El presidente de Asociación de Enfermos y Trasplantados de Corazón y Pulmón de Euskadi (Atcore) recuerda que el carnet de donante no es definitivo



2 dic. 2015 13:56H
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Redacción. Madrid
El 10 por de las familias de Euskadi se niega a que sus familiares fallecidos donen órganos. A pesar de estos datos, la autonomía vasca sigue estando a la cabeza en número de donaciones con un ratio de entre 225-250 intervenciones al año, según datos ofrecidos por el presidente de Asociación de Enfermos y Trasplantados de Corazón y Pulmón de Euskadi (Atcore), José Antonio Arteaga Artaraz.

La información ha sido publicada en el marco de la Semana del Corazón y Pulmón de Euskadi que reúne varias iniciativas divulgativas y abiertas para sensibilizar a la población sobre la importancia de la donación de órganos, y de adoptar hábitos de vida saludables para evitar la aparición de enfermedades de corazón o de pulmón que hagan necesaria la donación para la supervivencia de un individuo.

Arteaga Artaraz ha recordado que “salvo que una persona lo ponga de manifiesto en un testamento vital, el carnet de donante no es definitivo”. “Que una persona tenga un carnet de donante, no es definitivo para llevar a cabo un trasplante. Debe haber un testamento vital. Siempre se pregunta a la familia, aunque no ha habido una negativa familiar cuando se sabe de la presencia del carnet porque refleja su intención de donar sus órganos”, ha insistido.
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