El centro no ha notado la incidencia de la ley



30 ene. 2012 11:14H
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Redacción. Mallorca
La Unidad de Deshabituación Tabáquica del Servicio de Otorrino-Laringología del hospital de referencia de Son Espases, en funcionamiento desde el año 2000, ha atendido a un total de 556 personas a lo largo del pasado año que querían dejar de fumar.

El coordinador de la Unidad, Gabriel Jaume, ha señalado que el tratamiento que llevan a cabo desde este servicio tiene un índice de éxito del 60 por ciento, que es el porcentaje de pacientes que después de un año no ha vuelto a fumar.

Jaume ha explicado que en la Unidad de Deshabituación Tabáquica suelen tratar a pacientes con una dependencia importante, los cuales además suelen presentar un problema de salud por el cual se ven obligados a abandonar el tabaco, como pueden ser las personas con una enfermedad pulmonar obstructiva crónica (EPOC).

El facultativo ha detallado que cuando una persona llega a la Unidad lo primero que hacen es examinar la tipología de dependencia del paciente, que puede ser física, psíquica, social o gestual (personas que necesitan tener algo en la mano). En este sentido, ha precisado que, aunque en la mayoría de los casos suele ser un conjunto de múltiples factores, puede hacer una tipología que predomine.

Así, la apuntado que en casos de dependencia física alta, los pacientes tendrán más dificultad para abandonar el tabaco y necesitarán de ayuda externa, mientras que si es baja podrán dejar de fumar por sí mismas si realmente se lo proponen.

Por otra parte, Jaume ha considerado que la entrada en vigor de la Ley Antitabaco -que prohíbe fumar en lugares públicos- ha contribuido a la deshabituación de los fumadores sociales. El facultativo ha explicado que, aunque la norma tenía como objetivo la protección de las personas que se veían obligadas a trabajar en entornos con humo, indirectamente también ha facilitado que los fumadores sociales puedan abandonar el hábito.

No obstante, ha apuntado que en la Unidad de Son Espases no han notado la incidencia de la Ley, ya que allí suelen tratar con personas más dependientes y que tienen complicaciones por otras enfermedades.

El facultativo ha afirmado que alrededor del 60 por ciento de las personas que hace el tratamiento en esta unidad logra convertirse en exfumador.

El tratamiento que se sigue en Son Espases suele durar unos tres meses. Hay dos tipos de terapia, una sustitutiva de la nicotina, para la que se aconseja el uso de parches, chicles o caramelos, y otra para el tratamiento de la abstinencia, para la que también se indican fármacos. Asimismo, para los pacientes que lo precisan, se realiza una terapia psicológica individualizada.

El coordinador de la Unidad ha señalado que muchos pacientes se quejan de que los productos o fármacos indicados para dejar de fumar, como pueden ser los parches, chicles o caramelos, no están incluidos en la Seguridad Social y, por tanto, no están financiados con la receta.

En este sentido, ha incidido en que el hecho de que estos productos no estén subvencionados provoca el rechazo de muchos pacientes, algunos de los cuales incluso llegan a negarse a comprarlos. Jaume ha indicado que estas personas se quejan de que al comprar el tabaco pagan "muchos" impuestos por lo que consideran que los tratamientos para dejar de fumar deberían estar cubiertos por la Seguridad Social.

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