El problema viene dado en gran parte por el cambio en los hábitos de vida



21 may. 2014 19:29H
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Redacción. Valencia
La obesidad es uno de los mayores problemas de salud en las sociedades occidentales. Con una incidencia del 17 por ciento en España, la lucha contra esta patología creciente y ligada a los cambios en los hábitos de vida producidos en los últimos años pasa  por varias iniciativas entre las que destaca la modificación de la microflora.

Francisco Tinahones, coordinador del Grupo de Lípidos y Riesgo Cardiovascular de la SEEN; Juan Girbes, presidente del Comité Organizador del  Congreso SEEN; Albert Lecube, coordinador del Grupo de Obesidad de la SEEN; Javier Salvador, presidente de la SEEN; Lourdes Bernal, concejala de Sanidad y Consumo del Ayuntamiento de Valencia; y Manel Puig, presidente electo de la SEEN.


“La gran oferta de alimentos hipercalóricos, los cambios en los estilos de vida, con predominio del sedentarismo y los malos hábitos alimentarios, bien por desconocimiento o por  comer  pensando solo en las  características organolépticas -color, sabor y olor- de los alimentos, están haciendo que se incremente de manera preocupante el número de personas obesas en nuestro país”, asegura Albert Lecube, coordinador del Grupo de Trabajo de Obesidad de la Sociedad Española de Endocrinología y Nutrición (Goseen).

Los expertos hacen hincapié en la necesidad de que los pacientes adopten una serie de medidas saludables. “Es necesario que se realice ejercicio físico mantenido y adecuado, que se adopten una serie de normas alimentarias, dietas específicamente bien diseñadas  y de alguna manera vida equilibrada desde el punto de vista organoléptico”, explica el experto. “Además, es fundamental realizar una modificación de la conducta alimentaria, establecer normas de vida adecuadas y saludables, acompañadas de un uso controlado de las escasas opciones terapéuticas con las que contamos”.

En los últimas décadas, se han producido cambios importantes en los microorganismos que habitan de forma saprófita (alimentándose de materias orgánicas) en nuestro intestino (microbiota). Por ejemplo, el uso de antibióticos y la mayor asepsia que nos rodea han provocado que la diversidad de nuestra microbiota disminuya “lo que ha provocado que hayamos perdido muchas especies de microorganismos que habitaban desde siempre en nuestro intestino”, ha asegurado Francisco Jose Tinahones, Jefe de  Servicio de Endocrinología y Nutrición de los Hospitales Regional y Virgen de la Victoria de Málaga, lo que unido al incremento de la ingesta de grasas, ha provocado cambios en las especies dominantes, “cambios relacionados con el incremento de la prevalencia de obesidad”, asegura el doctor Tinahones.

“Algunas especies de microorganismos existentes en la microbiotade nuestro intestinocontribuyen  a digerir alimentos que no se digerirían si estos microrganismos no estuvieran. Estas espacies son capaces de absorber más de 150 calorías al día”, ha explicado Tinahones. Las hipótesis actuales plantean que “los cambios en nuestra microbiota producidos en las últimas décadas han incrementado las bacterias que digieren esos alimentos, y este pequeño incremento puede tener grandes efectos a largo plazo, por ejemplo, la ingesta de 20 calorías más todos los días provocaría que pasados 20 años un sujeto tendría 20 kilos más de peso,”, ha concluido.

Se están llevando a cabo muchas investigaciones en las que se abordan muy diversas estrategias en torno a la microbiota como tratamiento contra la obesidad. En este sentido,cabe destacar la repercusión que sobre el peso puede tener el uso de probióticos(alimentos con microorganismos vivos adicionados) o de prebióticos (ingredientes no digestibles que afectan beneficiosamente al organismo mediante la estimulación del crecimiento y actividad de  nuestra microbiota), así como su influencia sobre otras enfermedades metabólicas. Existen, también, varios ensayos clínicos en los que se ha trasplantado la microbiota de sujetos  delgados a sujetos obesos para ver su efectividad. En este sentido, asegura el experto, “aunque se trata de líneas de investigación bastantes prometedoras, todavía no existen datos concluyentes,pero se espera disponer de ellos en los próximos años”.
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