Se trata de un inhibidor de las calpaínas que tiene efecto incluso si se administra un día después de sufrir el infarto

Un tratamiento oral podría disminuir las consecuencias del infarto
Los cardiólogos David Alujas, Javier Inserte y David García-Dorado, responsables de este proyecto de investigación.


22 jun. 2017 10:50H
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POR REDACCIÓN
Un tratamiento oral podría reducir los efectos del infarto de miocardio sobre la función del corazón. El grupo de Investigación en Enfermedades Cardiovasculares del Vall d’Hebron Institut de Recerca (VHIR), grupo miembro del Centro de Investigación Biomédica en Red Enfermedades Cardiovaculares (CIBERCV) y liderado por el cardiólogo David García-Dorado, ha llevado a cabo un estudio con ratas en el que han demostrado por primera vez que la inhibición crónica de las calpaínas (unas enzimas activadas por el aumento del calcio intracelular) es posible mediante un tratamiento oral y podría convertirse en una estrategia terapéutica para atenuar los daños en el corazón tras infarto agudo de miocardio.

En estudios previos habían demostrado que la activación de las calpaínas desempeña un papel importante en la muerte de células miocárdicas durante la reperfusión y que su inhibición disminuye el tamaño del infarto.

En el presente estudio, publicado en la revista Cardiovascular Research, utilizando un modelo de infarto por oclusión coronaria transitoria en ratas, el cardiólogo Javier Inserte y colaboradores demuestran que las calpaínas persisten sobreactivadas durante las semanas siguientes a un infarto y que esa sobreactivación desempeña un papel fundamental en la aparición del remodelado ventricular adverso (una serie de cambios que afectan al corazón después del infarto favoreciendo la aparición de arritmias).

“La administración oral diaria de un nuevo inhibidor de las calpaínas -con propiedades específicas que lo hacen absorbible por vía oral- previene esta sobreactivación, reduce el remodelado ventricular y mejora la función contráctil a los 21 días del infarto, incluso si el tratamiento se comienza un día después del episodio de oclusión coronaria, disminuyendo la hipertrofia, la fibrosis y la inflamación en el miocardio no infartado”, explica Javier Inserte, investigador principal del grupo de Investigación en Enfermedades Cardiovasculares del VHIR. Los resultados sugieren que este efecto protector de la inhibición de la calpaína es debido a la prevención del efecto de la calpaína sobre moléculas reguladoras de la expresión génica.

Este estudio demuestra por primera vez que la inhibición crónica de las calpaínas es posible mediante un tratamiento oral y puede representar una estrategia terapéutica dirigida a atenuar el remodelado adverso y la insuficiencia cardiaca en pacientes que sobreviven a un infarto agudo de miocardio”, resalta García-Dorado. Dada la importancia del remodelado adverso post-infarto como causa de insuficiencia cardíaca y la ausencia de tratamientos capaces de prevenirlo eficazmente, estos resultados son muy prometedores.
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