Eduardo Ortega Socorro. Santander Las últimas medidas adoptadas por el Gobierno han aumentado las distancias entre profesionales sanitarios y administración pública, como ha quedado patente en la mesa redonda ¿Qué tenemos y qué queremos tener como prestación farmacéutica?, celebrada durante el Encuentro Cartera de Servicios en las Oficinas de Farmacia organizado por la Universidad Internacional Menéndez Pelayo (con el patrocinio del Instituto de Formación Cofares y la Fundación Anefp) ayer en Santander. José Luis Llisterri, presidente de la Sociedad Española de Médicos de Atención Primaria (Semergen), denuncia que, a la hora de abordar las recientes reformas, “nunca se ha contado con nuestra profesión, hemos sido ninguneados”. Declara: “No hemos sido consultados para nada” y asegura: “Presumo conocer la realidad asistencial mejor que los administrativos”.
Por otro lado, Llisterri considera que hablar de tratar de conseguir la sostenibilidad del Sistema Nacional de Salud (SNS) no es posible, dado que “con 17 españas no puede haber criterios comunes" para hacerlo. "Me parece alevoso que no se muestre coherencia y cohesión ante las decisiones del Consejo Interterritorial”, y pone como ejemplo los diferentes abordajes que las comunidades autónomas hacen sobre la asistencia sanitaria a inmigrantes. “No existe un compromiso político nacional para el beneficio del ciudadano”. Máximo González, presidente del Consejo General de Enfermería coincide con las opiniones de Llisterria y añade que “algo falla en la estructura. Es inaceptable que el 40 por ciento del presupuesto del SNS se dedique a ella”. Considera que “no hacen falta 17 agencias de calidad, sólouna” y denuncia la “falta de gobernanza” en la sanidad. Asimismo, añade que “echar a 15.000 enfermeros a la calle sí que es perjudicar al SNS”. Antoni Gilabert , gerente de Atención Farmacéutica y Prestaciones Complementarias del Servicio Catalán de la Salud, se defiende e indica que “para que la sanidad sea sostenible se están haciendo muchas cosas. Copagos, tasas, desfinanciaciones…”. Considera que “no deberíamos decir cosas tremendistas, en este momento no vale centrarse en que todo es un desastre. Yo estoy convencido de que las medidas van a hacer sostenible al SNS”. Medidas entre las que incluye la apuesta por el autocuidado , que considera “una de las asignaturas pendientes de la administración”. Necesidad de cambio En cuanto a la cartera de servicios de la farmacia, Llisterri indica que es necesario que la botica dé un giro al timón hacia el paciente. “La farmacia comunitaria es mercantilista. Sólo un pequeño porcentaje hace atención farmacéutica y debe renovarse o morir”, dado que “la que no dirija su atención al paciente está perdida”. También con este objetivo, invita a una mayor cohesión entre las profesiones sanitarias ante la crisis del SNS y el crecimiento de la cronicidad y los polimedicados. “El equipo debe ser de médicos, de enfermeros y de farmacéuticos”. En todo caso, a la hora de abordar los servicios, sí considera que se debe de exigir que el farmacéutico “esté debidamente formado y acreditado para darlos”. María Jesús Rodríguez, presidenta de la Sociedad Española de Farmacia Comunitaria (Sefac), está a favor de esta especialización y de un proyecto de carrera profesional para el profesional de oficina de farmacia. Asimismo, reconoce que “la dispensación, en general, no se hace correctamente. Se entrega el medicamento, pero no se dispensa”. |