Coronavirus: fármacos a domicilio, un "modelo a seguir" tras el Covid-19

El confinamiento obligado consecuencia de la epidemia de coronavirus en España está obligando a las farmacias de los hospitales a tomar en cuenta soluciones creativas para que los pacientes reciban sus medicamentos con garantías.

Algunas comunidades han optado por que se pueda recoger los medicamentos en oficina de farmacia. Otras, como Madrid, han preferido un modelo de distribución distinto y que sea el propio hospital el que lleve los fármacos a domicilio, en toda España son ya más de 150 centros los que envían medicación a casa del paciente, según datos de la Sociedad Española de Farmacia Hospitalaria.

En el Hospital Clínico San Carlos, por ejemplo, atienden a 8.000 pacientes externos, a los que les hacen llegar sus medicamentos de varias maneras. Llevan unas tres semanas con el reparto "y hasta ahora la experiencia está siendo buena”, comenta a Redacción Médica José Manuel Martínez Sesmero, jefe del Servicio de Farmacia del centro. Lo suficientemente positiva e interesante para plantearse esta opción como "un modelo a seguir" para el futuro.

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“Nuestros sistemas de información nos dan una estimación de aquellos pacientes que, en un periodo cercano (una semana, diez días), se les va a terminar el medicamento que tienen en casa. Les llama un farmacéutico y les hace una entrevista telefónica: tenemos un cuestionario estándar”, explica. “A veces servimos de coaching de la gente durante el confinamiento”.

Envíos a domicilio de medicamentos a través de asociaciones de pacientes

Aunque el envío de medicamentos a domicilio no es nuevo, con la epidemia del coronavirus ha tomado una nueva dimensión. En el Clínico San Carlos han contratado una empresa de servicios logísticos “pero también colaboramos con asociaciones de pacientes para que, a través de la red de voluntarios, pueden acercar el medicamento a quien lo necesite”.

En última instancia, son los propios farmacéuticos los que pueden realizar la entrega una vez finalizada su jornada laboral. El propio Sesmero participa haciendo una ruta de entrega a pacientes de camino o que viven en Toledo, donde él reside.

Cuando no son los farmacéuticos los que entregan la medicación “utilizamos el concepto de dispensación delegada: al paciente se le informa de que no le va a entregar el producto un farmacéutico, y necesitamos de su consentimiento informado. Con un protocolo visado por la dirección del hospital se legaliza la operación”.

Sobre-esfuerzo en las farmacias de los hospitales por el coronavirus

A pesar de que la buena marcha del sistema, el jefe de Farmacia del Clínico San Carlos reconoce el sobre-esfuerzo que están realizando para que todo marche. Cambio de protocolos en el hospital, previsiones de stock, contacto con otros proveedores ya que “el canal farmacéutico comienza a tensionarse”, etc. Si a la situación se le añade que ya hay cuatro personas de baja por coronavirus o en cuarentena en el servicio es fácil comprobar las dificultades por las que atraviesa el envío de medicamentos a domicilio. “Necesitamos mucho recurso humano”.

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"Hemos visto que somos capaces de cambiar determinados modelos de atención farmacéutica de forma ágil y rápida"

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En el aspecto positivo, Sesmero ve esta situación como “un punto de aprendizaje y mejora” para comprobar que otros modelos, “que hasta ahora se habían utilizado como pruebas piloto”, son posibles de aquí en adelante. "Quizá no en todos los casos, pero al menos en algunos".

“Hemos visto que somos capaces de cambiar determinados modelos de atención farmacéutica y distribución de una manera ágil y rápida”, apunta. Además, destaca la colaboración de los farmacéuticos en equipos multidisciplinares “para poner negro sobre blanco la efectividad de medicamentos que hemos empezado a utilizar con un grado de evidencia muy bajo”, como en los registros de tratamientos contra el coronavirus que se han puesto en marcha.

Volver a los orígenes del farmacéutico

No solo eso, sino que “esto genera que todos den lo máximo de sí mismos, que colaboremos más si cabe con los otros profesionales de salud del hospital”. Y no olvida el concepto de “volver a los orígenes del farmacéutico. Dadas las carencias de determinados productos, como los geles hidroalcohólicos, hemos tenido que elaborarlos, revisarlos, personalizarlos y adaptarlos, hacer preparados mixtos y garantizar su seguridad, etc.”

Se trata de una situación excepcional de la que se sacan muchos aprendizajes, pero que sobre todo valora casi como parte de un voluntariado. “Esto va más allá de nuestra faceta de profesional sanitario, sino de la nuestra como ciudadanos”.