Muchos médicos publican o envían pruebas diagnósticas en grupos de Whatsapp buscando más opiniones clínicas

Compartir radiografías en redes sin el permiso del paciente es ilegal
Una radiografía bucal.


1 dic. 2018 14:30H
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Cada vez son más los profesionales sanitarios que utilizan las redes sociales para compartir ciertos casos con otros compañeros. Lo que en muchos casos logra quedar en una simple anécdota, en otros puede llevar al facultativo frente a la justicia por violar el secreto profesional al publicar una simple radiografía.
 
Según el libro publicado por la Organización Médica Colegial (OMC), “Ética y Redes Sociales. Manual de estilo para médicos y estudiantes de Medicina, el médico puede compartir imágenes del paciente, siempre y cuando este le haya dado su consentimiento siempre por escrito.

Pero antes de nada, el médico debe saber la diferencia que existe entre secreto profesional y confidencialidad. El primeo es la obligación legal que tiene el médico de mantener en secreto la información que han recibido de sus pacientes. Al contrario de lo que ocurre con tipos de deberes de confidencialidad. El secreto profesional se mantiene incluso en un juicio. En cambio, la confidencialidad es “lo que se hace o dice en confianza, esto es: con seguridad recíproca entre dos o más personas. Es un principio ético".

"Lo que se hace o dice en confianza, esto es: con seguridad recíproca entre dos o más personas"



Como ejemplo, el facultativo puede publicar una radiografía, que muestre un caso clínico que sea de interés para otros profesionales. En definitiva, sí se puede compartir esa radiografía, pero antes debemos borrar todos los datos personales que aparezcan en esta, pues se romperían las normas básicas de confidencialidad.

Otro ejemplo que recoge la guía y donde se podría publicar una prueba médica es un grupo de WhatsApp formado entre varios profesionales. Este puede ser de gran ayuda para pedir consejo entre los integrantes, sobre algún caso concreto. O para aportar ideas u opiniones sobre éstos. Pero, siempre respetando la confidencialidad de los pacientes que se tratan, y sin usar sus datos personales u cualquier otra información que revele de quién tratamos.

En cambio, si la publicación de la imagen no tiene implícito el beneplácito del paciente, no está anonimizada, o, simplemente, la publicación de la misma tiene como afán el simple morbo o critica, puede implicar que el médico sea denunciado.

Nueva regulación


Estas prácticas, sumadas a otras derivadas del entorno digital, ha originario un nuevo marco legal a través de la nueva Ley Orgánica de Protección de datos personales que el Senado ha aprobado recientemente. En ella se regula el uso los datos personales de pacientes y que implica cambios jurídicos en el tratamiento de sus datos.
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