Por cada cuatro varones, solo una mujer acude a entidades de ayuda al drogodependiente



6 jul. 2015 14:27H
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Lorena Martínez / Imagen: Miguel Fernández de Vega y Joana Huertas. Madrid
El último informe presentado por la Unión de Asociaciones y Entidades de Atención al Drogodependiente (Unad) presenta un cambio de paradigma con respecto al sexo del consumidor adicto. Así, el ratio de mujeres que han solicitado ayuda a los dispositivos específicos sobre drogodependencia supera por primera vez el de hombres en lo relativo a consumo de alcohol y cannabis, al anotar un 23 y 19 por ciento frente a un 20 y 18 respectivamente.

Francisco de Asís Babín, delegado del Gobierno para el Plan Nacional sobre Drogas.

No obstante, las mujeres siguen eligiendo los servicios de salud como primera solución al problema de adicción. Y es que, por cuatro varones, solo una mujer acude a algunas de las 250 entidades de apoyo que configuran Unad.

“La vergüenza y el rechazo social al que se enfrentan provoca que las mujeres tarden más en asumir el problema y en buscar ayuda profesional”, anota al respecto Luciano Poyatos, presidente de Unad, quien destaca asimismo que el estigma multiplica los problemas psicológicos entre el género femenino. En este sentido, Francisco de Asís Babín, delegado del Gobierno para el Plan Nacional sobre Drogas, menciona que alrededor del 60 por ciento de los problemas de adicción en mujeres presentan un antecedente de violencia de género.

A pesar de la prevalencia de problemas de salud mental, el estudio enseña que la mayor parte (60 por ciento de varones y 54 por ciento de mujeres) de los usuarios que han acudido a las asociaciones no presentan ninguna enfermedad, frente a una media de 32 por ciento que sí padecían alguna patología, siendo destacable el caso del VIH, oculto en el 10 por ciento de los problemas de adicción a las drogas.

Luciano Poyatos, presidente de Unad.

La franja de edad más problemática se sitúa entre los 26 y los 44 años, al cosechar un 50 por ciento (varones) y un 48 por ciento (mujeres) del total de las consultas recibidas. Además, una décima pare de las personas que han utilizado los servicios de las organizaciones adheridas a Unad son menores de 16 años, en cuyo caso resulta especialmente problemática el consumo de cannabis.

“Es imprescindible combatir el mensaje de inocuidad en torno al cannabis. La sociedad y el ejemplo de otros países está ayudando a banalizar sus graves consecuencias para la salud”, denuncia Babín.

Por su parte, desde Unad destacan asimismo el aumento de la incidencia de las conocidas adicciones sin sustancia, como por ejemplo a las nuevas tecnologías y a las compras, en las que la mujer porta nuevamente un papel protagonista.
“Estamos inmersos en un cambio veloz y constante y es necesario un reciclaje profesional que garantice la igualdad de acceso de hombres y mujeres al mejor de los tratamientos”, concluye Poyatos.

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