La patología, de origen genético, altera el desarrollo normal de los tejidos

Cavadas reconstruye la cara deforme por enfermedad de una mujer
Emilio Matute, Pedro Cavadas, Samira Benhar, Cherifa Ben Hassine (Centro Islámico de Valencia) y Manuel Pastor.


2 jun. 2016 15:00H
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POR REDACCIÓN
El Hospital de Manises, Pedro Cavadas y su equipo, así como el Centro Cultural Islámico de Valencia y la ONG Fundación Adra, han colaborado en la asistencia sanitaria de la mujer marroquí Samira Benhar, aquejada de una enfermedad que, en su caso, ha derivado en deformidad en el rostro.

La mujer ha recibido tratamiento, a lo largo de un año, en el Hospital de Manises de la mano de Cavadas para corregir la malformación en la cara que le ocasionaba rechazo social y problemas en su país de origen.

El centro sanitario ha presentado este caso de cooperación internacional junto con representantes de las entidades colaboradoras y la propia Samira.

El Hospital de Manises y Cavadas conocen este caso por medio de la Fundación Adra, la cual detectó el problema que sufre esta mujer en su país, se interesó por su caso y, junto con el Centro Cultural Islámico de Valencia, trabajó para financiar su viaje a Valencia, arreglar la documentación y buscar opciones de tratamiento.

“El doctor Cavadas decide hacerse cargo del caso de manera altruista. Gracias a este primer paso, el Hospital de Manises, con el que él colabora, decide asumir también el caso dentro de las actuaciones previstas en su política de responsabilidad social corporativa y, por ello, asume el coste de las intervenciones, la hospitalización y el tratamiento también de manera altruista”, ha señalado Emilio Luis Matute, director quirúrgico del Hospital de Manises. Tal y como ha explicado Matute, “era fundamental darle apoyo y respuesta a la situación en la que se encontraba la paciente”.

Un año en tratamiento

Samira padecía neurofibromatosis en la cara, una patología que deriva en crecimiento incontrolado de tejido a lo largo de los nervios y que, en el caso de Samira, le había producido la deformidad en la parte derecha de la cara.

Para reconstruir su rostro ha sido preciso casi un año de tratamiento en el que se le han realizado tres intervenciones en el Hospital de Manises. Así, en junio del año pasado, pasó por primera vez por el quirófano para que se le quitara gran parte del neurofibroma de gran tamaño que tenía en el lado derecho de la cara.

Cuatro meses después, volvió a ser intervenida para quitarle el resto, ubicado en la zona del ojo. Este pasado abril, Samira ha pasado por tercera y última vez por el quirófano para terminar de acondicionar la zona del ojo y colocarle una prótesis ocular para que su aspecto sea óptimo.

Cavadas ha explicado las peculiaridades del caso, una patología de origen genético que sólo reviste tratamiento mediante cirugía reconstructiva. Para el cirujano valenciano, este caso es ejemplo de cooperación internacional realizada por “personas honestas con ganas de mejorar las cosas y con implicación y empeño”.

Una nueva vida en su país

El problema estético de Samira supuso para ella un auténtico calvario en su país. Tras las intervenciones realizadas por Cavadas en el Hospital de Manises, Samira ha recuperado la sonrisa y la alegría de vivir y espera emprender una nueva vida cuando regrese a Marruecos, gracias a la ayuda y a los fondos recogidos por la Fundación Adra. Con estos fondos la fundación espera poder ofrecerle un futuro mejor en su país de origen.
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