"Estamos muy satisfechos con retirar la Empresa Pública de reversiones"

Satisfacción es lo que ha producido entre los sindicatos la marcha atrás de la Conselleria de Sanidad en el proyecto de creación de la Empresa Pública de Salud, iniciativa a través de la cual se iba a canalizar a todo el personal tras la reversión de concesiones y servicios. Esta medida iba al anunciado intento de revertir el Hospital de Torrevieja, pero también de las resonancias magnéticas y la Farmacia Hospitalaria.

Que Sanidad no vaya a seguir adelante con la creación de la sociedad valenciana para la gestión de servicios sanitarios y apueste por la reversión directa "es una victoria", tal y como lo entiende Víctor Pedrera, secretario general de CESM-CV. “Estamos muy satisfechos del éxito sindical que significa la retirada del proyecto de Empresa Pública de Salud, y por supuesto del Comité de Empresa”, indica a Redacción Médica.

Pedrera recuerda que desde el inicio el Sindicato Médico se opuso a su creación al entender que implicaba establecer “una ínsula con médicos aislados y con condiciones precarias, sometidos al vaivén de los intereses políticos”. Esta afirmación la sustenta en la experiencia que supuso anteriormente la reversión del Departamento de Alcira: “no es necesario innovar, sino mejorar y subsanar simplemente los errores que allí se cometieron”.

“El empecinamiento de la consellera, Ana Barceló, solo ha significado generar un conflicto innecesario, y una pérdida de tiempo, recursos humanos y económicos”. Y es que el secretario general de CEMS-CV afirma contundente que el proyecto de Empresa Pública “nació muerto y carente de consenso”, al tiempo que generaba, a su juicio, “una evidente discriminación tanto a los empleados públicos como para los ciudadanos”.

A pesar de lo manifestado y en base a la experiencia con el actual equipo de la Consellería de Sanidad, Pedrera advierte de que seguirán “atentos y en alerta”, pues no solo se trata de la reversión de Torrevieja, sino también de las resonancias y la Farmacia Hospitalaria, “así como la esperada y necesaria desaparición de los consorcios que deberían haber sido integrados desde hace años en la propia Generalitat”.