Mucho se ha hablado ya del rol que está desempeñando la profesión enfermera durante la pandemia, que además de ocuparse de la atención sanitaria de los pacientes, atiende más que nunca la demanda de información y conocimiento sobre todas las medidas necesarias para preservar la salud de toda la población en estos momentos de incertidumbre. No en vano, una de las competencias de nuestra profesión en el ámbito de los cuidados es la Educación para la Salud a lo largo de la vida. Algo indispensable porque la promoción del propio cuidado es vital para facilitar cambios de conducta y estilos de vida saludables, tanto a nivel individual, como comunitario, en las personas que sufren alguna enfermedad, y en toda la población sana. Unos factores que, con ser siempre importantes, ahora más que nunca, debemos tenerlos todavía más en consideración, puesto que la Covid-19 marcará un antes y un después en nuestro estilo de vida.

Educación para la Salud: participación de las enfermeras en las carpas informativas de Madrid Salud. 

Estamos hablando, una vez más, de la profesión enfermera como pilar básico de nuestro Estado del Bienestar. Cabe recordar que la importante dimensión que tiene la Educación para la Salud- y, por ende, el rol de las enfermeras en la misma- no es un concepto nuevo. Es algo que quedó recogido en la ‘Carta de Ottawa para la promoción de la salud’ en 1986, cuyo objetivo era el de lograr la salud en respuesta al nuevo concepto que entonces se dibujaba en relación con la salud pública en el mundo. Ya en ese momento, se tomaron como punto de partida los progresos alcanzados como consecuencia de la Declaración de Alma Ata sobre la Atención Primaria, y que quedaron reflejados en el documento "Los Objetivos de la Salud para Todos" de la Organización Mundial de la Salud.

Estos principios que se esbozaron hace décadas, hoy necesitan un nuevo impulso para que nuestra sociedad sea capaz de enfrentar el nuevo modus vivendi que deberemos adoptar en la ‘era post covid’. Todos hemos sido conscientes que sin salud poco podemos hacer como sociedad. Y es de capital importancia que sepamos preservarla, controlarla y cuidarla. En las actuales circunstancias, la Educación para la Salud se erige como un potente instrumento para el cambio social, económico y ambiental de toda la sociedad que se prepara para adoptar un estilo de vida diferente al que conocíamos y estábamos acostumbrados a llevar.

"Las enfermeras están en primera línea porque son las que están con los pacientes y los ciudadanos en general"


En esta necesaria evolución, la profesión enfermera representa la garantía de la acción coordinada de todos los implicados: sistema sanitario, pacientes, ciudadanos en general, gobiernos e instituciones públicas y privadas. Las enfermeras, desde su acción, implican, motivan, informan y marcan los objetivos para la preservación y promoción de la salud a través de la educación de toda la comunidad. Las enfermeras tienen la alta responsabilidad de actuar como coordinadoras y mediadoras de toda esta labor a través de estrategias y programas como los que les invito a ver en el reportaje que el Colegio de Enfermería ha elaborado y que pueden encontrar en este video.

Como pueden comprobar en este reportaje, las enfermeras están en primera línea porque son las que están con los pacientes y los ciudadanos en general, no solo en el momento puntual de incertidumbre que vivimos. Pero, al mismo tiempo, las enfermeras y enfermeros son los profesionales sanitarios más capacitados para cuidar, educar y promocionar la salud a través de estrategias y programas específicos que se adaptan a las necesidades de la población en el medio y largo plazo. Las enfermeras y enfermeros son los que están capacitados para desarrollar todo este proceso que motiva a la población a mantener y adoptar prácticas y estilos de vida saludables, más allá de lo que significa el tratamiento y la curación ante la enfermedad.

Por lo tanto, es evidente que el liderazgo y el compromiso de la profesión enfermera es esencial para una planificación de vida saludable y para poner en práctica medidas preventivas en las comunidades que contribuyan a generar una sociedad responsable con su salud, capaz de adaptarse a los nuevos tiempos. Como decía al comienzo, las enfermeras, en la gestión de la Educación para la Salud constituyen un potente instrumento para el cambio.