Las fundaciones públicas para la investigación biomédica (FIBio) de la Comunidad de Madrid celebran en estas fechas el décimo aniversario de su constitución. Esto nos brinda una ocasión para reflexionar sobre el papel que juegan en el desarrollo de la Investigación, los resultados que están ofreciendo y el porvenir que cabe esperar para ellas.

El hospital universitario, donde se concentra mucho talento y la mayor parte del conocimiento médico, juega un papel fundamental en la I+D+i en salud. La investigación es -con la docencia- una misión tan clave como la asistencial, a la que las autoridades y el presupuesto deben destinar atención y recursos específicos, por mucho que estos escaseen y que apremien las necesidades del presente. El agricultor bien sabe que, aún en los años de peores cosechas, debe guardar y cuidar semillas para la siguiente siembra, o no habrá futuro.

La actividad investigadora tiene muchos atributos peculiares. Empezando por que el investigador es una especie de autónomo asalariado, es colaborativa a la vez que competitiva, está sujeta a unas reglas y unos códigos éticos muy exigentes, requiere masas críticas y entornos tecnológicos multidisciplinares... Pero, de todos ellos, el hecho que más la determina, lo más difícil, es que tiene que estar permanentemente situada en la frontera del conocimiento, debe estar en lo último que existe y que cambia cada día. Si la investigación se distancia de esa frontera, deviene completamente inútil. Se convierte en una acción tan estéril como ir a vendimiar plantíos que ya han recogido otros.

El científico como hombre orquesta aislado en su laboratorio ya no es viable. La investigación de excelencia cursa a través de redes y necesita tanto de unos servicios comunes de naturaleza técnica y científica especializada, como de una estructura jurídica y de gestión profesional, ágil y adaptada a sus necesidades, que faciliten su labor, que le ayuden a estar en la frontera.

Este es el papel de la FIBio. Gobernada con transparencia bajo principios públicos, funciona con Derecho Privado para captar, gestionar y canalizar fondos finalistas a la investigación. Provee de recursos a cada proyecto, en su momento y en su forma. Apoya o soporta plataformas y servicios comunes de la investigación. Protege y transfiere el conocimiento generado. Apoya la formación investigadora, la innovación, la traslación a la práctica clínica y la transferencia externa de resultados; facilitando la adaptación continua del sistema investigador a los planes y programas de I+D+I, así como a los cambios regulatorios, en la ciencia y en el entorno.

En estos 10 años, las FIBio de la Comunidad de Madrid se han consolidado como una valiosa herramienta al servicio de la investigación de sus  hospitales. Han canalizado más de 500 millones de euros en fondos públicos y privados para la investigación, que se aplican a los cerca de 11.000 proyectos y ensayos clínicos gestionados. Más de 6.000 investigadores y becarios han pasado por sus plantillas, que hoy integran 900 profesionales de todos los campos.

En el futuro, entre sus retos, tendrán que contribuir a la consolidación y fortaleza como centros de excelencia de los institutos de investigación a los que sirven, aportando nuevos servicios de valor añadido para la investigación. Orientarse hacia los paradigmas de la innovación, la traslación a la práctica clínica y la transferencia de resultados al mercado, y contribuir a la sostenibilidad del sistema con la búsqueda de nuevas fuentes de financiación: internacionalización, colaboración con la empresa, venta de servicios y nuevos mecenazgos.

Feliz cumpleaños a las FIBio. ¡Larga vida!.

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