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Jorge Martínez, el número 1 del MIR, enciende los motores para destacar en Cardiología

Jorge Martínez, el número 1 del MIR.


18 mar. 2017 20:00H
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POR JOSÉ A. PUGLISI
Para Jorge Martínez no es sorpresa ser el número 1. El médico cartagenero es el primer sanitario de su familia, uno de los mejores estudiantes de la Universidad de Murcia y el líder de la actual convocatoria del MIR. Su éxito, sin embargo, no se le sube a la cabeza. Reconoce que la formación sanitaria no es una competición, aunque esto no ha sido cortapisa en sus esfuerzos por destacar desde el grado sanitario y, ahora, en el MIR. Con la efervescencia de la fama sanitaria aún en su día a día, afirma estar listo para “la marcha” de Cardiología. No solo para curar corazones, sino incluso para hacer frente a uno de los monstruos que más asusta a los residentes: las temidas guardias de hasta 32 horas.  

¿Cómo y cuándo comenzó su pasión por la Medicina?

Jorge Martínez durante su acto de graduación.

No lo tienes realmente claro hasta que estás dentro. Es cierto que en bachillerato tienes que decidirte por una rama del conocimiento y, en mi caso, en toda la ESO me gustó muchísimo profundizar en el conocimiento del cuerpo humano, al mismo tiempo que admiraba la profesión de médico. A esa edad les ves como profesionales con muchísimo conocimiento y que ayudan a las personas. Me pareció un trabajo muy bonito, y decidí ir a la rama de Ciencias de la Salud.

En su caso, ¿la pasión por la ciencia es una herencia recibida?

No, no hay ningún sanitario en mi familia, Nadie, absolutamente nadie. Cuando se enteraron de mi decisión se alegraron, y me han apoyado mucho durante mis estudios. Ya desde primero de carrera, prácticamente, me han ido preguntando dudas de Medicina. De esas de las que no tienes ni idea al principio.

¿Cuáles fueron los momentos que más disfrutó durante la carrera?

He disfrutado mucho los momentos con los amigos. Recuerdo el viaje de graduación, que estuvimos en México. Lo pasé muy bien en verano, cuando terminábamos un curso y nos íbamos todos de viaje, el hacer esa piña. Otro gran momento fue cuando estuvimos seis alumnos de la facultad en un campeonato de Concursos Médicos, en Ciudad de México. Pudimos ver la Medicina de otra forma, con un pulsador en mano, y en medio de una competición donde quedamos cuartos. 

¿Lo pasó un poco peor al ver por primera vez un muerto en clase?

Es normal que te pregunten por ese momento. La verdad, después de las prácticas de Anatomía almorzaba bocadillos de jamón. Es decir, no me ha afectado mucho la carrera en ese sentido.

¿A sus compañeros tampoco?

Hemos tenido muchas anécdotas en la sala de disección. Me acuerdo de muchos que se han desmayado durante las prácticas de Anatomía. Incluso, una vez, un compañero metió la mano en un cacharro en el que había líquido y empezamos todos a decirle: “es el formol de los cadáveres; eso es cancerígeno; ¡madre mía!, cómo has tenido la mano ahí tanto rato”. Él se puso súper nervioso, empezó a decir que la mano se le ponía de color, que le picaba, y luego acudió el profesor y le dijo: “bueno, tranquilo, porque lo que había en el cacharro era agua”.

¿Cuál es la anécdota que más recuerda de su paso por las prácticas clínicas?

Me acuerdo de muchas anécdotas, pero una divertida fue la primera vez que hice un tacto rectal en prácticas de Cirugía. La paciente me vio dubitativo y algo inexperto, por lo que, cuando estaba explorándole el canal rectal, se giró, me miró y sonriente me dijo: “hijo, es tu primer día, ¿verdad?”. Empecé a reírme y me sentí súper avergonzado.

¿Cuál considera que fue la asignatura que menos le ha servido para realizar prácticas o presentarse al MIR?

El número 1 del MIR de viaje con su novia.

Depende un poco de cada comunidad autónoma. En Murcia, por ejemplo, le sacamos poco partido a Física Médica de básicas, tal vez esas horas habrían sido más útiles para profundizar en Fisiología o dárselas a las prácticas de curso posteriores. Es común que en la región sean muy insistentes con Anatomía Patológica o con Epidemiología y Salud Pública, siendo asignaturas que tal vez sean más repetitivas de lo que deban ser.

¿Y a las que más ha sacado provecho?

Además de Cardiología, que evidentemente era mi asignatura favorita, creo que las dos asignaturas probablemente más importantes son Fisiología y Patología General. Son las que, si consigues dominarlas, es determinante para poder entenderlo todo e ir incorporando todo sobre tus conocimientos. De ahí que sea mucho más fácil razonar el diagnóstico, el tratamiento.

Además de conocimientos médicos, ¿qué otras cosas o experiencias se ha llevado durante su paso por la universidad?

Sobre todo, un tesoro, que son mis amigos. Considero que serán amigos para toda la vida, ya que hemos compartido muchísimas cosas buenas y también hemos estado ahí en los momentos difíciles. Es una de las cosas más bonitas que me llevo de la carrera, así como la inspiración y la semilla del conocimiento que te dejan los profesores que realmente buenos.

Además de la Medicina y la Cardiología, ¿qué otras aficiones tiene?

Jorge Martínez de viaje.

Además de estar con mis amigos y mi novia, el deporte. Es mi principal pasión y hobby. Estuve toda la secundaria jugando al baloncesto, federado, y lo tuve que dejar en la carrera. Ahora lo he cambiado por el running, he hecho muchas carreras de maratón y es otro de los aspectos a los que le pongo también mucha pasión en la vida.

Si pudiera comparar su trayectoria en la facultad con un equipo de baloncesto, ¿cuál sería?

Me ha ido bastante bien, estando siempre contento y siendo muy luchador. Soy de esos de la canasta o los goles en el último minuto, la presión me gusta. Por eso me atrevería a compararme con el Real Madrid, que es mi equipo favorito. Pero es muy atrevido, desde luego.

¿Un triple sobre la bocina le ayudó a lograr el número 1 del MIR?

Sabía que tenía muy buen examen, pero tampoco te terminas de esperar ser el número 1. Cuando lo supe me alegré muchísimo y empecé a buscar planes para poder celebrarlo. Me fui con mis compañeros de la carrera y claro, inocente de mí, no me esperaba que esa tarde el teléfono no parase de sonar, por lo que prácticamente no les hice ni caso a mis amigos. Después llegaron las felicitaciones y el apoyo de muchísima gente que tampoco me esperaba que se volcaran tanto conmigo.

¿Cuáles fueron las que más le impresionaron?

Han contactado conmigo desde el Alcalde de Cartagena, quien me recibirá en el Ayuntamiento, hasta el presidente del Fútbol Club Cartagena, quien se ha enterado de que soy socio y ha tenido el detalle de invitarme a ver el juego contra el San Fernando en el palco presidencia. La consejera de Sanidad también me recibió muy amable y el rector de la Universidad de Murcia me permitió firmar en el Libro de Oro de la Universidad, prácticamente unas páginas después de donde estaba la firma del Rey. No me creía el privilegio que tenía en ese momento.

¿A quién le gustaría sumar a esa lista?

EN CORTO
Su libro favorito
‘El francotirador paciente’ de Arturo Pérez-Reverte.

Su película preferida
‘El caballero oscuro’, de Christopher Nolan y ‘12 hombres sin piedad’, de Sidney Lumet.

Una canción
‘Wonderwall’, de Oasis.

Ciudad para vivir
Cartagena.

Ciudad para viajar
Granada.

Objeto imprescindible
No tengo ninguno, pero diré el móvil.

Un personaje de su vida
Mi novia.

Un protagonista histórico
Nelson Mandela.

Un lema vital
Todo lo que merece la pena cuesta mucho trabajo.

Un equipo de fútbol
El Real Madrid y el F.C. Cartagena.

¿Qué le hace feliz?
Estar tranquilo conmigo mismo, saber que hago todo lo que puedo y tener a los míos cerca.
Por pedir, diría a Pau Gasol o cualquier ídolo deportivo que haya tenido, pero ya sería demasiado. Bastantes personajes importantes me han felicitado, y estoy muy contento.

Aun sin empezar la especialidad de Cardiología, ¿su receta para un corazón roto?

Acudir a un buen cardiólogo y seguir sus consejos.

¿También si es por desamor?

He tenido la suerte de no padecerlo, y espero no hacerlo. Pero recomendaría seguir adelante. La vida sigue.

¿Cuáles son los principales miedos que tiene en relación a su comienzo en el MIR?

Una de las cosas que más miedo me da es valorar entre un hospital u otro antes de elegir. Miedo de, por ejemplo, venir a Madrid, una ciudad desconocida en la que nunca he vivido y donde no tendría el apoyo cercano de mis amigos y familia. También el miedo de empezar en el hospital y a lo mejor no saber todo ese conocimiento teórico por llevarlo a la práctica. Pero bueno, intento no centrarme mucho en el miedo, sino usarlo como combustible para seguir. Con esfuerzo se puede conseguir lo que te propongas.

¿Se siente preparado para afrontar las temidas guardias de hasta 32 horas?

Tengo hasta ganas. Es una de las cosas que me gusta de Cardiología, que tiene mucha Urgencia y mucho ritmo. A lo mejor me preguntas dentro de tres años y estoy harto de las guardias, no lo sé. Pero ahora mismo tengo ganas de la marcha, de las guardias.

¿Cuál sería su ‘Dream Team’ para acompañarle en Cardiología?

Si pudiera viajar en el tiempo, diría: Valentín Fuster, Ramón y Cajal, Severo Ochoa y Gregorio Marañón, por ejemplo.

¿Cómo se imagina su vida después del MIR?

Me la imagino parecida. A lo mejor, con la relación con mi novia más consolidada y seguro sabiendo muchísima más Cardiología. Sin embargo, me imagino parecido, con mis mismos hobbies, con mis mismas ganas de disfrutar y con la misma ilusión por el trabajo.

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