El turismo sanitario prevé facturar 500 millones de euros en 2015

Cristina Alcalá. Madrid
España lleva años consolidándose como referente turístico mundial. Su ubicación geográfica y la amplia oferta le hacen perfilarse como el tercer destino más visitado en el último año. Una oferta que estaría completando, en los últimos tiempos, con el ramo de salud, un segmento que va ganando cada vez más peso dentro de este sector y que prevé facturar cerca de 500 millones de euros en este año.

Carlos Rus, gerente de la FNCP y Ana Larrañaga, directora de Fitur.

“En 2010, este campo registró 140 millones de euros, cifra que se podría elevar a 277 millones para este año”, explica a Redacción Médica Carlos Rus, gerente de la Federación Nacional de Clínicas Privadas (FNCP) y secretario general de Spaincares, el cluster que esta organización ha instalado en la última edición de la Feria Internacional de Turismo (Fitur). “Aunque, con el impulso de Spaincares pretendemos alcanzar los 1.000 millones de euros en los próximos cinco años”.

Unas cifras que evidencian que la crisis económica no ha afectado al turismo de salud en España. De hecho, su implantación en el país ha sido muy reciente y su auge se debe al perfil de público al que se dirige: personas de entre 35 y 50 años procedentes, principalmente, de Rusia, Alemania, Emiratos Árabes y los países nórdicos, y con poder adquisitivo medio-alto, el único que puede “atender los costes derivados de la atención y el tratamiento sanitario, así como el resto de la factura derivada de la manutención, alojamiento y ocio”, afirma Ana Larrañaga, directora de Fitur.

En concreto, los últimos datos de la Encuesta de Gasto Turístico (Egatur) de 2013 revelan que el turista de salud gasta en España alrededor de 1.200 euros diarios, o lo que es lo mismo, diez veces más que el convencional, que solo desembolsa, de media, 122 euros al día. Los turistas más jóvenes se decantan por tratamientos de medicina estética o de fertilidad, mientras que las personas mayores deciden pasar largas temporadas en residencias del país.

La elección de España como destino turístico de salud no es casual, tal y como explica Rus. Su clima cálido, sus infraestructuras y su amplia oferta gastronómica, cultural y de ocio no son los únicos factores que hacen del país el segundo punto más visitado del mundo. Pero otras circunstancias como la elevada esperanza de vida, su estabilidad y seguridad jurídica, y su alto número  de centros acreditados por la International Joint Commission hace también de España un referente en este campo, según indica el gerente de la FNCP.

“Nuestra oferta de servicios destaca por su elevada calidad, la variedad de las especialidades y tratamientos y, sobre todo, por la alta cualificación, prestigio y reconocimiento internacional de sus profesionales. Todo esto con una oferta realmente competitiva en precios”, explica.

Un sector impulsado por la privada

Hasta el momento, este tipo de turismo únicamente se está nutriendo con la aportación de la sanidad privada, con más de 50 centros médicos, entre hospitales y centros especializados, lo que supone una oportunidad de empleo, principalmente, para médicos y enfermeros que quieran trabajar en este campo.

Sin embargo, gracias a la Directiva Europea de Asistencia Sanitaria Transfronteriza “se abre la puerta a que los pacientes del continente reciban tratamientos en nuestro país, tanto en centros públicos como privados, que luego son abonados por su país de origen”, explica Rus.

El papel de Spaincares en Fitur

El cluster de la FNCP, que agrupa a todo el sector turístico que se centra en salud, nació en 2014 pero no ha sido hasta este año cuando se ha presentado de forma oficial a la edición de Fitur. Una puesta de largo que tanto Rus como Larrañaga califican de “todo un éxito”, tanto en lo referente al número de empresas expositoras (cerca de 16) como en la cantidad de asistentes al ciclo de conferencias organizadas (unas 2.000 personas que provenían de diferentes sectores).

“Spaincares es el buque insignia del turismo de salud en España. El proyecto surge de la unión de las principales asociaciones del sector turístico y de la salud y, desde su nacimiento, ha tenido un papel armonizador y transversal a la hora de aglutinar toda la oferta de turismo de salud española bajo una misma marca que, además, es propiedad del Estado desde el pasado mes de octubre”, relata Carlos Rus. “Nuestra filosofía es apostar por una oferta global potente que nos permita competir con otros países. Las empresas e iniciativas que forman Spaincares en el fondo compiten entre ellas, por lo que lo primero que hay que conseguir es que los pacientes decidan venir a España en vez de a Turquía o Alemania”.

No obstante, queda mucho camino por recorrer. España tiene que consolidar una oferta potente y de calidad con la que salir al mercado y, para ello, es esencial contar con el apoyo total de la Administración.

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