Redacción. Madrid
Antonio Campos, académico de número, hombre que destaca por su capacidad de diálogo, sería un buen interlocutor con el Gobierno debido a su experiencia como alto cargo en uno de los gabinetes de José María Aznar. Ha participado activamente en la elaboración del Diccionario de Términos Médicos, y ha mostrado su compromiso con la creación del Museo. Ya ha ostentado cargos muy significativos, como director del Instituto Nacional de Salud Carlos III desde 2000 a 2004, miembro del consejo asesor de ciencia y tecnología desde 2000 a 2004, presidente de la Conferencia Nacional de Decanos de Facultades de Medicina entre 1996 y 2000, y presidente de la Asociación Europea de Facultades de Medicina entre 2000 y 2001, por citar algunos. Campos nació en San Fernando (Cádiz) en 1951, es licenciado y doctor por la Facultad de Medicina de Cádiz con Premio Nacional Fin de Carrera y Premio Extraordinario, y es catedrático de Histología la Facultad de Medicina de Granada desde 1981.
Por su parte, Joaquín Poch juega entre sus bazas continuar la buena labor desarrollada por Manuel Díaz-Rubio durante estos últimos cuatro años. Él ha sido una parte importante de esa junta directiva que ha logrado impulsar una institución que se encontraba algo dormida, mirando más al pasado que el futuro, un rumbo que se ha logrado corregir. Poch nació en Barcelona en 1946. Doctor en Medicina en la Universidad Complutense (1971), amplió estudios en Munich y en Estrasburgo. Dirige el Servicio de Otorrinolaringología del Hospital Universitario de San Carlos. |