La Revista

Federica Montseny llegó al Gobierno con ideas revolucionarias, como el primer proyecto de ley del aborto

La primera mujer ministra de España: de Sanidad y anarquista
Federica Montseny durante un mitin en la Plaza Monumental de Barcelona.


3 mar. 2020 9:25H
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Se cumplen 84 años desde que Federica Monsteny se convirtiese en la primera mujer española que se puso al frente de un ministerio, un cargo que hasta entonces estaba reservado a los hombres. Concretamente, fue el de Sanidad y Asistencia Social, cartera que asumió el 4 de noviembre de 1936 y que dirigió hasta el 17 de mayo de 1937. 

Se trata del final de la II República, época que todos los historiadores modernos coinciden en que fue el periodo máximo de conseguir la igualdad, aunque todavía queda mucho camino en la lucha por los derechos de la mujer. Tras la Guerra Civil y la llegada del franquismo, España fue hacia atrás, sobre todo en este aspecto. 

En este contexto, Federica Montseny acepta el cargo ministerial. Lo hace, según los diarios de la época, con grandes dudas porque ella, militante anarquista, siempre declaró su antigubernamentalismo. Decide dejar esta conciencia de lado y aceptar esta nueva tarea porque la situación lo justifica. "La mujer está obligada a tomar la libertad si no se la dan", es una de las frases de la política. 

Si bien, aunque no llegó a estar seis meses en el Gobierno, en este pequeño espacio de tiempo sí le dio tiempo a poner encima de la mesa iniciativas revolucionarias para aquella época. Quizá la más destacada fue el primer proyecto de ley del aborto en España, al que se opusieron otros ministros y que nunca llegó a ejecutarse.

Federica Montseny fue una revolucionaria para su época.

Además, fomenta un cambio en el concepto de sanidad pública y bienestar social y busca reestructurar los servicios médicos, ya que cree en su descentralización y su vinculación con el entorno social. Creó lugares de acogida para la infancia, comedores para embarazadas y una lista de profesiones a ejercer por personas con discapacidad.

A pesar de la escasa duración de Federica Montseny al frente de la Sanidad en un momento crítico en la historia de España, su labor fue muy efectiva, aunque se vio limitada tras su salida del Gobierno debido a los sucesos de  mayo de 1937. No obstante, su nombre siempre se recordará por su lucha por los derechos de las mujeres. 


Exilio y legado


Tras el final de la Guerra Civil tuvo que exiliarse a Francia, tras ser perseguida por la policía nazi y franquista, lugar en el que vivió en libertad vigilada hasta 1944. En Toulouse, donde se instaló, siguió trabajando por sus ideas, publicando artículos y dirigiendo periódicos anarquistas como CNT y Espoir.

Con la llegada de la democracia a España en 1977 regresó y continuó con su activismo en pro de la CNT y del anarquismo, donde tuvo gran prestigio hasta su muerte. En sus últimos años se opuso firmemente a los Pactos de la Moncloa y al recién instaurado sistema político constitucional español. 

Un gran número de calles de la geografía española llevan el nombre de Federica Montseny, así como institutos, centros de salud y bibliotecas. "Tenía un carácter animoso, entusiasta. De mi madre recuerdo su gran afabilidad pero también su gran firmeza en los momentos necesarios. Dedicó sus energías y su honestidad en la militancia, para defender los derechos humanos para que la sociedad fuera más justa y más libre", dijo Vida, la hija primogénita de Frederica Montseny, en una entrevista en el Diario de Mallorca.

Intervención de la exministra en Barcelona en 1977. 


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