"Es una situación catastrófica que no tiene ningún sentido", según Rafael Esteban, del Vall d’Hebron



21 dic. 2014 16:59H
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Redacción. Madrid
La Asociación Española para el Estudio del Hígado (AEEH) ha mostrado su rechazo ante las condiciones de uso impulsadas por el Ministerio de Sanidad, Servicios Sociales e Igualdad para los nuevos fármacos para la hepatitis C y no recomienda tenerlas en cuenta ya que son "obsoletas", limitan las posibilidades de tratamiento de muchos pacientes e incluso pone en riesgo su salud.

Esta entidad, que representa a la práctica totalidad de los hepatólogos españoles, critica por un lado los informes de posicionamiento terapéutico (IPT) publicados hace un mes por el Ministerio para los dos nuevos fármacos aprobados en los últimos meses, el 'Solvaldi' (Gilead) y el 'Olysio' (Janssen) y que incluye conclusiones "obsoletas y extraordinariamente restrictivas, superadas por la evidencia científica actual".

Asimismo, también han cuestionado la estrategia terapéutica que posteriormente ha publicado el departamento para su uso en el Sistema Nacional de Salud (SNS), ya que también está "completamente al margen de la evidencia científica" y genera "nuevos problemas" para poder tratar a sus pacientes.

"Es una situación catastrófica que no tiene ningún sentido", según ha destacado en declaraciones a Europa Press el jefe del Servicio de Medicina Interna-Hepatología del Hospital Vall d'Hebron de Barcelona, Rafael Esteban, que cree que algunas de las recomendaciones del Ministerio "perjudican gravemente a los pacientes".

Entre las principales limitaciones, este experto ha denunciado que haya barreras en el uso de estos nuevos fármacos cuando su eficacia "está totalmente demostrada" a través de numerosos estudios científicos, que hacen que su uso esté recomendado en las guías de práctica clínica en Europa y Estados Unidos.

Además, ha defendido que también hay "experiencia real" de su uso con más de 5.000 pacientes tratados en Estados Unidos, donde ha demostrado que la combinación de estos nuevos antivirales orales de acción directa logran una eficacia superior al 85 por ciento, con independencia de que presenten cirrosis y hayan recibido o no tratamiento previo.

Los estudios se han centrado en la combinación de 'Sovaldi' tanto con 'Olysio' como con daclatasvir, aprobado esta misma semana en España, ya que por el momento este fármaco, cuyo principio activo es el sofosbuvir, es "el que tiene más eficacia y no crea resistencia", ha aseverado Esteban.

La AEEH critica que las barreras del Ministerio afectan de manera especial a los pacientes trasplantados, que "no podrán ser tratados con regímenes sin interferón a menos que se encuentren en una situación que comprometa sus vidas a corto plazo; y también "limita innecesariamente" la utilización de estos fármacos en pacientes con fibrosis avanzada "a menos que ya hayan desarrollado una cirrosis hepática".

Del mismo modo, los hepatólogos han denunciado que las condiciones de uso no ofrecen alternativas de tratamiento a un número importante de pacientes que no han respondido a otros tratamientos previamente, y "pone en riesgo la salud de los pacientes" al recomendar para algunas situaciones tratamientos "completamente obsoletos" con telaprevir o boceprevir, que "tienen una elevada incidencia de efectos adversos graves".

"Por eso llamamos al incumplimiento, porque creemos que algunas de estas recomendaciones perjudican gravemente a los pacientes. Hoy en día, ofrecer interferón a un paciente con interferon no tiene razón de ser e incluso puede ser peligroso, y nosotros no podemos recomendar eso", ha insistido Esteban.

Este experto no entiende los motivos que llevan al Ministerio a establecer estas restricciones y cree que "la única razón puede ser la económica". "Pero eso también es un error grave, porque tratan a muchos pacientes sin curarlos, lo que causa más efectos adversos y es menos coste-efectivo", ha añadido.

Además, este experto asegura que "los precios han bajado" y se pueden negociar o buscar acuerdos a largo plazo. "Hay que hacer un plan nacional como se hizo en su momento con el sida, con una dotación presupuestaria extraordinaria, para abordar la llegada de medicamentos útiles que curan una enfermedad muy grave si no se trata. Es un problema de prioridades", ha insistido.

Esteban ha recordado también como la situación está propiciando que haya pacientes que protesten en las consultas y ha recordado el caso del Hospital 12 de Octubre de Madrid, donde varios pacientes han iniciado un encierro con la intención de conseguir que los pacientes en situación de cirrosis puedan recibir estos fármacos de última generación.

"Los pacientes están angustiados de ver que hay una herramienta que los puede curar y no se les aplica. Es una situación de inequidad absoluta, sobre todo cuando la Constitución declara que la cobertura sanitaria es universal", ha denunciado.

Una situación que también afecta a los propios hepatólogos, que son los que están "en la trinchera" y deben atender las quejas cada día en las consultas.

Además, también genera "confrontaciones internas" con los servicios de farmacia hospitalaria o la gerencia de los hospitales, que pueden denegar el uso de estos fármacos en caso de que la prescripción del hepatólogo no cumpla los criterios del Ministerio.

La AEEH celebró el mes pasado una conferencia de consenso en la que recomendaron la utilización de tratamientos con nuevos antivirales orales en todos los pacientes con fibrosis significativa no solo basados en criterios de eficacia, sino también de seguridad y eficiencia, y por ello piden a Sanidad que "reconsidere" sus recomendaciones iniciales y pongan en marcha una "auténtica" estrategia nacional de tratamiento de la hepatitis C "que tenga en cuenta a los expertos clínicos y a los pacientes".
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