Las mejoras tecnológicas han permitido un diagnóstico más precoz



11 may. 2014 17:20H
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Redacción. Madrid
La enfermedad de Crohn y la colitis ulcerosa son dos enfermedades en continuo crecimiento, y si bien la mayor incidencia se da en adultos de entre 20 y 40 años, en menores de 18 años su diagnóstico ha aumentado un 200 por ciento en los últimos años, según ha asegurado Fernando Luca de Tena, especialista del Centro Médico-Quirúrgico de Enfermedades Digestivas (CMED con motivo del Día Europeo de ambas enfermedades inflamatorias intestinales, que se celebra el próximo 13 de mayo.

Según ha recordado Luca de Tena, con un diagnóstico muy temprano, cuando aparecen los primeros síntomas, el desarrollo de la enfermedad es “mucho más positivo y la calidad de vida de los pacientes no se ve tan afectada”. En ambos casos, los síntomas se presentan en forma de brotes que pueden ser más o menos graves, siendo los más frecuentes diarrea, dolor abdominal, pérdida de peso y cansancio, sensación continua de querer hacer una deposición (tenesmo), fiebre y náuseas. Y en algunos casos requiere incluso hospitalizar a los pacientes para poder controlarlos.

Sin embargo, gracias a la mejoría en las técnicas diagnósticas, los especialistas pueden identificar más rápidamente la enfermedad y empezar a tratar a los pacientes. “Lo que está demostrado es que si al diagnóstico precoz le sumamos que las terapias de mantenimiento son realizadas correctamente por los pacientes, el número de brotes será menor además de disminuirse considerablemente la gravedad de los mismos”, ha asegurado Luca de Tena.
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