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Redacción. Logroño
Los ginecólogos José Luis González Romero y Federico Muñoz Martínez de Salinas junto con Francisco Javier Cevas Chopitea, oncólogo y presidente del Comité de la AECC en La Rioja, han participado de la última conferencia de la 3ª edición del Aula de Salud que ha abordado la prevención del cáncer ginecológico y mamario. Según los datos presentados en el Aula, el 50 por ciento de los cánceres en la mujer del siglo XXI serán ginecológicos, un tipo de cáncer en el que la prevención adquiere mayor importancia si cabe, por cuanto, como subrayan los expertos, “cuando aparecen los síntomas ya es tarde”.
 

En la primera, Francisco Javier Cevas Chopitea, oncólogo y presidente del Comité técnico de la AECC en La Rioja; Federico Muñoz Martínez de Salinas, ginecólogo; Fernando Martín Ciancas, director médico del Hospital Viamed Los Manzanos y José Luis González Romero, ginecólogo. En la siguiente, una imagen de la sala durante el curso.

En la prevención del cáncer podemos distinguir dos niveles. Por una lado, la prevención primaria que actúa sobre los factores de riesgo. En este sentido -y de forma general-, es importante mantener unos buenos hábitos dietéticos, ejercicio habitual y disminuir los hábitos tóxicos como el tabaco. Además en cuanto a los tumores ginecológicos los factores de riesgo más importantes sobre los que actuar sería la existencia de lesiones pre-malignas y la historia familiar de cáncer.

Por otro, la prevención secundaria pretende realizar un diagnóstico precoz capaz de identificar lesiones pre-malignas o cáncer cuando todavía no ha dado síntomas mediante pautas de revisión anuales que permiten realizar un screening sistemático de la patología oncológica en ginecología, que incluyen técnicas como la determinación y tipaje de HPV (virus del papiloma humano), la ecografía vaginal sistemática y el estudio de la mama mediante mamografía digital y resonancia magnética.

Diagnóstico e incidencia

“El diagnóstico precoz de los procesos tumorales es el factor más importante a la hora de mejorar el pronóstico de la paciente y permitir el uso de tratamientos menos agresivos, que mejoran, no solo la supervivencia, sino la calidad de vida de las pacientes”, han señaladolos especialistas. El cáncer de mama con una incidencia del 67 por ciento se coloca en primer lugar en frecuencia entre los tumores femeninos, sin embargo como ha especificado González Romero, la mortalidad se ha reducido hasta el 17 por ciento como consecuencia de los programas de detección precoz, “este sería el mejor ejemplo, dice el especialista, de la importancia y la efectividad de este tipo de programas.”

Por su parte, el cáncer de endometrio representa el 7 por ciento de todos los cánceres de la mujer. Es el tumor ginecológico maligno más frecuente si excluimos el cáncer de mama.

El Cáncer de Ovario, representa aproximadamente el 4 por ciento de las tumoraciones, aunque supone el 47 por ciento de los fallecimientos.

Por último, el cáncer de cuello uterino ha ido disminuyendo su incidencia desde mediados del siglo XX, en los países desarrollados por una mayor utilización del preservativo y por el desarrollo de programas de screening, mediante la citología cervico-vaginal y los test de detección para el VPH.

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