Ahora solo el 30% tiene el sello WFME: "No podemos seguir enseñando como en los años 90", dicen los decanos

85 Asamblea de la Conferencia Nacional de Decanas y Decanos de Facultades de Medicina de España.
85 Asamblea de la Conferencia Nacional de Decanas y Decanos de Facultades de Medicina de España.


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La formación médica en España se enfrenta a una etapa de transformación estructural, marcada por la necesidad de garantizar estándares de calidad internacional y por la adaptación a los retos asistenciales emergentes. En este contexto, la Conferencia Nacional de Decanos de Facultades de Medicina trabaja en dos líneas prioritarias: la acreditación de los centros con el sello internacional de calidad de la World Federation for Medical Education (WFME) y la reforma del currículo académico para responder a las nuevas demandas del sistema sanitario.

La acreditación de la WFME, que en España gestiona Aneca, no solo permite reforzar la calidad académica de las facultades, sino que también habilita a sus egresados para ejercer en países como Estados Unidos, Canadá, Australia o Nueva Zelanda desde de 2024. Además, la revisión del currículo responde a una preocupación compartida por decanos y profesionales: que la formación médica no se quede atrás frente a los cambios reales en la práctica clínica.

Apuesta por la calidad y por un currículo adaptado a la realidad


La Conferencia Nacional de Decanos trabaja actualmente para que todas las facultades españolas puedan obtener el sello internacional de calidad otorgado por la WFME. “Más del 30 por ciento de nuestras facultades ya lo tienen. En julio se entregarán oficialmente los primeros reconocimientos. Es un avance importante”, celebra Antonio Compañ, presidente de la Conferencia, en declaraciones a Redacción Médica.

Este proceso de acreditación requiere auditorías externas, evaluación de resultados académicos y adaptación a estándares internacionales. “Supone un salto de calidad y nos sitúa a la altura de las mejores facultades del mundo”, valora.

Junto a esta línea de mejora, la Conferencia también busca adaptar el currículo médico a los grandes cambios que enfrenta el sistema sanitario. Entre ellos, la introducción de la inteligencia artificial en Atención Primaria, que ya se está implementando en comunidades como la Valenciana. “Hay que formar tanto a los estudiantes como a los médicos en ejercicio en el uso responsable de estas herramientas”, advierte.

Otros desafíos incluyen el envejecimiento de la población, el aumento de enfermedades crónicas y los problemas de salud mental. “Debemos alinear la formación con lo que está ocurriendo en la sociedad. No podemos seguir enseñando como si estuviéramos en los años 90”, subraya.
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