El sector bio del País Vasco ha experimentado un gran crecimiento en la última década



25 sept. 2012 19:42H
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Enrique Pita. Bilbao
El sector biotecnológico vasco ha crecido de forma exponencial en los últimos diez años hasta situarse como uno de los más pujantes del conjunto del Estado. Uno de los factores determinantes de este crecimiento ha sido la estrategia BioBasque, puesta en marcha en 2002 y que tiene reflejo en el actual Plan de Ciencia del País Vasco, vigente hasta 2015. El viceconsejero de Innovación y Tecnología del Gobierno vasco, Juan Goicolea, ha atendido a Redacción Médica en el transcurso de BioSpain 2012 para abordar esta situación.

El País Vasco ha sido sede a lo largo de este año de importantes encuentros relacionados con la investigación, la tecnología y la salud. Ahora, Bilbao acoge BioSpain 2012. ¿Por qué esta apuesta del Gobierno vasco para acoger este tipo de eventos?

La política científico-tecnológica del Gobierno vasco es quizá la más desarrollada a nivel autonómico dentro de España. Esta apuesta lleva en marcha desde los años 90, cuando fue clave para superar la crisis de aquella etapa y que a partir del año 2000 se ha abierto una nueva etapa para diversificar la economía y la apuesta es eminentemente científica y pasa por la biociencia y la biotecnología. También apostamos por la nanociencia, la movilidad, pero la biotecnología es clave, aunque partíamos de un sector donde teníamos poca capacidad científica y tecnológica.

Juan Goicolea.

Esta apuesta, que empezó en 2002, ha dado lugar a un sector económico de empresas y a unas instituciones científicas y tecnológicas de relevancia. Así contamos con dos centros de investigación cooperativa (Biogune y Biomagune); las universidades están produciendo resultados en el ámbito biotecnológico muy notables, y los centros tecnológicos están también en esa línea para aplicar la tecnología a las empresas.

Es, por tanto, un sector creo que bien estructurado y que ha pasado en este periodo de ser una apuesta por la generación del conocimiento a llegar realmente al mercado. En este momento la estrategia de desarrollo ya no pasa solo por potenciar sectores horizontales como la biotecnología, sino por elegir mercados objetivos donde podemos competir y donde tenemos ventajas competitivas. Así, la bio ya no es un fin sino un medio. De esta manera, una de las aplicaciones de la bio que está clarísima es la salud humana y dentro de eso el mercado del envejecimiento es clave.

En este sentido, Bilbao y el País Vasco en general está todavía infrarrepresentada en el mundo de las citas científicas y tecnológicas, en los congresos de referencia, etc. Ahora esto empieza a equilibrarse y en este momento somos un país abierto claramente y clara muestra de esto es el éxito de público y expositores en BioSpain.

Según ha anunciado el Gobierno vasco la estrategia BioBasque se va a ampliar hasta 2015. ¿Cuál es la razón para extender este programa?

Hay que puntualizar. La estrategia es hasta 2020, lo que ocurre es que BioBasque es un conjunto de directrices que se plasman ya en los planes de gobierno, y en este caso el Plan de Ciencia y Tecnología que era 2010-2015. BioBasque está claramente enmarcada dentro de este plan.

Además hay otras estrategias que llegan hasta 2020 y sirven para definir las líneas de actuación mientras que los planes incluyen ya una asignación de recursos, aunque no es una asignación presupuestaria dura.

¿Qué objetivos se marcan de aquí a 2020 más allá de abrir mercados?

El reto que tenemos ahora es consolidar el sector. En un principio era un sector formado por pequeñas empresas dedicadas a la investigación y descubrimiento y ahora se trata de que haya un mix. Es decir, que no sean en un 99 por ciento compañías dedicadas a la investigación con la esperanza de que alguien las compre. Ahora vamos a una situación en la que queremos que una parte muy significativa de la actividad de esas compañías llegue al mercado.

Uno de los mercados clave es el de la salud humana y en concreto el mercado de la cronicidad, pero también hay otros mercados como los industriales, que no podemos obviarla en el País Vasco, o el de la alimentación.

¿Las empresas que están naciendo en torno a este programa tienen algún tipo de participación del Gobierno?

No funciona así exactamente. Al poner en marcha una política científica hay que tener mucho cuidado porque no se trata de crear un sector público de biociencias. Lo que sí tenemos es programas de apoyo a la empresa, al emprendimiento, capital semilla, capital ventura, compra pública, etc. Se podría decir que tienen participación a través del capital riesgo, pero analizando el plan de negocio esa participación está sujeta a unas reglas de desinversión y con unos criterios de rentabilidad. Es decir, no hacemos ninguna inversión que no tenga unas condiciones de mercado en este sentido porque si no estaríamos quedándonos con un sector público de biociencias, que no es el objetivo.

¿Qué peso tienen las empresas biotecnológicas en la economía del País Vasco?

No tenemos aún una cifra definitiva, pero estamos aún un poco por debajo de la media nacional. Si a nivel español se habla de algo más del 5 por ciento de facturación sobre PIB, aquí estamos en torno a un 3 por ciento. Aún así, la previsión es crecer en los próximos años porque es lo que está ocurriendo en los últimos años, es lo que estamos observando y lo que dicen las estadísticas. Se está creando empleo e inversión.

Un detalle es el número de citas que nos solicitan en ferias internacionales. Por ejemplo en la feria de biotecnología de Boston, que es la más importante del mundo en el sector, España fue el país que más citas concitó, y sobre ello, el 15 por ciento iban a empresas vascas.

En BioSpain se ha hablado mucho de internacionalización. ¿Qué proyección internacional tiene la biotecnología vasca?

Las empresas de biotecnología y biociencia son de unas características que prácticamente, salvo pocas excepciones, nacen globalizadas o no nacen. Ahora bien, hay internacionalización pasiva e internacionalización más activa en la que la empresa se posiciona y sabe cómo aprovecharse de ello. De las 70 empresas o grupos de biotecnología que hay en el País Vasco hay cinco que en este momento tienen una posición capacitada para abordar el entorno internacional con éxito.

BioSpain ha acogido la presentación del cluster de biotecnología del País Vasco. ¿Cuál es el objetivo?

Este es un cluster recién nacido que reúne a 30 de las 70 empresas biotecnológicas que hay en el País Vasco. Además de defender su posición como cualquier asociación empresarial, funcionará alrededor de la cooperación en diversas áreas: internacionalización, I+D y la creación de un entorno que les permita desarrollarse. Es una organización autónoma aunque está en contacto directo con nuestro Departamento de Industria, desde donde una serie de técnicos les ayudan en su actividad, y, además, el Gobierno les da un pequeño apoyo económico. La creación del cluster implica que el sector tiene madurez

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