladas o por desarrollar isla; y a las perspectivas de futuro y oportunidades de mejora, oceáno.

Estas jornadas nacionales se encuadran bajo el lema 'Gestión enfermera: el valor del compromiso'. ¿Es la enfermera un profesional más comprometido que otros en la gestión de centros hospitalarios y sistemas de salud?

El lema lo consensuamos por entender que deberíamos tratar la gestión desde la perspectiva de los valores. En este sentido, entendimos que el compromiso es un valor que debe estar y está presente en las organizaciones sanitarias y en todas en las que sea provean servicios del tipo que sean.

Evidentemente sería inexacto y algo pretencioso considerar que el grado de compromiso de las personas está ligado a su titulación profesional. El compromiso está más en relación con otros aspectos como podrían ser la motivación o la satisfacción con la tarea encomendada por ejemplo, en definitiva, el compromiso aparenta ir ligado a factores abiertamente subjetivos. Creo que es un razonamiento incorrecto ligar el grado de compromiso a la categoría profesional como también lo es relacionar la idoneidad para gestionar al tipo de profesional. Ambas cuestiones parten de premisas falsas.

Dicho lo anterior, podemos afirmar sin temor a equivocarnos que numerosas enfermeras hacen gala de un elevado compromiso con la atención y cuidados hacia sus pacientes y que para las enfermeras gestoras ese compromiso incluye además a los colaboradores y a la organización.

¿Cuáles son los desafíos de la profesión enfermera en el ámbito de la gestión sanitaria?

Dar respuesta adecuada a las necesidades en salud de la población es el mayor de los desafíos para la gestión en Enfermería. Para ello es imprescindible participar en todos los niveles de la toma de decisiones y profesionalizar la gestión también en Enfermería.

Apostar por los estilos de gestión colaborativos y con tendencia a los resultados y aligerar el peso de lo económico en la toma de decisiones, son un desafío para Enfermería y para todos los preocupados por la gestión sanitaria.

¿Cómo puede la profesión de los cuidados contribuir a una sanidad más sostenible, segura y eficiente?

Desde hace tiempo voces autorizadas vienen advirtiendo sobre los cambios notables que se han producido en las necesidades en salud. No insistiré en las variables en juego (longevidad, comorbilidad, cronicidad….). Estas voces se refieren a un cambio de paradigma en los servicios de salud: cambiar de la lógica del “curar”, del tratamiento de lo urgente, en lo que somos realmente buenos por cierto, a regirnos por la lógica del “cuidar”.


"El papel de Enfermería adquiere una relevancia extraordinaria como agentes de salud"


Desde esta perspectiva, cobra sentido que la profesión definida como la encargada de dirigir los cuidados asuma ese compromiso, cuidando de las personas sanas para que no necesiten prematuramente ser tratadas y de las ya están en tratamiento para que no sufran complicaciones ni reagudizaciones. Huelga decir que es un trabajo que precisa de todos los profesionales concernidos en la asistencia sanitaria, no se trata de sustituir sino de encontrar fórmulas de atención alternativas. A menudo, cambiando el enfoque, encontramos soluciones a dificultades aparentemente irresolubles, pero para ello se debe considerar ese cambio de paradigma.

El papel de Enfermería adquiere entonces una relevancia extraordinaria como agentes de salud proveedores de cuidados. Dado su perfil competencial y profesional agregado a su distribución en el sistema, nos coloca en una ventajosa posición para intervenir a través de programas relacionados con la educación para la salud, de prevención de recaídas, de manejo de la sintomatología, de formación en el uso racional de los recursos, etc.

¿Cómo se puede co-responsabilizar a los pacientes a través de su participación en dicha sostenibilidad?

Esta cuestión guarda mucha relación con la anterior. Alguien podría caer en la tentación de pensar que co-responsabilizar al paciente o al usuario en general en lo atañe a su salud persigue un objetivo economicista. Nada más lejos de la realidad. Se trata de acompañarles en los procesos salud/enfermedad de una forma más horizontal, más simétrica.

Este enfoque pasa por facilitarles las herramientas necesarias (formación, información, mejora en la accesibilidad…), pero sobre todo contempla la necesidad de incorporar su opinión sobre a qué aspectos otorgan más valor o sobre cómo prefieren recibir asistencia.

Esta forma de gestionar con los pacientes y no solo para los pacientes es evidentemente más eficiente, aumenta la satisfacción el paciente y, por extensión, la calidad de los servicios. La sostenibilidad del sistema no es el objetivo inicial, es un objetivo sobrevenido.

¿Qué papel juega la investigación en Enfermería dentro de estos aspectos gestores?


"El SNS debiera huir de la politización en la toma de decisiones"


La creciente actividad investigadora en Enfermería, en el número de doctoradas, máster y proyectos de investigación, contribuye a generar cuerpo de evidencia en todas las áreas de actividad enfermera y, por tanto, también en la gestión. Nuestra asociación, en colaboración con el Colegio Oficial de Enfermería de Cáceres, convoca un certamen para premiar el mejor trabajo de investigación presentado. Vamos por la tercera convocatoria y como estas iniciativas incentivadoras hay muchas. Se consigue finalmente convertir las opiniones, por obvias que puedan parecer, en evidencias.

¿Qué grandes modificaciones necesita el Sistema Nacional de Salud (SNS) para facilitar la labor de las enfermeras?

Entramos en el terreno de la opinión. El SNS debiera huir de la politización en la toma de decisiones. Asistimos con más frecuencia de la deseada al cambio de responsables tras un vaivén político. Este fenómeno lastra la marcha el sistema malogrando o retrasando brillantes iniciativas regidas por criterios técnicos y profesionales.
Otra buena medida consistiría en profesionalizar la gestión sanitaria, desarrollando los mecanismos que lo permitan. En el caso de la Enfermería, esta profesionalización tiene que ayudar a obtener un mayor protagonismo en los niveles de toma de decisiones sobre políticas y estrategias.

Es casi una ingenuidad pretender que los responsables políticos cedan al imperativo de controlar un bien público de la trascendencia de la asistencia sanitaria, pero no está de más desearlo. El verdadero compromiso del sistema debería ser el establecimiento de estrategias que logren una decidida orientación hacia los resultados en salud, menos enfocada a la atención de la emergencia y más hacia el fomento y conservación de un nivel óptimo de salud; estrategias centradas en los aspectos colaborativos, de corte inclusivo y que incorporen a todos los agentes concernidos.
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