La agitación que sacude a Eulen desde el fallecimiento del ‘patriarca’ David Álvarez parece no tener fin. De hecho, el enfrentamiento entre los hermanos y herederos por el control de la compañía, que incluye servicios sociosanitarios, ha llegado a salpicar incluso a agentes externos al ámbito de lo familiar. Y se lo digan a Carlos Rodríguez Quiroga, albacea encargado del reparto de la herencia y que ha visto cómo hasta cinco miembros de la familia Álvarez, los llamados ‘díscolos’, han interpuesto una demanda en su contra en la que solicitan que su sustitución alegando que puede incurrir en una falta de parcialidad y caer en el conflicto de intereses. ¿El motivo? Que Rodríguez Quiroga dirige el despacho que asesora no solo al grupo, sino también a María José Álvarez, actual presidenta pese a la oposición de sus hermanos…
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