De los 11.289 aspirantes que han superado la nota de corte este año, solo 1.810 podrán acceder a realizar la especialidad de Medicina de Familia, el resto tendrán que elegir entre las 4.703 plazas de otras especialidades y no todos obtendrán plaza un año más.

La especialidad de Medicina Familiar y Comunitaria es la que oferta un mayor número de plazas, 1.810, que supone el 27,79 por ciento del total de las 6.513 plazas convocadas (eran 1.774 en la anterior convocatoria, 1.690 en la convocatoria 2015-16 y 1.860 en la convocatoria 2011-12). Esta especialidad es la base de nuestro sistema sanitario, tanto por el número de profesionales como por la actividad que desarrolla, y es la que garantiza la equidad y el acceso a la salud de la población hasta en el hogar más alejado.

El médico de Familia tiene su ámbito principal de actuación profesional en Atención Primaria, donde es un experto en el trato diario con la incertidumbre, visitará en muchas ocasiones a sus pacientes a lo largo del tiempo, por motivos diferentes, habitualmente conoce al paciente de antes, y muchas veces a su familia y entorno, tiene una ingente cantidad de datos clínicos (biológicos y psicológicos), familiares, laborales y sociales que le permite valorar a muy bajo coste probabilidades previas, y con ello se optimiza el proceso diagnóstico.

Los que puedan elegirla serán especialistas muy bien formados, con salidas profesionales muy diferentes



El médico de Familia es un profesional para el que la persona es un todo integrado por aspectos físicos, psíquicos y sociales, vinculados a un contexto familiar y social concreto. Esto le permite llevar a cabo una atención continuada al colectivo de personas al que atiende, para elevar así el nivel de salud de las sanas, curar a las enfermas, y cuidar, aconsejar y paliar los efectos de la enfermedad cuando no es posible la recuperación de la salud.

A pesar de que en AP cada vez más se puede acceder a un mayor número de pruebas diagnósticas, en general se trabaja con pocos medios técnicos sofisticados. Con el fonendo y las manos y poco más se toman muchas decisiones trascendentales en poco tiempo alcanzando un poder resolutivo superior al 90 por ciento de las visitas atendidas. Una mejor salud de la población se relaciona con un buen sistema de AP cuyos elementos esenciales son la accesibilidad, la longitudinalidad, la integralidad, el hábil manejo de la incertidumbre y la polivalencia de sus profesionales. Y todo ello con una gran eficiencia.

En las consultas de AP, a diferencia de las hospitalarias centradas habitualmente en grupos concretos de patologías, se atiende una gran variedad de problemas de salud y se atienden tanto en el centro sanitario (más de 200 millones en 2016) como en el domicilio del paciente (más de 3,5 millones en 2016), incluyendo la atención de urgencias (unos 20 millones en 2016).

En Atención Primaria, por sus especiales características, se pueden hacer infinidad de investigaciones, que no son posibles en otros ámbitos y es el entorno ideal para impartir docencia pre y postgraduada sobre las patologías prevalentes, en un ambiente de relación directa, humana y muy cercana con el paciente, su familia, entorno e incluso en su domicilio. Solo falta, en muchos centros, tener un poco más de tiempo.

Los que estos días elijan Medicina de Familia, dentro de cuatro años podrán cubrir las muchas plazas que quedarán vacantes por el gran número de jubilaciones que se producirán entre los más de 28.500 médicos de familia de AP y los otros miles que ocupan plazas de urgencias, emergencias, refuerzos, dispositivos de apoyo… Y estas plazas las podrá encontrar tanto en las grandes ciudades con sus ventajas, prisas e inconvenientes como en la tranquilidad del entorno más rural y alejado.

Los que puedan acceder a esta especialidad, serán unos especialistas muy bien formados, con salidas profesionales muy diferentes, médicos integrales para atender a las personas como un todo de una forma muy cercana y humana… entrarán en su casa, en su domicilio, pocas profesiones tienen este privilegio.

Si quieres ser un médico integral y con amplias salidas profesionales, para poder trabajar en entorno más urbano o en el rural más tranquilo, elige Medicina de Familia.