Diccionario de enfermedades

Hemorroides

¿Qué complicaciones tienen las hemorroides?
Las hemorroides son dilataciones anormales de las venas que se localizan alrededor del ano. Son un problema extraordinariamente frecuente en las poblaciones occidentales. Tres de cada 4 personas tendrán hemorroides en algún momento de su vida. Las hemorroides se clasifican en:
  • Internas. Por dentro del ano, no pueden verse a no ser que se salgan por fuera.
  • Externas. Se localizan por fuera del ano y se pueden tocar.
Las hemorroides internas pueden producir sangrado rectal pero no suelen producir molestias, como picor o dolor, a no ser que se salgan por fuera del ano.

¿Cuáles son las causas de las hemorroides?


En general las hemorroides son más frecuentes a edades avanzadas, si bien pueden aparecer a cualquier edad. La causa más frecuente de hemorroides es el estreñimiento, aunque también aparecen en gente con diarrea crónica, en gente que pasa mucho tiempo sentada en el baño, de pie, o durante el embarazo.

¿Qué síntomas producen?


Los síntomas más frecuentes de las hemorroides son:
  • La aparición de un bulto en el ano. Puede tratarse de una hemorroide externa o de una hemorroide interna que se sale por fuera del ano, generalmente al hacer de vientre, y que puede introducirse dentro de nuevo, bien espontáneamente, bien tras ayudarla con el dedo. En ocasiones la hemorroide interna que se sale no puede volverse a introducir y queda permanentemente por fuera.
  • El sangrado. Suele tratarse de sangre roja que aparece al final de la deposición como unas gotitas que caen encima de las heces. La sangre puede verse también en el papel al limpiarse. En ocasiones el sangrado es muy importante y puede llegar a producir anemia. En estas circunstancias siempre se debe descartar que exista además un cáncer de colon. Para ello se debe realizar una colonoscopia.
  • El dolor. Suele tratarse de un dolor sordo y constante en el ano. Si el dolor se vuelve muy intenso de forma brusca puede deberse a una trombosis de la hemorroide (la formación de un coágulo en su interior) la cual requiere la valoración urgente por parte de un médico.
  • El picor. Frecuentemente producen picor e irritación alrededor del ano.

¿Cómo se diagnostican las hemorroides?


Las hemorroides se diagnostican a la inspección, siendo necesario en ocasiones realizar una anoscopia o una rectosigmoidoscopia. Es importante diferenciarlas del prolapso rectal.

¿Qué complicaciones pueden tener?

  • Sangrado grave. En una persona joven con hemorroides que sangran, se deben de tratar las hemorroides y evaluar posteriormente si el sangrado persiste o no. Si el sangrado continuara se debe buscar otra enfermedad que pueda hacer sangrar con la deposición. En personas de mayor edad, además de tratar las hemorroides, siempre se debe realizar una colonoscopia para descartar otras enfermedades que produzcan sangrado.
  • La trombosis aguda de una hemorroide es muy dolorosa y puede ser tratada mediante escisión y extracción del trombo siempre que se tarde menos de 72 horas. Es una causa de visita a Urgencias.
  • Prolapso. Consiste en la salida de una hemorroide interna hacia afuera junto a tejido intestinal.
  • Ulceración.
  • Estrangulación. La estrangulación de la hemorroide es que ésta se retuerce sobre si misma produciendo intenso dolor en la zona que obliga a atención urgente.


¿Cuál es el tratamiento de las hemorroides?


Si no producen síntomas el tratamiento consiste en:
  • Evitar el estreñimiento. Para ello debe realizarse una dieta rica en fibra y/o con laxantes que aumentan el volumen de las heces: Psyllium (Plantaben®, Metamucil®) o metilcelulosa (Muciplazma®), beber abundante líquido y hacer ejercicio regular. En ocasiones se requiere la utilización prolongada de otro tipo de laxantes.
  • Baños de asiento de 10 minutos con agua templada o caliente, 3 veces al día. No se debe añadir nada al agua. El líquido y el calor mejoran la circulación de la sangre a través de las hemorroides y relajan el esfínter anal.
  • Cremas o supositorios con corticoides o con medicinas que calman el dolor. No se recomienda su utilización durante más de una semana seguida aunque mejoran algunos síntomas temporalmente.
  • Si el dolor es importante, toma de analgésicos por boca (paracetamol u otros)
  • Si el tratamiento previo no mejora los síntomas o si persiste sangrado, se debe recomendar el tratamiento quirúrgico. En la mayoría de casos este tratamiento es ambulatorio, es decir, se realiza sin necesidad de permanecer ingresado. El tratamiento quirúrgico puede realizarse de varias maneras:
  • La inyección de una sustancia que las cierre (escleroterapia). En general suele ser menos eficaz que la utilización de bandas.
  • La utilización de una ligadura con bandas de goma. Se coloca una banda de goma alrededor de la hemorroide, la cual reduce la llegada de sangre con lo que la hemorroide degenera y desaparece en unas semanas. A veces existe una molestia o presión en la zona durante un tiempo, que puede mejorar si se realizan baños de asiento y si se evita el estreñimiento. Aparentemente es más eficaz que la escleroterapia.
  • Coagulación con láser o infrarrojos. Destruyen las hemorroides internas.
  • Quitarlas por cirugía, hemorroidectomía. Es un procedimiento mas serio que los anteriores. Se realiza en personas con grandes hemorroides internas. Es eficaz de forma definitiva en la mayoría de ocasiones.
La mejor opción debe ser decidida junto con el cirujano que lleve a cabo el procedimiento.

¿Cómo se puede tratar la irritación del ano?


En muchos pacientes con hemorroides puede haber irritación alrededor del ano. En estos casos se recomienda:
  • Limpiar el ano y su alrededor tras cada deposición con agua (sin jabón) o con toallitas húmedas. El papel higiénico y el uso de jabones pueden irritar más la zona.
  • Dejar secar al aire o con una toalla sin irritar la zona.
  • Aplicar una crema hidratante que no irrite.
  • Puede intentarse la utilización de polvos de talco para aliviar las molestias en la zona.
  • Utilizar ropa interior de algodón que no vaya muy apretada sobre la zona anal
Aunque esta información ha sido redactada por un especialista médico, su edición ha sido llevada a cabo por periodistas, por lo que es un contenido meramente orientativo y sin valor de indicación terapéutica ni diagnóstica. Recomendamos al lector/a que cualquier duda relacionada con la salud la consulte directamente con el profesional del ámbito sanitario correspondiente.