Beatriz Salazar plantea un posible aumento de la carga asistencial en los hospitales por su implantación

La farmacéutica hospitalaria Beatriz Salazar ha abordado los retos, oportunidades y riesgos que supone la implantación del cannabis medicinal
Beatriz Salazar, farmacéutica hospitalaria y coordinadora del Grupo de Trabajo de Neuropsiquiatría de la Sociedad Española de Farmacia Hospitalaria (SEFH) .


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En el marco del debate sobre la regulación y uso del cannabis medicinal, la coordinadora del Grupo de Trabajo de Neuropsiquiatría de la Sociedad Española de Farmacia Hospitalaria (SEFH), Beatriz Salazar, ha compartido en Redacción Médica una reflexión detallada sobre el estado actual de la evidencia científica, los desafíos de implantación y el papel del farmacéutico en este nuevo escenario sanitario. Salazar ha explicado que, en evidencia científica, "los estudios son bastante limitados" y asegura que lo más importante es la formación de los profesionales en este ámbito.

"La tendencia y lo que ha pasado en los últimos años con el cannabis medicinal ha hecho que haya sido necesaria una reevaluación de este uso medicinal y una reorientación de la legalización”, continúa la también especialista en Farmacia Hospitalaria. En este sentido, ha subrayado que "hay que autorizar el cannabis medicinal, pero controlado y que no haya sido tóxico, como es lo que puede pasar con el ilegal".

Formación profesional, una necesidad urgente


Sobre la preparación del personal sanitario, Salazar ha recalcado que lo que necesitan es formación porque lo que se conoce ahora mismo sobre el cannabis "es de su uso ilegal y recreativo fundamentalmente". Por eso, ha recordado que "en todos los países donde se ha ido autorizando se ha hecho una formación a todos los profesionales que lo han ido a prescribir y a dispensar". Un modelo que, asegura, es lo que necesitan todos los farmacéuticos de hospital. 

Sobre la influencia de la opinión pública, la experta ha reconocido que existe "una presión social muy grande sobre el cannabis medicinal" y destaca que también hay "una brecha". La facultativa se refiere a una "desinformación entre la sabiduría popular sobre él y lo que realmente sabemos, es decir, la evidencia científica sobre su uso".

Aunque, respecto a su regulación, afirma que responde a una "oportunidad terapéutica" para un grupo de pacientes que verdaderamente "no ha tenido otras alternativas". Por ejemplo, los pacientes oncológicos con múltiples síntomas como "dolor, náuseas y vómitos", o incluso pacientes con dolor crónico no controlado. Por ello, ha manifestado que el cannabis medicinal puede "tener un hueco en el arsenal terapéutico", pero no desde primera línea. "Hay que priorizar siempre medicamentos que han tenido una evidencia sólida, que han estado comercializados, que han tenido investigación reglada detrás, pero creo que sí puede ser una opción como tercera o cuarta línea", asegura.


Riesgos y carga asistencial


Respecto a los riesgos clínicos y asistenciales, Salazar vuelve a decir que "el primer riesgo es la falta de formación" de los prescriptores y de los farmacéuticos que lo vamos a dispensar y elaborar". Aunque otro aspecto importante es tener en cuenta "el formulario nacional" donde se establezca cómo se van a elaborar las fórmulas y cuáles van a ser las dosificaciones, aún desconocidas: "Lo primero que necesitamos saber es el formulario nacional, que es el que nos dice cómo ha sido la fórmula magistral tipificada que vamos a elaborar en los hospitales".

Además, ha comentado que tampoco se conoce qué va a suponer su dispensación para la carga asistencial: "Una vez que hayamos visto cuáles son los recursos tanto materiales como personales que necesitamos, se necesita organización, porque puede suponer una sobrecarga a las consultas externas de atención farmacéutica y requiera recursos tanto humanos como físicos ya que los hospitales no están todavía preparados para dispensar y hacer ese seguimiento adecuado de los tratamientos".

Cannabis en Neuropsiquiatría


Salazar ha destacado que el papel más importante por parte de la SEFH y de los servicios de Farmacia ha sido "recoger datos de experiencia real. Ha insistido en que la evidencia actual "ha sido fundamentalmente sobre un uso ilícito". Entonces, a partir de ahora, señala que los farmacéuticos de hospital han tenido "medios para recoger datos de pacientes, muy importantes para saber y determinar si efectivamente esta evidencia ha sido sólida".

En Neuropsiquiatría, ha matizado que el papel del farmacéutico de hospital es "más bien el de controlar los efectos secundarios". ¿El motivo? "El cannabis medicinal tiene dos compuestos fundamentales, el CBD y el THC, y el THC es la sustancia psicoactiva que produce los efectos euforizantes y los que se buscan en su uso ilegal", explica. Y es que advierte de que el THC "ha estado muy asociado al desarrollo de psicosis, al aumento del suicidio, a las hospitalizaciones, depresión y trastornos del pánico”. Por esta razón, insiste en que es muy importante "seleccionar bien a los pacientes que puedan tener riesgo de desarrollar cualquiera de estos síntomas y monitorizar que ninguno de estos efectos secundarios haya aparecido, porque el 9 por ciento de los casos de esquizofrenia en el mundo están asociados al consumo de THC".

Comunicación con los pacientes


La farmacéutica hospitalaria también pone en foco en el peligro de que la autorización del cannabis medicinal pueda "hacer ver a la sociedad que  es beneficioso". Por eso, ha enfatizado que "lo importante es resaltar que es tiene un contenido controlado elaborado desde los hospitales". Esto lo dice porque se desconoce "cuál es el contenido de THC y de CBD del cannabis ilícito, que además suelen ser cultivos caseros o cultivos que no sabemos muy bien de dónde vienen, que no están exentos de contaminantes, de mercurio, de bacterias o de hongos, y que puede tener un efecto muy perjudicial para la salud".

Sobre las herramientas de control, Salazar ha manifestado que es necesario "establecer guías de práctica clínica y ver exactamente en qué posición ubicamos y ofrecemos a los pacientes el tratamiento con cannabis medicinal para que esto no se convierta en una prescripción aleatoria". Asimismo, ha afirmado que "el seguimiento es clave" porque cuando los los farmacéuticos de hospital hacen una dispensación, realizan "un seguimiento muy frecuente de los pacientes, monitorizando tanto la efectividad como los efectos secundarios".
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