13 ene. 2013 19:51H
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Redacción. Valencia
El Hospital de Manises se ha convertido en uno de los centros valencianos "más punteros" en la puesta en marcha del 'parto humanizado', aquel que respeta en todo momento los aspectos emocionales, ambientales, psicológicos y sociales de este proceso. Con el objetivo de avanzar todavía más en la oferta de asistencia personalizada a las madres, ha realizado una formación específica a todas sus matronas sobre la dilatación en el agua, según ha indicado el centro médico en un comunicado.

Vicente Gil Suay, gerente de Manises.

La matrona Nuria Bixquert ha comentado que "se ha trabajado intensamente" en el uso del agua como método de analgesia durante el proceso de parto, analizando "detalladamente cuándo está indicado y cuál es el protocolo de actuación" para esta técnica analgésica.

Las bañeras con agua tibia o moderadamente caliente son un método de relajación "alternativo y seguro" para aquellas madres que así lo desean y ofrece a las matronas la oportunidad de aumentar las opciones de disminución del dolor y promover la "normalidad" en aquellas mujeres con un parto de bajo riesgo. La inmersión en agua facilita a la madre el control físico y psicológico de la situación y el calor relaja los espasmos musculares y con ello el dolor. Además, la hidroquinesia mantiene a la mujer "sin el peso de la gravedad de su cuerpo minimizando las molestias pélvicas", ha explicado Bixquert. El objetivo de Manises con esta formación es poder incorporar a principios de 2013 este método de relajación para todas las madres con un parto de bajo riesgo que así lo deseen.

Partos de bajo riesgo

Este tipo de técnicas sólo están indicadas en mujeres que presentan un parto conocido como 'de bajo riesgo'. Es decir, aquellas que no tienen antecedentes de complicaciones médicas, obstétricas o neonatales. También debe ser una gestación única, de más de 37 semanas y el niño no debe presentarse de nalgas. Tampoco está indicada si la mujer presenta signos de infección. "Existen también contraindicaciones en caso de placenta previa o que a la paciente se le haya administrado oxitocina", ha detallado la matrona del Hospital de Manises que está promoviendo esta técnica en el centro.

La mujer deberá entrar en la piscina una vez se haya iniciado el proceso de parto y tenga, al menos, 5 centímetros de dilatación. Durante esta fase, la temperatura del agua puede ser a elección de la madre, aunque durante el expulsivo deberá situarse en los 37ºC, una temperatura que favorece contractibilidad uterina y reduce riesgo de inicio respiración neonatal. Durante el proceso de inmersión la matrona controla cada quince minutos el pulso y la temperatura de la madre. "Sin duda se trata de una alternativa natural a la analgesia tradicional para aquellas mujeres que quieran un proceso de parto con menor medicalización, de ahí la promoción en este tipo de técnicas por parte de toda la plantilla de matronas del hospital", ha destacado Nuria Bixquert.

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