Diccionario de enfermedades

Hiperémesis gravídica

¿Cuáles son los factores de riesgo de la hipéremesis gravídica?
La hiperémesis gravídica es el estadio de máxima intensidad de las náuseas matutinas. Es un trastorno poco frecuente caracterizado por vómitos persistentes, frecuentes y graves sin causas que los expliquen, que impide una correcta alimentación de la embarazada y que produce una pérdida de peso importante (más del 5% del peso inicial), deshidratación y alteraciones metabólicas. Puede llegar a precisar el ingreso hospitalario.

Causas de la hiperemesis gravídica


En la actualidad se desconoce la causa de la hipéremesis gravídica, aunque parece estar relacionada con las hormonas secretadas durante el embarazo.

¿Cuáles son los factores de riesgo de la enfermedad?


La hiperémesis gravídica se produce con más frecuencia:
  • Si existen antecedentes de hiperémesis gravídica en embarazos anteriores.
  • Si aún no se han tenido hijos.
  • En mujeres con obesidad.
  • En el embarazo múltiple.
  • En el embarazo molar.
  • Cuando existe intolerancia a los anticonceptivos.

¿Cuáles son los síntomas de la hiperemesis gravídica?


Las mujeres con hiperémesis gravídica vomitan todos los días e incluso varias veces al día. Los vómitos suelen comenzar en los dos o tres primeros meses del embarazo y aliviarse hacia la mitad del mismo. Sin embargo algunas mujeres sienten malestar hasta casi el final del embarazo.

Debido a la cantidad de líquido perdido con los vómitos las mujeres pueden perder peso, vitaminas (sobre todo vitamina B1) y minerales, e incluso llegar a deshidratarse. Algunos de los síntomas de la deshidratación son:
  • Orinar con menos frecuencia de lo habitual.
  • Tener una orina de color amarillo oscuro.
  • Sensación de mareo al ponerse de pie.
  • Pérdida de peso.

¿Cómo se diagnostica?


El diagnóstico se realiza por exclusión. Se debe descartar que los vómitos estén relacionados con otras enfermedades, como enfermedades del estómago, del intestino, neurológicas, del aparato urinario, endocrinológicas, psicológicas, u otras.

Se deben solicitar análisis de sangre y orina y una ecografía abdominal y obstétrica, para intentar determinar la posible causa y si los vómitos están dañando al organismo o al feto.



¿Qué medidas naturales pueden aliviar la hiperemesis gravídica?

  • Comer en cuanto se sienta hambre.
  • Hacer comidas de poca cantidad y más frecuentes. Los mejores alimentos son los que tienen muchas proteínas o carbohidratos y poca grasa. Son buenas opciones las galletas, el pan, los frutos secos y los yogures desnatados.
  • Evitar los alimentos picantes, grasientos o ácidos y la cafeína.
  • Evitar los alimentos líquidos y calientes. Es mejor beber líquidos fríos y transparentes, como las bebidas deportivas.
  • Procurar beber entre las comidas en vez de hacerlo durante las mismas.
  • Lavarse los dientes inmediatamente después de comer.
  • Evitar acostarse inmediatamente después de comer.
  • Tomar las vitaminas al acostarse, no por la mañana.
  • Evitar todo aquello que provoque náuseas como habitaciones sofocantes, olores fuertes, lugares calurosos, ciertos alimentos o bebidas.
  • Pedir a otra persona que prepare la comida.
  • Acupuntura.

¿Se puede prevenir la hipéremesis gravídica?


Tomar vitaminas antes del embarazo y al inicio del mismo ha demostrado disminuir las náuseas y los vómitos. Las vitaminas deben contener 400 microgramos de ácido fólico.

¿Cuál es el pronóstico de las embarazadas que la sufren?


El pronóstico fetal es muy bueno. En raras ocasiones, los niños pueden nacer más pequeños de lo habitual, pero aparte de eso no tienen más problemas asociados. La toma de medicinas para aliviar las náuseas y los vómitos durante el embarazo no daña al bebé.

El pronóstico materno también es muy bueno aunque la hiperemesis gravídica puede repetirse en embarazos posteriores.

¿Cómo se trata la hiperemesis gravídica?


El tratamiento de la hiperemesis gravídica depende de la gravedad de los síntomas y va dirigido a reducir las náuseas y los vómitos, restaurar el equilibrio hidroelectrolítico alterado, eliminar la deshidratación y aportar nutrientes.

A nivel ambulatorio se debe comenzar con la administración de medicación para detener las náuseas y los vómitos.

Cuando persisten los síntomas a pesar de la medicación, existe deshidratación o se ha perdido mucho peso puede ser necesario el ingreso hospitalario en un ambiente tranquilo para:
  • Suspender la toma de alimentos por boca.
  • Reponer líquidos a través de una vena.
  • Administrar apoyo psicológico.
Aunque esta información ha sido redactada por un especialista médico, su edición ha sido llevada a cabo por periodistas, por lo que es un contenido meramente orientativo y sin valor de indicación terapéutica ni diagnóstica. Recomendamos al lector/a que cualquier duda relacionada con la salud la consulte directamente con el profesional del ámbito sanitario correspondiente.