Diccionario de enfermedades

Síndrome del intestino corto

 ¿Cuál es el pronóstico del síndrome del intestino corto?
El síndrome del intestino corto hace referencia a la malabsorción de diversos nutrientes como consecuencia de tener un intestino demasiado corto que no permite absorber los alimentos que se ingieren.

¿Cuáles son las causas del síndrome del intestino corto?

  • La causa principal de intestino corto es haberse realizado una operación quirúrgica en la que se haya quitado una parte más o menos larga del intestino delgado. Esta operación se ha podido realizar por problemas en el riego al intestino, por enfermedades que precisen en algún momento quitar una parte del intestino (enfermedad de Crohn), por una enterocolitis necrotizante en niños o por resecciones de intestino como consecuencia de traumatismos, generalmente accidentes de tráfico.
  • Excepcionalmente el intestino corto puede ser una enfermedad de nacimiento.

¿Qué síntomas produce el síndrome del intestino corto?


El síndrome de intestino corto suele producir diarrea con malabsorción de las grasas de la dieta (esteatorrea), lo que puede llevar a la desnutrición. La malabsorción produce una falta de vitaminas y minerales que pueden conducir a la aparición de anemia, afectación de los nervios, etc.

Los pacientes con síndrome de intestino corto tienen con frecuencia piedras (cálculos) de oxalato cálcico en el riñón, que producen cólicos nefríticos, y piedras en la vesícula (colelitiasis).

Estos pacientes suelen también tener una producción aumentada de ácido por el estómago.



Pronóstico:


En general el síndrome del intestino corto mejora con el paso del tiempo. Es necesario mantener la alimentación por boca para que el intestino se acostumbre.

¿Cuál es el tratamiento del síndrome del intestino corto?


Se precisa mantener un aporte de calorías suficiente para permitir un estado de nutrición adecuado. Se deben realizar análisis periódicos de sangre para ver si hay alguna carencia de vitaminas o minerales que deban ser administrados en forma de suplementos, sobre todo vitaminas, hierro, ácido fólico, calcio, magnesio y zinc.

Si los pacientes son capaces de mantener una tolerancia suficiente a la alimentación oral pueden necesitar medicamentos que reduzcan la diarrea, en ocasiones medicinas derivadas del opio, como la codeína. Para reducir la diarrea, la dieta debe ser rica en carbohidratos (azúcar) y pobre en grasas. Para evitar la diarrea puede también intentarse una dieta pobre en lactosa. Por último, la administración de una medicina para reducir la secreción gástrica (omeprazol®) puede también reducir la diarrea.

Si la enfermedad es muy grave, puede ser necesario realizar nutrición parenteral en el domicilio (administrar la comida a través de una vena) o incluso realizar un trasplante de intestino.
Aunque esta información ha sido redactada por un especialista médico, su edición ha sido llevada a cabo por periodistas, por lo que es un contenido meramente orientativo y sin valor de indicación terapéutica ni diagnóstica. Recomendamos al lector/a que cualquier duda relacionada con la salud la consulte directamente con el profesional del ámbito sanitario correspondiente.