Las universidades muestran su preocupación por una práctica que fomenta el consumo de alcohol y otras drogas

Botellón, la primera asignatura de Medicina en la fiesta de San Lucas
Jóvenes durante un botellón en la puerta de la facultad.


16 oct. 2016 16:00H
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POR JOSÉ A. PUGLISI
Cientos de botellas y latas de alcohol rodean la entrada de la facultad de Medicina. Cada año el botellón es una de las prácticas más comunes para ‘festejar’ el inicio de las clases y dar la bienvenida a quienes han ingresado a la titulación. La tradición, sin embargo, ha generado el descontento de grupos pertenecientes a la universidad, así como suscitado la preocupación por los hábitos de los futuros profesionales sanitarios de España.

En la conmemoración de la fiesta de San Lucas, los estudiantes de la Universidad de Valencia, por ejemplo, anunciaban que el botellón de este año comenzaría a las once de la mañana en la puerta de la facultad y cuya duración estaba prevista, inicialmente, hasta la medianoche. Una práctica que ha sido criticada por los vecinos de la región, quienes han señalado que no se trata de un festejo propio para los próximos profesionales de la sanidad.

Al contrario, los alumnos de la Universidad de la facultad de Medicina de Granada han preferido evitar el botellón y celebrar el San Lucas en una discoteca para evitar molestar a los vecinos de la zona. Sin embargo, no se han abolido otras prácticas como el paseo de los nuevos alumnos desde los Jardines del Triunfo hasta las puertas de la antigua facultad, donde serán recibidos con una lluvia de alimentos por parte de los estudiantes más antiguos.

Ante las críticas, los organizadores argumentan que “no se obliga a nadie a venir, esto es totalmente libre. Muchas veces se ha dicho que iban obligados y que la presión social era inaguantable. Pero todo lo contrario: vienen porque lo van a pasar bien, se van a conocer, empezar de cero, y no lo olvidarán en la vida”.

El riesgo de los vicios

Además del coste que genera el botellón en materia de limpieza, las universidades han mostrado su descontento por el consumo de otras sustancias estupefacientes. En la tesis doctoral de Adelaida Lozano, por ejemplo, se ha revelado cuáles son los hábitos del alumnado de la Universidad de Murcia. En concreto, se ha descubierto que el 40,3 por ciento de los alumnos sanitarios ha probado el hachís o marihuana, mientras que la segunda sustancia más consumida son las anfetaminas o ‘Speed’, que ha sido ingerido por el 3,3 por ciento.
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