Pretende afinar la detección precoz en los menores y educadores



11 sept. 2014 14:19H
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Redacción. Pamplona
El Plan Foral de Drogodependencias del Instituto de Salud Pública coordina durante este año un proyecto piloto con más de 3.600 menores navarros, de 6 a 18 años, que pretende evaluar diferentes modelos de prevención e intervención ante el consumo de drogas para comprobar su eficacia y ampliar, si es el caso, su ámbito de actuación.

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Soledad Aranguren, directora gerente del Insituto de Salud Pública y Laboral de Navarra.

a iniciativa aborda el problema desde un punto de vista global, tanto en lo que se refiere al adolescente y su entorno como a los recursos sociales que intervienen, según ha explicado el Gobierno de Navarra en un comunicado.

Un proyecto en el que participan los ayuntamientos de Estella, Burlada y Zizur Mayor; la Mancomunidad de Servicios Sociales de Base de Lazagurría, Lodosa, Mendavia, Sartaguda y Sesma; y la Fundación Ilundáin-Haritz Berri. Entidades a las que el Gobierno de Navarra ha destinado 82.000 euros procedentes del Fondo de Decomisos del Plan Nacional sobre Drogas.

El Ayuntamiento de Estella está desarrollando un modelo que pretende facilitar una detección precoz de jóvenes que presentan una serie de factores de riesgo que aumentan la probabilidad de que consuman drogas; de ámbito personal, familiar, educativo o social. La Mancomunidad de Servicios Sociales de Base de Lazagurría, Lodosa, Mendavia, Sartaguda y Sesma se ha centrado en el medio educativo con menores que cursan la Educación Secundaria Obligatoria y sus familias en los institutos Pablo Sarasate de Lodosa y Joaquín Romera de Mendavia.

En cuanto al Ayuntamiento de Zizur Mayor, se impulsa la promoción e inserción social, a través del apoyo educativo, de menores de 6 a 12 años que presentan un riesgo de exclusión social, carencias afectivas o situaciones de absentismo escolar. El Ayuntamiento de Burlada desarrolla una modalidad de prevención e intervención desde el ocio con adolescentes de 13 a 16 años que proceden de familias vulnerables. Finalmente, la Fundación Ilundáin-Haritz Berri trabaja en la evaluación de su proyecto de centro libre de consumos con los jóvenes que cursan programas de currículo adaptado o de cualificación profesional inicial.

El objetivo de esta iniciativa es ensayar, por un lado, procedimientos que favorezcan la detección precoz de los menores que tienen más riesgo de consumir drogas. Por otro lado, también se prueban estrategias de intervención con estos niños en los diferentes espacios de su vida cotidiana como, por ejemplo, el ámbito familiar, el educativo o el del ocio y tiempo libre. Para ello se trabaja su situación de una manera global y con todos los recursos disponibles como son los centros educativos, los servicios sociales de base, los centros de salud, los centros de atención a la mujer, los centros juveniles, los grupos de tiempo libre o los clubes deportivos.

Esta actividad también se extiende a los educadores, que reciben formación específica, y al personal de administración y de servicios.
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