Colaboran con el Hospital Vall d'Hebrón, La Fe, el Materno-Infantil de Málaga y el Niño Jesús



SE LEE EN 11 minutos
Laura G. Rueda / Madrid
La Fundación Ronald McDonald ofrece hogares a niños que deben recibir tratamientos de larga duración lejos de sus hogares y a sus familias. Presente en nuestro país desde 1997, dispone de cuatro casas en Barcelona, Madrid, Valencia y Málaga. Publicación de RSS ha entrevistado a su gerente en España, que nos ha explicado en qué consiste su trabajo.

Bataller posa junto a la maqueta de una de las casas.

¿Qué es la Fundación Infantil Ronald McDonald?

Para que se entienda concretamente lo que hacemos, hay que ponerlo con un ejemplo: una familia de Albacete tiene un hijo con una leucemia, o una cardiopatía o fibrosis quística, y, como consecuencia del tratamiento, les derivan a un hospital que está lejos de donde ellos viven.  A partir de ahí se inicia una cuestión que nadie ve habitualmente. Todo el mundo ve lo difícil que es la situación del crío, pero nadie ve lo que ocurre para la familia. Y para la familia supone vivir en pensiones u hoteles durante años, intentar que el chaval no se dé cuenta de la situación anímica y económica que atraviesan; dejar al hermano viviendo en la otra ciudad… Es una locura y ahí entramos nosotros.

Lo que hacemos es construir y mantener  casas pegadas a los hospitales de referencia que atienden a población que vive fuera de la ciudad en cuestión y, en concreto, a familias que tienen un hijo en tratamiento médico de larga duración.  Esas familias, mientras está su hijo en tratamiento, se hospedan en las casas Ronald McDonald sin ningún coste.  Llevamos haciendo esto desde 1974, tenemos más de 330 casas por todo el mundo y en España estamos construyendo ahora la cuarta.

¿Desde qué año estáis en España?

En España estamos desde 1997, pero la primera casa se abrió en 2002 en Barcelona, cerca del Hospital Vall d’Hebron, básicamente le da servicio a este centro, aunque también a otros hospitales de la ciudad. Luego abrimos la casa de Málaga, que está pegada al Hospital Materno-Infantil; en 2013 hemos abierto la casa de Valencia, en el nuevo Hospital de la Fe, y actualmente estamos construyendo una casa dentro del recinto del Hospital del Niño Jesús, en Madrid,  que ya está casi terminada y que esperamos que esté abierta para abril o mayo.

¿Cuál es la relación que os une con McDonald’s?

Yo siempre digo que somos sus hijos adoptivos. McDonald’s canaliza toda su obra social a través de la Fundación Infantil Ronald McDonald. La fundación fue creada hace décadas en EE.UU. por un jugador de fútbol norteamericano que tenía una hija con leucemia y se dio cuenta de que había más chavales en la misma situación, pero que él tenía recursos y los otros no, y decidió buscar dinero para dar una solución a este problema. El dinero básicamente lo consiguió a través de su equipo de fútbol, de los doctores y de los restaurantes McDonald’s. En ese momento se construyó la primera casa Ronald McDonald y, desde entonces, McDonald’s ha estado dando su constante apoyo de forma que, toda su obra social, a diferencia de otras entidades que lo reparten, lo canaliza a través de esta fundació;  y todos sus empleados asumen la fundación como algo que llevan dentro del corazón; lo que nos permite a nosotros, entre otras cosas, poder hacer las casas que hacemos.

¿En cuántos países estáis presentes?

Estamos presentes en más de cincuenta y tenemos casas en más de treinta.

La aportación económica de McDonald’s a la fundación es más de un millón de euros al año, ¿qué se hace con ese dinero?

Construir. Sólo mantener una casa cuesta unos 300.000 euros al año. Esto es sólo el  mantenimiento, porque las familias no pagan nada; y el coste de construir una casa depende del  tamaño y de cuántas familias pueden alojarse en ella. El de la casa de Madrid, por ejemplo, está rondando los tres millones y medio de euros y se trata de un espacio de 3.000 metros cuadrados donde pueden alojarse 23 familias simultáneamente, con apartamentos individuales donde pueden hospedarse entre tres y seis personas, porque las familias pueden venir con hermanos, tíos, abuelos, etc. ya que la idea es que la familia esté junta. Además, tiene gimnasio para que los padres descarguen la tensión, seis cocinas, cuatro salones, una nevera por familia, comedores y zonas de juego y manualidades para los niños. Es decir, es un espacio muy grande donde las familias comparten, se apoyan, conviven y se relajan.  Un espacio así supone una inversión muy grande. Y, además, son casas tecnológicamente muy avanzadas para garantizar la mayor calidad de vida para las familias durante el tiempo que van a estar alojadas.

¿Podría resumir brevemente, y al margen de las características técnicas, qué son las casas Ronald McDonald?

Un hogar fuera del hogar. Nosotros les damos a las familias un espacio que queremos que sea un hogar y que las familias van a considerar un hogar. Y como tal están diseñadas. Desde la esquina más pequeña, hasta los colores o los muebles hacen que la gente se sienta como en su propia casa. Ese es nuestro objetivo.

Sin la ayuda de la fundación, ¿qué coste supondría para la familia estos traslados hasta el hospital?

En la mayor parte de los casos o el padre o la madre pierde el trabajo y basta hacer un cálculo de lo que puede suponer alojarse por noches en hoteles o pensiones el tiempo que dura el tratamiento. Los 40, 50 o 60 euros diarios no se los quita nadie. Y eso es un mínimo durante todo el tiempo que tengan que estar desplazados.

El coste medio aproximado que nosotros tenemos calculado, aunque depende mucho de la duración, etc. es de unos 4.500 euros por familia y tratamiento. Por ejemplo, las familias que residen en nuestras casas tienen una media de cuatro ingresos por enfermedad y, a su vez, la duración media es de 13 o 14 días. Pero hay familias que han estado meses o, incluso, años, porque nosotros no ponemos un límite, el límite es lo que dure el tratamiento que sea necesario.

Gerente de la fundación en España.

De alguna manera, os hacéis cargo de una necesidad asistencial que no cubre el Estado.

Sin duda alguna. Los hospitales son los primero que tienen muy claro qué es esto. Siempre decimos que llegamos allí donde el médico no puede llegar, dentro de lo lo que es necesario para la rehabilitación total. Nosotros no prestamos ningún servicio médico, no hay enfermeros, trabajadores sociales ni psicólogos en la casa porque para eso está el hospital, nosotros prestamos ese otro servicio, les ofrecemos el lugar dónde se quedan, donde pueden alojarse y sentirse cómodos. Además, en muchas ocasiones sirve para liberar camas en el hospital, aunque no sea el objetivo de las casas.

¿Cómo funciona el acceso a las casas? Es decir, ¿cómo puede una familia que se ve en esta situación solicitar vuestra ayuda y cómo seleccionáis los casos?

Debe hablar con el hospital y con los trabajadores sociales. Nosotros solo aceptamos familias que están ya en tratamiento, de modo que son los servicios sociales del hospital quienes nos  llaman y nos preguntan si hay disponibilidad de habitación para casos concretos. Para nosotros tiene preferencia aquel cuya residencia está más lejos del hospital siempre que no haya una incompatibilidad inmunológica con el que ya está dentro de la casas. El resto de decisiones médicas y sociales las toma el hospital.

¿Con qué hospitales colaboráis en España?

Hay un hospital de referencia por casa, pero eso no quiere decir que sea en exclusividad, si el hospital no cubre las plazas disponibles, pueden acceder otros centros. En Barcelona el hospital de referencia es el Vall d’Hebron; en Málaga, el Hospital Materno-Infantil, en Valencia, La Fe y en Madrid el del Niño Jesús.

Y la idea es seguir creciendo.

Con calma. Son proyectos que requieren grandes inversiones. Nosotros solo construimos cuando estamos muy seguros, no sólo de que podemos hacerlo, sino de que dentro de 30 años vamos a estar dado en mismo servicio que damos ahora. Hemos hecho una gran expansión en los últimos tres años que es cuando se han construido estas las tres últimas casas y la idea es que a partir de 2016 volvamos a ver nuevos proyectos.

Además de las casas, la fundación lleva a cabo otros proyectos como el Programa Sala Familiar o el Programa Clínica Móvil. ¿Puede contarnos algo más sobre ellos?

En España todavía no desarrollamos estos programas, pero eso no quiere decir que nos lo hagamos en un futuro. Aquí nos hemos centra do en esta primera etapa en las casas, que es lo más necesario. Los ‘Family Rooms’ o ‘Salas familiares’ son el mismo concepto de una casa pero dentro del propio hospital, no en el recinto. Y las familias no residen allí, las familias se pueden lavar la ropa, echar una siesta, descansar, etc., pero no se quedan a dormir. Este programa en España no lo hemos llevado a cabo básicamente porque los hospitales no tienen mucho espacio y es más sencillo hacerlo fuera.

En cuanto a las clínicas móviles, es un proyecto precioso.  Se trata de grandes camiones que llegan a un sitio y se abren modularmente para transformarse en, desde una clínica oftalmológica, hasta una unidad para tratar cardiopatías; lo que sea necesario. Son proyectos que tienen mucho éxito en Latinoamérica , Asia, Europa Oriental y Estados Unidos.  Para llevarlo a cabo hacen falta grandes espacios donde puedan moverse y zonas rurales, o incluso urbanas, sin servicios sociosanitarios cerca.  Por eso en Europa no ha terminado de funcionar, solo hay una en Polonia, otra en Letonia y se está haciendo la primera experiencia en Alemania. No lo descartamos, puede ser un programa muy bonito a futuro, pero ahora no estamos centrados en ello.

Os autodenomináis “los hijos adoptivos de McDonald’s. Sin su apoyo económico, vuestra labor no sería posible. ¿Tienen las grandes corporaciones como  McDonald’s el deber de contribuir a mejorar la sociedad en la que realizan su actividad con iniciativas como ésta?

Todos tenemos la obligación de contribuir con nuestro entorno, del que formamos parte. A las grandes corporaciones les sucede lo mismo. McDonald’s, y lo digo de corazón porque lo veo a diario, lo que es es un ejemplo.  Es una empresa que tienen una causa social en su propio corazón, que la lleva todos los días ahí, y de la que se siente muy orgullosa. Y sería muy bueno que hubiera muchos más ejemplos como el de McDonald’s en las sociedad Española
Las informaciones publicadas en Redacción Médica contienen afirmaciones, datos y declaraciones procedentes de instituciones oficiales y profesionales sanitarios. No obstante, ante cualquier duda relacionada con su salud, consulte con su especialista sanitario correspondiente.