Los sanitarios con pacientes de sarna deben tratarse preventivamente

La escabiosis es considerada una de las enfermedades más antiguas. Sus primeras referencias se encuentran en el siglo IV a. C. Eso no significa que sea algo del pasado. La Sociedad Española de Médicos de Atención Primaria (Semergen) y la Socieda Española de Farmacia Clínica, Familiar y Comunitaria (Sefac) han publicado una guía de consenso sobre cómo abordar esta patología. En ella advierten que los sanitarios en contacto con personas infestadas tiene "alto riesgo" y deben realizar tratamiento preventivo.

La sarna humana o escabiosis es una infestación cutánea contagiosa causada por el ácaro Sarcoptes scabiei variedad hominis. Es una enfermedad común de la piel registrada en todo el mundo, señala la guía. Las asociaciones indican que en los últimos años "no han dejado de notificarse nuevos casos en los países europeos, principalmente durante la pandemia por Covid-19". En 2012, La Organización Mundial de la Salud (OMS) reconoció la sarna como una enfermedad tropical desatendida (ETD), debido a la creciente necesidad de concienciar a la comunidad y buscar estrategias de tratamiento adecuadas. Por ello, afirman que el estudio de las manifestaciones clínicas y su diagnóstico precoz "podría suponer la clave para el control de estas epidemias".

Tratamiento preventivo contra la sarna para sanitarios

Las asociaciones recogen en la guía de consenso que todo el personal y residentes "en contacto directo y frecuente con la persona infestada se consideran de alto riesgo por lo que deben vigilar la aparición de síntomas. Se realizará tratamiento tanto en caso preventivo, cuando no hay lesiones ni síntomas, como en caso curativo cuando ya han aparecido los síntomas". El texto recoge que el procedimiento correcto en cuanto se diagnostica un caso de sarna es tratarlo cuanto antes "ya que puede transformarse rápidamente en un brote". Es clasificado como brote la infestación de dos o más individuos de sarna clásica o uno de sarna noruega, ya sean residentes o trabajadores del mismo centro, diagnosticados de sarna en el plazo de dos meses.

La guía señala que la existencia de un brote debe comunicarse inmediatamente a la unidad de vigilancia epidemiológica. Actualmente, en los países desarrollados, la sarna se presenta con frecuencia en forma de casos ocasionales o brotes en instituciones como en los hospitales y residencias, con una distribución uniforme en todos los grupos de edad e igual en ambos sexos. No como en los países en vías de desarrollo, donde la incidencia es mucho mayor en la población pediátrica y por encima de los 70 años.

Comunicación entre sanitarios

Las organizaciones médicas resaltan la importancia de la comunicación entre profesionales sanitarios en el tratamiento de esta enfermedad, ya que un mal diálogo o la ausencia de este puede ser motivo de la causa de abandono y fracaso terapéutico. "Una vez diagnosticada la enfermedad y prescrito el tratamiento adecuado por parte del profesional de atención primaria, la concordancia entre los mensajes emitidos por todos los profesionales implicados (médico de atención primaria, farmacéutico comunitario y enfermería de atención primaria) ha de ser plena", recoge el texto. "El canal de comunicación es necesario y se convierte en una gran oportunidad en la posible mejora de la adherencia al tratamiento", añade.

De la misma manera, también indican que la buena comunicación con los pacientes es "clave" para el éxito de la terapia. Las asociaciones subrayan la labor del farmacéutico en esta etapa, obteniendo la perspectiva del paciente sobre el tratamiento, sus preocupaciones al respecto, las dificultades que pueden encontrar en su toma, sus necesidades y creencias al respecto, etc.