Un informe de la CE alerta de que algunos componentes liberan sustancias cancerígenas

Los especialistas demandan a Europa que regule las tintas de los tatuajes
No existe una legislación específica en la UE sobre la tinta de los tatuajes de larga duración.


10 ene. 2017 14:10H
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POR REDACCIÓN
La Comisión Europea (CE) ha publicado el informe Seguridad de los tatuajes y maquillaje permanente, en el que alerta de que algunos componentes de la tinta de los tatuajes pueden liberar sustancias cancerígenas y avisa de que muchos no están elaborados para su uso cosmético. En la última reunión de la Academia Europea de Dermatología y Venereología (EADV), celebrada en Viena, los especialistas demandaron una lista de ingredientes aprobados que garanticen la seguridad y que cumplan, al menos, los mismos estándares de calidad que los productos cosméticos.

Actualmente, y aunque las tintas se inyectan en la dermis, no existe una legislación específica en la Unión Europea (UE) sobre la tinta de los tatuajes de larga duración, pero sí sobre los productos cosméticos. Una falta de normativa que puede poner en riesgo la salud de la población –el 12 por ciento de los europeos tiene algún tatuaje, especialmente los jóvenes–, ya que la mayoría de los ingredientes empleados no están autorizados para su uso.

De hecho, el trabajo, que ha contado con la colaboración de la experta de la Agencia Española de Medicamentos y Productos Sanitarios (Aemps), María Areses Vidal, refleja que más del 80 por ciento de los colorantes utilizados en los tatuajes son orgánicos y, de ellos, más del 60 por ciento son pigmentos azoicos que, en algunos casos, pueden liberar aminas aromáticas, las cuales están vinculadas a la aparición de algunos tipos de cáncer como, por ejemplo, el de vejiga, y están destinadas a emplearse en las industrias de la goma, el aluminio y el textil.

“En el mercado europeo se han encontrado tatuajes que contienen productos químicos peligrosos como, por ejemplo, hidrocarburos aromáticos policíclicos (43 por ciento), aminas aromáticas (14 por ciento), metales pesados (9 por ciento) y conservantes (6 por ciento). Además, en un 11 por ciento de los casos que se han analizado se ha detectado contaminación microbiológica”, pone de manifiesto el informe de la CE.

Infecciones, alergias e hipersensibilidades

Estos componentes se pueden degradar por la exposición solar o la radiación ultravioleta o láser, poniendo así en riesgo la salud de la persona que lo lleva. Hasta un cinco por ciento de las personas tatuadas puede sufrir una infección bacteriana, alergias agudas o hipersensibilidad retardada. Estas reacciones pueden aparecer décadas después de realizarse el tatuaje, provocando patologías autoinmunes subyacentes. “Los trastornos de la pigmentación de la piel se pueden dar en entre el 5 y el 15 por ciento de las personas que se someten una terapia láser para eliminar el tatuaje”, recalca el informe.

Por todo ello, la CE destaca la necesidad de actualizar los requisitos químicos y el etiquetado de los componentes que se usan en los tatuajes, así como analizar los riesgos que pueden suponer para la salud. Además, aconseja no usar aquellos que contienen aminas aromáticas. En este sentido, la Academia Española de Dermatología y Venerología (AEDV) recomienda elegir colores azules, grises y negros a la hora de hacerse un tatuaje, porque son más fáciles de eliminar, y evitar el color rojo o naranja porque suelen provocar reacciones de rechazo.
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