Su presidente, Joaquín Estévez, apela a la falta de resultados públicos transparentes



10 oct. 2014 15:41H
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Redacción. Tenerife
El presidente de la Sociedad Española de Directivos de la Salud (Sedisa), Joaquín Estévez, ha insistido en la creación de una Agencia Nacional evaluadora de la gestión de la salud en España como la clave para identificar “novedades financiables” de las que precisa la prestación sanitaria así como para llevar a cabo “actuaciones merecedoras de desinversión y poder contar, asimismo, con un observatorio de resultados transparentes y comparables”.

Estas declaraciones han tenido lugar en el contexto del segundo y último día de las VII Jornadas Nacionales de Sedisa en Santa Cruz de Tenerife (Canarias), en las que se ha hecho entrega del premio al Directivo Sanitario 2013 así como de sendos galardones a los autores de los mejores artículos publicados en la revista trimestral Sedisa s.XXI.

En materia de recursos humanos, el presidente de Sedisa ha asegurado que “es necesario fomentar la meritocracia, la diferenciación profesional, el pago de retribuciones variables por consecución de objetivos y la puesta en marcha de procedimientos ágiles de contratación de profesionales y de provisión de jefaturas”.

El presidente de Sedisa, Joaquín Estévez.

Otro de los cambios esgrimidos por Estévez se refiere a la reforma del primer nivel asistencial, reorientándolo hacia un modelo que mejore la accesibilidad y el rendimiento, al tiempo que refuerce su integración en el sistema, que debe abandonar su carácter hospitalocentrista.

“En la misma línea, es fundamental reorientar el modelo sanitario hacia los crónicos, dado que la mitad de la población en España –casi 20 millones de personas– padece al menos una enfermedad crónica, cifras que se espera sigan aumentando teniendo en cuenta el envejecimiento de la población”, ha hecho hincapié Estévez.

En este sentido, se estima que más del 70 por ciento de los mayores de 65 años padece alguna enfermedad crónica, siendo cuatro la media de patologías por persona, que el 80 por ciento del gasto sanitario en España está dedicado a los pacientes crónicos y se estima que tres de cada cuatro visitas a los servicios de urgencias sanitarias son realizadas por pacientes crónicos.

Además de éstas, existen otras reformas o iniciativas importantes, tales como impulsar las TIC, seguir avanzando en la atención domiciliaria, en el desarrollo de los cuidados paliativos y en el impulso de la investigación aplicada, así como establecer relaciones de confianza y riesgos compartidos con todas las empresas del sector.

En una de las sesiones de este viernes, los ponentes han analizado la situación del Sistema Nacional de Salud. De acuerdo con sus conclusiones, España dedica el 9,6 por ciento del Producto Interior Bruto (PIB) al gasto sanitario, porcentaje muy similar a la media del gasto sanitario en los países de la OCDE (Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos) y muy por debajo del porcentaje que dedica Estados Unidos, estimado en el 17,38 por ciento. Sin embargo, cuando hablamos de gasto per cápita el país se sitúa por debajo: en 2011 dedicó 3.087 euros per cápita a sanidad, 7.900 euros Estados Unidos, y 3.223 euros de media los países de la OCDE. Según los ponentes, tras años de recesión económica y a pesar de que la economía vaya recuperándose poco a poco, la Sanidad se encuentra “atascada” en presupuesto, con un desfase importante entre ingresos y gasto sanitario, y requiere urgentemente de eficiencia.

“Para ello, el papel de los gerentes sanitarios es fundamental, hasta tal punto que debe gestionar, más allá de administrar recursos, con autonomía en las decisiones”, ha declarado Ignacio López Puech, gerente del Complejo Hospitalario Universitario de Canarias y vocal de la Sociedad Española de Directivos de la Salud (Sedisa) en Canarias.

Merma de la autonomía de los gerentes

Precisamente, ¿Gestionamos o administramos? es el lema del foro que la Sociedad ha celebrado en la sede de la Presidencia del Gobierno de Canarias, con el apoyo del Complejo Hospitalario Universitario de Canarias, el Servicio Canario de Salud y el Gobierno autonómico. En palabras de López Puech, coordinador de las jornadas, “con frecuencia, las decisiones centralizadas de los servicios de salud de las comunidades autónomas merman la autonomía de los gerentes; sin embargo, y aunque haya decisiones centralizadas, gerentes y servicios de salud deben trabajar alineados, siendo importante que los primeros tengan espacio para tomar decisiones que fomenten calidad y eficiencia, no solo en torno al gasto como tal sino también a la calidad, a la evidencia y a la innovación”.

No obstante, según el Informe Profesionalización de los Directivos de la Salud, realizado por Sedisa en 2013, sólo el 17 por ciento de los directivos de la salud en España manifiesta tener autonomía en la toma de decisiones estratégicas.

“La despolitización de la gestión y la formación de los directivos de la salud son fundamentales para la toma de decisiones”, ha subrayado Joaquín Estévez Lucas, presidente de la agrupación, algo en lo que hay que mejorar bastante, teniendo en cuenta que siete de cada 10 directivos de la salud creen que la selección del directivo sanitario depende de su afinidad política en mayor medida que de su experiencia en gestión, gerencial y/ o clínica, y solo el 53 por ciento afirma haber dedicado tiempo a la formación en habilidades directivas durante el último año.

“Es fundamental que la transparencia sea un valor fundamental tanto en el nombramiento de los directivos como en el establecimiento de sus objetivos y plan de gestión, el desarrollo de su gestión y la monitorización de resultados e indicadores y la evaluación periódica del mismo”, ha destacado el presidente de Sedisa.

En Canarias, que cuenta con nueve centros hospitalarios, según el coordinador de las VII Jornadas Nacionales de Sedisa, los gestores y directivos de la salud se enfrentan a algunas dificultades específicas que hacen más complicada la gestión: “La insularidad, ser una de las comunidades autónomas donde ha aumentado más la población –en la actualidad, según datos del Instituto Nacional de Estadística (INE), 2.114.989 personas– y la deuda en sanidad que el Gobierno central acumula con la comunidad autónoma durante los últimos años y que se estima en torno a más de 2.400 millones de euros”. En cuanto al modelo de gestión, López Puech explica que es mayoritariamente público y que “el Servicio Canario de la Salud está haciendo esfuerzos importantes en mejorar la gestión desde el punto de vista de la eficiencia, promoviendo la gestión clínica y desarrollando estrategias para mejorar la atención a pacientes crónicos”.

Innovaciones farmacológicas, repercusión asistencial y presupuestaria

Por otra parte, en el encuentro también se ha abordado la incorporación de la innovación terapéutica en la práctica clínica habitual de forma rápida y equitativa para todos los pacientes como uno de los retos más importantes de la gestión sanitaria actual que, de hecho, precisa de estrategias coordinadas a largo plazo que puedan garantizar la sostenibilidad del sistema sin renunciar a la incorporación de los nuevos tratamientos.

Para ello, según Estévez, “se debe desinvertir en lo poco útil, en lo ineficiente, en lo innecesario, con el fin de disponer de los recursos financieros necesarios para garantizar el acceso a las innovaciones farmacológica de forma equitativa, así como buscar fórmulas de gestión innovadoras adaptadas a la realidad actual, incorporando acuerdos de riesgo compartido centrados en resultados”.

Pero la innovación supone en reto importante, no solo desde el punto de vista diagnóstico, terapéutico, etcétera, sino también desde el punto de vista de la propia gestión. En esta línea, en los últimos años, el término Gestión Clínica ha cobrado un gran papel en el objetivo de combinar eficiencia y calidad asistencial en pro de ofrecer a los ciudadanos la mejor atención sanitaria.

“La gestión clínica implica a políticos, directivos y profesionales de la sanidad. Se trata de establecer un sistema que facilite la participación de los clínicos en la mejora sistemática de la eficiencia, mediante el desarrollo de prácticas de gestión adecuadas”, ha señalado Estévez. Respecto a los profesionales sanitarios, el presidente de Sedisa destaca que se debe incorporar un sistema de retribución equitativa, con incentivos ligados al esfuerzo realizado y la mejora de la eficiencia.

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