El enfoque multidisciplinar de la patología diabética permitirá mejorar la situación clínica del paciente



27 nov. 2014 12:52H
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Sandra Melgarejo / Imagen: Miguel Fernández de Vega. Madrid
El Servicio de Endocrinología del Hospital Universitario HM Montepríncipe, en Boadilla del Monte (Madrid), ha puesto en marcha recientemente la Unidad de Pie Diabético. Según la jefa de Servicio, Pilar García Durruti, se trata de una iniciativa pionera en nuestro país que tiene un objetivo fundamental: evitar las amputaciones. La especialista espera evitar “prácticamente todos” estos procedimientos, que considera que deben formar parte del pasado.

¿De quién fue la iniciativa de crear la Unidad de Pie Diabético?

La organización multidisciplinar de la unidad.

De nuestro Servicio de Endocrinología. Trabajamos en un hospital con recursos humanos y materiales más que suficientes para ponerla en marcha –contamos con un Servicio de Cirugía Vascular de vanguardia– y considerábamos que existía la necesidad por la gran cantidad de pacientes diabéticos que vemos. Además, creemos que el problema del pie diabético sigue en el mismo punto que hace diez años, es como si no hubiéramos avanzado en esta parte de la complicación de la diabetes. Sinceramente, es algo muy preocupante porque la mayoría de casos severos acaba en amputación, algo tremendamente traumático.

¿Por qué consideran que no se ha avanzado?

Porque no estamos viendo que disminuya la incidencia de amputaciones. Los pacientes llegan en fases ya avanzadas porque desconocen cómo empieza el proceso de úlcera o mal perforante plantar. Desconocen que, a veces, empieza simplemente por una pequeña dureza en el pie porque apoyan mal o por una pequeña rozadura. No están adecuadamente informados y, por lo tanto, no se hace una prevención eficaz. Y, precisamente, eso es lo que vamos a mejorar ahora: en primer lugar vamos a hacer prevención primaria junto a los podólogos para evitar la aparición de úlceras en las zonas de mayor presión y, en el caso de pacientes con una arteriopatia distal ya establecida, vamos a utilizar las últimas técnicas de revascularización para evitar las amputaciones.

¿A qué se debe esa falta de información de los pacientes?

Quizá a que los médicos, en general, no prestamos la suficiente atención a la exploración de los pies de las personas con diabetes hasta que no presentan las primeras lesiones. Y los medios de comunicación tampoco han profundizado en este tema, a pesar de su importancia: la diabetes es una enfermedad crónica que afecta al seis por ciento de la población; creo que merecería muchas más campañas informativas. Y evidentemente, y como es ya habitual, también falta apoyo por parte de las autoridades sanitarias, que derivan recursos escasos a programas de información y prevención.

De ese seis por ciento de diabéticos, ¿qué casos son susceptibles de acudir a la unidad?

Claves para prevenir el pie diabético.

Afortunadamente, es una complicación que vemos en pacientes de más de 60 años con diabetes de muy larga evolución y que llevan más de 15 o 20 años diagnosticados. Es decir, pacientes que debutaron cuando los diabetólogos contaban con menos herramientas terapéuticas para el control de la diabetes y para la detección precoz de esta complicación. No son muchos los pacientes con este problema, pero mientras haya uno al que se le tenga que amputar un solo dedo del pie, ya merece la pena poner en marcha una unidad así para evitarlo. La prevalencia, según diversos estudios, oscila entre el 0,1 y el 0,5 por ciento, si bien en algunos estratos poblacionales alcanza el ocho por ciento. España es el segundo país del mundo, solo superado por Estados Unidos, con más amputaciones de miembros inferiores a causa de la diabetes tipo 2, con una tasa de 3,19 por cada 1.000 afectados.

El riesgo de que un enfermo diabético sufra una amputación menor y/o mayor en la extremidad inferior es muy elevado con respecto a la población no diabética. Numerosos estudios aseveran que la incidencia acumulativa de amputaciones en la población a la que se diagnostica la diabetes antes de los 30 años y con una evolución de más de diez, supera el cinco por ciento en la de tipo 1 y el siete por ciento en la de tipo 2.

¿Qué técnicas de revascularización se emplean en pie diabético?

El equipo de cirugía vascular del centro está trabajando con las técnicas más avanzadas de tratamiento endovascular. Lo que antes pensábamos que solo se podía hacer en arterias grandes, ahora también se puede hacer en arterias tan pequeñas como las del pie. Vamos a poner en marcha un protocolo para ser capaces de recuperar un pie isquémico y evitar que esa isquemia avance hacia una necrosis o una gangrena y haya que amputarlo. Es un protocolo de trabajo en el que, si todo va fenomenal, vamos a conseguir demostrar que, con una buena prevención y unas técnicas de vanguardia, se puede disminuir la incidencia de amputaciones, procedimiento que me parece del siglo pasado y que tenemos que erradicar. Es tremendo que, hoy en día, todavía ingrese gente en un hospital para ser sometida a una amputación. Considero un triunfo el hecho de que podamos llegar a tiempo y revascularizar el pie.
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