Salvo en Asturias, La Rioja y Navarra, existe docencia, pero no puestos de trabajo



26 jun. 2013 13:53H
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Javier Barbado. Madrid
El presidente de la Asociación de Enfermería Comunitaria (AEC), José Ramón Martínez, encabeza el reclamo de estos nuevos especialistas por hallar su hueco en el mercado laboral. Todas las comunidades autónomas salvo las de Cantabria, La Rioja y Navarra, disponen de unidades docentes para estos profesionales, que se forman en España desde septiembre de 2010 y tuvieron su primera promoción preparada el pasado mes de mayo. Una vez concluida su etapa instructiva, se han topado con que no existen puestos de trabajo específicos a los que puedan optar, y solo una comunidad autónoma, la valenciana, ha dado el primer paso para solventarlo.

José Ramón Martínez Riera, presidente de la AEC.

En efecto, el consejero de Sanidad de esta autonomía, Manuel Llombart, ha sido el primero en publicar un decreto, con fecha 7 de junio, por el que se regula la categoría de enfermera familiar y comunitaria como personal estatutario de la Agencia Valenciana de Salud, y se le asigna un sueldo mensual que oscila entre los 2.054 y los 2.175 euros (pagas extra aparte). Se trata del primer “e imprescindible” paso para solucionar la ausencia de este puesto específico en el sistema sanitario público: “No tiene ningún sentido [que las administraciones] hayan invertido mucho dinero en la formación de estos profesionales” y, después, no exista la posibilidad de que ejerzan ese oficio y se reviertan así a las arcas públicas lo que ha costado instruirlas, razona para Redacción Médica el propio Ramón Martínez.

Una vez logrado el paso de que se defina la figura en la Comunidad Valenciana, el presidente de la AEC confía en que el resto de comunidades autónomas sigan la estela de la decisión de Llombart: “Hemos escrito a todos los demás consejeros de Sanidad autonómicos en este sentido”, revela, pero de momento no han obtenido respuesta “aunque aún es prematuro” para obtenerla. Antes de la publicación del decreto en el Diario Oficial de la Comunidad Valenciana, la AEC ya emitió diversos comunicados denunciando su problema y también entonces se dirigió por escrito a los titulares de los departamentos de Salud regionales que disponen de unidades docentes en la especialidad: “Solo el consejero de Cataluña, Boi Ruiz, nos contestó entonces diciendo que estaban valorando la situación”, añade.

Una inversión de más de 22 millones

En el contexto general del problema,  Martínez recuerda que “solo en las primeras 132 especialistas que, en mayo de este año, han concluido su formación, se han invertido más de cinco millones de euros, a los que hay que añadir los más de cuatro millones de euros que ya se han invertido en el primer año de las 219 especialidades en formación, así como los casi 13 millones de euros que se invertirán en su segundo año y en los dos años de las nuevas 214 residentes recién incorporadas. Es decir, más de 22 millones de euros, sin que se haya previsto cómo revertir tan importantísima inversión”. Ahora la Comunidad Valenciana ha sentado el precedente anhelado para encontrar luz al final del túnel.

La formación de la enfermera familiar y comunitaria se ajusta, por otra parte, al esquema común que sigue e itinerario formativo de las profesiones sanitarias en este ámbito de la asistencia, es decir, la residente pasa por una serie de dispositivos (centros de salud, hospitales, centros socio-sanitarios, de Salud Pública, deportivos, etc.) a partir de la supervisión de un tutor que le hace un seguimiento y valora si le concede o no la titulación en función del plan de evaluación de competencias establecido.

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