13 nov. 2012 21:31H
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PRIMER PLANO

A MEDIO PLAZO, EL NUEVO MODELO REPORTARÁ 178 MILLONES DE AHORRO
La gestión compartida retendrá 1.700 millones en una década en la Comunidad Valenciana
Las terapias biológicas disminuyen el gasto al seleccionar las indicaciones terapéuticas

Javier Barbado / Imagen: Adrián Conde. Valencia
El modelo de gestión compartida que la Agencia Valenciana de Salud respalda para esta comunidad autónoma reportará ahorros a las arcas públicas de 1.745 millones de euros en los próximos diez años y, a medio plazo, de al menos 178, según ha revelado el director general de Régimen Económico de aquella institución, Francisco Soriano, y ha ratificado la secretaria autonómica, Manuela García, quien ha defendido la mayor eficiencia de la colaboración público-privada como fórmula gestora en los centros sanitarios.

Luis Rosado distingue entre reforma sanitaria y crisis.

Manuela García explica el modelo de gestión compartida.

Ambos han intervenido en el foro “Modelos de acceso y optimización de la Sanidad y gestión de terapias biológicas actuales y futuras”, organizado en Valencia por la Fundación Ad Qualitatem y la Sociedad Española de Directivos de la Salud (representadas por su secretario general técnico y presidente, respectivamente, Joaquín Estévez), y en el que también ha destacado la participación del jefe de Servicio de Farmacia Hospitalaria del Hospital La Fe, José Lios Poveda, y la jefa del Servicio de Hematología y Oncología Médica del Hospital Clínico, Ana Lluch, ambos centros ubicados en la misma ciudad.

Joaquín Estévez inaugura la jornada.

Tarazona habla sobre el modelo Alzira de Ribera Salud.


De acuerdo con Soriano, la gestión compartida aprobada en la Comunidad Valenciana se propone como meta aprovechar los recursos sanitarios públicos a partir de criterios más empresariales que propios de la burocracia que anquilosa las administraciones. Para ello, el modelo agrupa los servicios asistenciales y los no sanitarios (“se trata del primer contrato integral que es a la vez horizontal –con varios hospitales– y vertical –con diferentes servicios públicos–”, ha señalado); amplía el volumen de adquisiciones con precios de compra más bajos y apoya e incentiva a los mejores profesionales por medio de retribuciones variables.

El consejero de Sanidad de la Comunidad Valenciana, Luis Rosado, y el presidente de Sedisa y secretario general técnico de la Fundación Ad Qualitatem, Joaquín Estévez, posan poco antes de la clausura de la jornada.

La nueva fórmula fue aprobada a finales del pasado mes de septiembre en esta autonomía, y, según revelaron tanto Soriano como García ha reportado a la administración valenciana 400 millones de ahorro en un solo año. En esta modalidad de gestión inédita en España, la planificación corresponde, en este caso, a la Agencia Valenciana de Salud; se mantienen los acuerdos de gestión entre la Consejería de Sanidad regional y los departamentos de Salud, y los profesionales son contratados y retribuidos por el Ejecutivo autonómico.

En el foro, han pronunciado sendas conferencias Elisa Tarazona, directora de Organización y Gestión Asistencial de Ribera Salud desde 2008 y Pedro Luis Sánchez, director del Departamento de Farmaindustria, en tanto que la clausura del encuentro ha corrido a cargo del consejero de Sanidad autonómico, Luis Rosado.

Joaquín Estévez; Manuela García, secretaria autonómica de la Agencia Valenciana de Salud; y Eloy Jiménez, director de la Escuela Valenciana de Estudios de Salud (EVES), sede del encuentro.

Para el máximo responsable de la sanidad valenciana resulta necesario, en este momento, distinguir entre reforma sanitaria y crisis económica de los servicios públicos, ya que ambos conceptos se entremezclan y propician la confusión entre los distintos agentes. Rosado ha fijado como objetivos prioritarios de su política “disminuir la variabilidad no solo de la práctica clínica, sino también de la propia gestión de los departamentos de Salud” autonómicos, estandarizando procesos y huyendo del modelo funcionarial “`para optar, en su lugar, por el empresarial”, en el que los beneficios deben recaer en los pacientes.

Nuevas terapias biológicas

Durante su intervención, la oncóloga Lluch recordó al auditorio el cambio de paradigma en el abordaje médico-científico del cáncer, enfermedad que cada vez causa mayor número de muertes debido al aumento de la esperanza de vida de la población, pero frente a la cual, al mismo tiempo, se dispone de estrategias más efectivas: “Hemos pasado de tratar a todos los pacientes con el mismo fármaco a seleccionar la indicación terapéutica a partir del fenotipo del enfermo”, explicó en alusión a los medicamentos biológicos. E incidió en que, mientras en el pasado reciente se ponía el acento en los factores pronósticos de la enfermedad, ahora se hace lo propio con los factores predictivos, esto es, “a quién y cómo se le debe tratar” y qué diana terapéuticas intracelulares son sensibles al fármaco empleado.

De izq. a dcha.: Pedro Luis Sánchez, director del Departamento de Estudios de Farmaindustria; Guillermo Ferrán, director general de Ordenación y Asistencia Sanitaria de la Agencia Valenciana de Salud; y Elisa Tarazona, directora de Organización y Gestión Asistencial de Ribera Salud, quien acudió en representación de Alberto de Rosa, director general del grupo.

Pedro Luis Sánchez, y, en la imagen de la dcha., Francisco Soriano, director general de Régimen Económico de la AVS.

De izq. a dcha.: Luis Fernando Martí Moreno, gerente del Hospital Clínico de Valencia; José Francisco Doménech Miguel, gerente del Hospital Quirón de Valencia; Manuel Marín Ferrer, gerente del Hospital de La Ribera; y Manuel Montánchez Morera, gerente del Departamento de Sagunto.

A pesar de que estos medicamentos resultan todavía muy caros, tanto la investigadora como Poveda dieron ejemplos concretos de ahorro a partir de su uso: solo en el Hospital de La Fe, en los últimos años se estima que se han evitado costes de más de dos millones de euros gracias al uso adecuado de las terapias biológicas. En este sentido, el propio Poveda ha advertido de que el uso de las nuevas tecnologías para mejorar la adherencia al tratamiento así como la monitorización de ésta ahorrarían más de 200.000 euros a los servicios de salud.

Amparo Rufino, directora médico del Hospital Clínico de Valencia; Melchor Hoyos y Javier Balau, gerente y director médico, respectivamente, del Hospital La Fe de la misma ciudad.

En la primera imagen, Santiago del Gallego, de Bayer. En la siguiente instantánea, Jaime Ávila y Sergio Gordillo, director de Proyectos y Socio de Improven, respectivamente, entre el público asistente al foro.

De izq. a dcha.: Luis Martí; Ana Lluch, jefe del Servicio de Hematología y Oncología Médica del Hospital Clínico Universitario de Valencia; y Manuel Montánchez Morera.

En la primera imagen, Javier Rojo, Victoria Ayala y Carlos Martínez, director comercial , directora médica y delegado en zona Levante, respectivamente, de la compañía Oximesa. En la siguiente imagen, Salvador Rupérez, director regional de Amgen, y Juan Selva, jefe del Servicio de Farmacia del Hospital General Universitario de Alicante.

De izq. a dcha.: Javier Calvo Catalá, jefe de Servicio del Hospital General de Valencia; Alberto Serrano, Key Account Manager de Roche Pharma; Rafael Ferriols, del Servicio de Farmacia del Hospital Clínico de Valencia; y Cristina Campos, médica adjunta en el General de Valencia.

En la primera fotografía, Joaquín Estévez junto con Juan Selva. En la siguiente instantánea, Miguel Ángel Máñez, director económico del Departamento de Sagunto (Valencia), y Victoria Ayala.

Vista del auditorio durante la jornada. A la dcha., José Luis Poveda y Melchor Hoyos.

 

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