Los presidentes de Sedisa y ANDE conversan con Redacción Médica



4 mar. 2013 13:53H
SE LEE EN 11 minutos

Javier Barbado. Madrid
El directivo profesionalizado como tal en el sector sanitario por medio de una formación reglada y una experiencia previa contrastable debería preservarse como figura de gran utilidad en el Sistema Nacional de Salud, máxime en la situación actual de crisis económica y déficit presupuestario. Los presidentes de la Asociación Nacional de Directivos de la Salud (ANDE) y de la Sociedad Española de Directivos de la Salud (Sedisa), Jesús Sanz y Joaquín Estévez, respectivamente, han conversado con Redacción Médica para recopilar las principales conclusiones del 18º Congreso Nacional de Hospitales y Gestión Sanitaria celebrado hace poco más de una semana en Bilbao.

Valoren el éxito del Congreso en cuanto a asistencia, número de stand, repercusión de las comunicaciones y pósteres…

Jesús Sanz, presidente de la Asociación Nacional de Directivos de Enfermería (ANDE): El 18º Congreso Nacional de Hospitales y Gestión Sanitaria, organizado conjuntamente por la Sociedad Española de Directivos de la Salud (Sedisa) y la Asociación Nacional de Directivos de Enfermería (ANDE) constituye el evento que mayor número de directivos sanitarios y representantes de distintos sectores relacionados reúne.

Gregorio Achútegui, presidente del Comité Organizador; Jesús Sanz; Iñaki Azkuna, alcalde de Bilbao; Jon Darpon, consejero de Salud del Gobierno vasco; Joaquín Estévez y la presidenta del Comité Científico, Carmen Yarritu.

El programa científico era muy atractivo: estructurado en nueve áreas temáticas, ha dado cabida a 25 mesas redondas, siete talleres, cuatro desayunos con expertos, tres conferencias, 130 ponentes en total  y 723 comunicaciones y pósteres. Sin duda, la importante respuesta del colectivo, 1.600 inscritos y más de 120 stand no se justifican solamente por este motivo; también es importante tener en cuenta  que el Congreso de Hospitales es prácticamente el único  foro científico donde, cada dos años, con un carácter multidisciplinar y multiprofesional, se comparten conocimientos y experiencias relacionadas con la gestión de las instituciones sanitarias en nuestro país sin renunciar al análisis comparado con otras realidades de nuestro entorno.

Joaquín Estévez, presidente de la Sociedad Española de Directivos de la Salud (Sedisa): Añadiré que estamos muy satisfechos por el récord de asistencia, por el nivel de los asistentes y por la gran repercusión que ha tenido el foro en empresas que trabajan total o parcialmente en el sector sanitario, sean entidades asociadas a Farmaindustria, Fenin u otras organizaciones del sector, de tal modo que nos han manifestado que, para ellos, se trata del Congreso al que más les interesa asistir en este momento al ser un encuentro de referencia y estar muy bien organizado, por lo que nos animan a seguir adelante.

Asimismo, algunos de los directivos que han acudido nos han dicho que, en su opinión, se ha presentado el mejor programa científico elaborado hasta la fecha.

En el Congreso se han presentado diversos informes: ¿qué aportan y qué podrían aportar los directivos de la salud, en este momento, al Sistema Nacional de Salud?

Jesús Sanz: La mejor manera de proporcionar respuesta a su pregunta es recoger las cinco “ideas-fuerza” en las que se pueden sintetizar las conclusiones del Congreso y que fueron presentadas en el Acto de Clausura por Carmen Yarritu, presidenta del Comité Científico: en primer lugar, no podemos responder a los problemas de hoy con las soluciones de ayer. Es imprescindible rediseñar las organizaciones dotándonos de nuevas estructuras y nuevos diseños organizativos, pero, sobre todo, de nuevas estructuras mentales, reinventándonos nosotros mismos primero (desprogramarnos para una nueva programación).

En segundo lugar, resulta imprescindible colocar al paciente por un lado en el foco del sistema, y, por otro, contar con los profesionales. El principal reto consiste en implantar con decisión un diálogo colaborativo entre pacientes, profesionales, organizaciones públicas y privadas y la sociedad. En tercer lugar, para abordar esto necesitamos un verdadero liderazgo, abierto y participativo, que se apoye en valores como la honestidad, la confianza, la creatividad y el compromiso y que transcienda la mera gestión.

En cuarto lugar, un aspecto clave que ha estado presente en todas las sesiones y en numerosas intervenciones a lo largo del Congreso ha sido la profesionalización de los directivos. Mientras como colectivo no seamos capaces de afianzar un salto cualitativo y sustancial en este sentido, difícilmente las organizaciones sanitarias alcanzarán los objetivos que todos los grupos de interés de los sistemas de salud deseamos y exigimos. Tenemos la responsabilidad de evitar la pérdida del capital intelectual en nuestras organizaciones.

Vista del auditorio durante la inauguración del Congreso en el Palacio Euskalduna de Bilbao, el pasado 20 de febrero.

En quinto lugar, el Congreso entiende como sostenibilidad la consecución de valor para el ciudadano (foco del sistema) por medio de la interacción de: una gestión profesional; una aportación de técnica, conocimiento y servicio de las empresas; y la creatividad y el compromiso de los profesionales. Debiendo las administraciones públicas facilitar un entorno organizado y favorecedor.

Joaquín Estévez: Para nosotros, el informe más relevante dado a conocer en el foro ha sido el de la profesionalización de los directivos de la salud. Es el primer objetivo de Sedisa: conseguir que los políticos se den cuenta de que, con directivos profesionales, van a tener más éxito en sus cifras asistenciales y económicas y mejores resultados en sus centros e instituciones. Por otro lado, debemos insistir en las conclusiones del Congreso –ya citadas por Jesús– y en los documentos sobre sostenibilidad y necesidad de reformasen lugar de rupturas que hemos presentado desde Sedisa en las últimas semanas.

¿Está a favor de la colaboración público-privada en hospitales y centros de salud, o de ir más allá y llevar cabo reformas estructurales? ¿A qué conclusiones se ha llegado en el Congreso a este respecto?

Jesús Sanz: La colaboración público-privada viene siendo una realidad en nuestro sistema sanitario. El verdadero debate radica en cuál debe ser el nivel de esta colaboración; desde mi punto de vista, antes de profundizar en esta colaboración o de incrementar la participación de la privada es absolutamente necesario trabajar para eliminar o minimizar las importantes bolsas de ineficiencia que el sistema tiene, pero ello no será posible sin una firme decisión de los responsables políticos, el trabajo comprometido de los directivos y la imprescindible participación de los profesionales.

En nuestro país, disponemos ya de experiencias muy diversas de las que podemos sacar importantes conclusiones tendentes a la permanente búsqueda de la racionalización de nuestras estructuras para conseguir que sean más efectivas y eficientes a la hora de gestionar los nuevos escenarios sin cambiar de modelo. El Congreso ha ofrecido una oportunidad inigualable para su discusión.

En cuanto a su segunda pregunta, podría decirle que la principal conclusión es que ha existido un profundo debate en el que  se han puesto de manifiesto las distintas alternativas, a veces difícilmente compatibles, desde las diferentes opciones ideológicas.

Joaquín Estévez: Como ya decimos en nuestros documentos, nosotros no demonizamos ni ensalzamos ningún modelo. Pero, evidentemente, estamos en contra de que no se modifiquem las reglas de juego, es decir, la legislación y los reglamentos en materia de contratación de recursos humanos y materiales en nuestros centros sanitarios. Y estamos a favor de acercar a una fórmula empresarial a nuestros centros, y apoyamos algunas de las iniciativas que se han llevado a cabo, ya que permiten una gestión más flexible, menos rígida y burocrática y tendiendo a lo que nosotros defendemos: que el hospital es una empresa prestadora de servicios sanitarios; por lo tanto, si está dotada de mecanismos ágiles, la gestión es mejor y se consigue mayor eficiencia, competitividad y calidad.

Y, evidentemente, también estamos a favor de los modelos de colaboración público-privada, porque creemos que el sistema sanitario ha de nutrirse de todos sus recursos. Y sabemos que el producto interior bruto (PIB) sanitario está integrado por un 6,9 que aporta la sanidad pública aproximadamente, y el 2,5 por ciento correspondiente a la sanidad privada. Son dos sectores que tienen que colaborar e ir de la mano y tener las mismas reglas de juego para ambos.

¿Se ha escuchado en el Congreso la demanda de un Pacto por la Sanidad que implique a los directivos sanitarios, entre otros agentes, o esta cuestión no está ahora sobre la agenda de prioridades de la agrupación que preside?

Jesús Sanz: Parece evidente que, en una situación como la que os encontramos, es absolutamente imprescindible un Pacto por la Sanidad; sin embargo, tengo la impresión de que ha dejado de estar en la primera línea de la agenda, ya que hay demasiada tensión y escasa voluntad política para avanzar en este tema.

Desde ANDE estamos trabajando junto con otras entidades (sindicatos, sociedades científicas…) para mantener una estrategia de actuación conjunta y coordinada para asegurar el mantenimiento y sostenibilidad del Sistema Nacional de Salud, un sistema referente a nivel internacional que genera riqueza, empleo y grandes beneficios a los ciudadanos, además de contribuir de forma decidida a la cohesión social, con un coste inferior a la media de los países de nuestro entorno.

Joaquín Estévez: Nosotros vemos absolutamente necesario ese Pacto por la Sostenibilidad. Creemos que ya basta de medidas cortoplacistas, pues es necesaria una visión estratégica a medio y largo plazo, y también hay que escuchar a todos los agentes del sector y no solo a los políticos: sociedades científicas, colegios profesionales, stakeholder, centrales sindicales, asociaciones de pacientes, de ciudadanos… Todos debemos estar representados en ese pacto, y ya basta, insisto, de politización.

¿Considera que el papel del directivo sanitario se ha visto afectado por la crisis económica?

Jesús Sanz: El directivo sanitario se ha visto afectado por la crisis económica en muchos sentidos; ha sufrido, al igual que el resto de trabajadores del sistema sanitario, un recorte retributivo que, en alguna comunidades autónomas, ha sido en porcentajes superiores. Por otro lado, ha tenido que trabajar en el difícil punto de equilibrio de tener que armonizar los recortes que se vienen produciendo en los distintos servicios de salud con el mantenimiento de la atención sanitaria que se merecen los ciudadanos, conjugando los intereses de todos los agentes: profesionales, pacientes, administración o propietarios de centros, para disminuir las bolsas de ineficiencia e incrementar la productividad.

El directivo de hoy ha de ser capaz de adoptar decisiones con flexibilidad y rapidez, adaptarse a los cambios y manejar los escenarios poniendo especial atención en la transparencia y el buen gobierno. Los procesos innovadores deben acelerarse y los principios de excelencia son absolutamente imprescindibles. Sin duda, nuestras organizaciones cuentan con directivos capaces de construir un futuro mejor y sostenible.

Joaquín Estévez: A todos los que trabajan en el sistema sanitario público se les ha recortado sus retribuciones. Al directivo también le afecta la situación en el sentido de que no es lo mismo gestionar en época de abundancia con una política expansionista incrementándose el PIB sanitario por encima del PIB normal, a hacerlo en una situación como la actual en la que es necesario “desengrasar” el sistema, adelgazarlo, aumentar la productividad disminuyendo los costes estructurales en recursos humanos y materiales… En definitiva me refiero al esfuerzo que están haciendo para hacer más con menos.

Las informaciones publicadas en Redacción Médica contienen afirmaciones, datos y declaraciones procedentes de instituciones oficiales y profesionales sanitarios. No obstante, ante cualquier duda relacionada con su salud, consulte con su especialista sanitario correspondiente.