Enrique Pita / Fotografía: Pablo Eguizábal. Madrid Uno de los grandes problemas para la innovación en España es que “aún no nos creemos la importancia que la I+D tiene sobre la competitividad”, ha destacado Mulet, que también se ha referido a la opinión de más de un centenar de expertos que recoge el estudio sobre la evolución del sistema español de innovación y que este año refleja una importante preocupación por su salud. El Informe, que recoge datos hasta 2010, señala que el gasto en I+D en España se había estancado durante los años de la crisis, con cifras muy similares en 2010 (14.588 milllones corrientes) con respecto a 2009 (14.582), de forma que en términos de Producto Interior Bruto el gasto se ha mantenido en el 1,39 por ciento. Sin embargo, Mulet ha resaltado que las perspectivas son menos halagüeñas, ya que según la estimación para 2011, basada en la proyección elaborada por el Instituto Nacional de Estadística, “baja un poco” en términos de gasto corriente. Lo más grave es, desde su punto de vista, la pérdida de competitividad de la economía española, un aspecto del que no escapa el sector innovador. Así, a diferencia de lo que ocurre en países como Francia o Alemania, el gasto en I+D por habitante ha disminuido. En este sentido Mulet ha asegurado que “falta conciencia social de la importancia de la innovación con respecto a la competitividad”, lo que se aprecia en el descenso del número de empresas con actividad de I+D, que ha pasado de 15.049 en 2008 a 11.481 en 2010, si bien esto no significa que hayan cesado su actividad industrial, sino que han dejado de hacer innovación y desarrollo. El 46 por ciento de los expertos considera que la situación “ha empeorado”
En cuanto a la opinión de los expertos consultados por Cotec, el 46 por ciento considera que la situación ha empeorado en el último año, frente a un 13 por ciento que opina que ha mejorado. La tendencia que más expertos consideran que se deteriora es la disponibilidad de fondos públicos para la I+D+i, seguida por la capacidad tecnológica competitiva de la economía española a escala mundial. En el extremo opuesto, la única tendencia sobre la que cerca del 50 por ciento opina en positivo es la referente a la concienciación de investigadores y tecnólogos sobre la necesidad de responder a las demandas de innovación de los mercados. |