Euskadi amplía su cribado neonatal hasta 23 patologías y prevé llegar a 32

La conocida como prueba del talón ha incorporado este año en Euskadi otras cuatro nuevas patologías, con lo que ya son 23 las que abarca esta prueba crucial para asegurar la salud y el bienestar a largo plazo de los reción nacidos, al permitir una intervención precoz y una mejoría en el pronóstico, evitando discapacidades graves o incluso fatales. Así lo ha dado a conocer este viernes el consejero de Salud del Gobierno vasco, Alberto Martínez, en una comparecencia parlamentaria en la que ha informado de la situación actual de los diferentes programas de cribado que su Departamento y Osakidetza desarrollan.

El Programa de Cribado Neonatal de Euskadi, implantado en 1982, incorpora progresivamente aquellas patologías definidas por el Consejo Asesor de Cribado Neonatal de Enfermedades Congénitas de Euskadi. Este órgano de personas expertas (pediatras, neonatóloga/os, ginecóloga/os y obstetras, epidemiológa/os, etc), creado en 2009, es el que define la cartera de servicios del programa, dependiente de la Dirección de Salud Pública y Adicciones del Departamento de Salud del Gobierno Vasco.

En su intervención, el consejero ha recordado que Euskadi es un referente en políticas de cribado, un logro que atribuye a los y las profesionales que los lideran, y al grado de implicación que la sociedad demuestra con su alta participación.

Alberto Martínez ha incidido en la trascendencia de los diferentes cribados de cáncer -la primera causa de fallecimiento en Euskadi-, que han demostrado un irrefutable impacto positivo en la salud pública, mejorando las tasas de supervivencia y reduciendo la carga de la enfermedad en la población.

Principales datos de cribados de la sanidad pública vasca

El consejero ha repasado los principales datos de cada uno de los cribados que ofrece la sanidad pública vasca. En el caso del cribado de cáncer de mama, dirigido a mujeres de entre 50 y 69 años, y a aquellas mujeres de 40 a 49 años con antecedentes familiares de primer grado, cuenta  una tasa de participación del 79,3 por ciento (óptimo, según las recomendaciones europeas). En 2024, se detectó 715 casos de cáncer de mama, la mayoría en estadios muy precoces y con buen pronóstico.

Desde 1995, el programa ha diagnosticado 12.663 tumores, la mayoría en estadios precoces (84 por ciento con tratamiento conservador). Así, ha contribuido a una reducción del 16 por ciento en la mortalidad y un alto impacto en la supervivencia. La supervivencia a 5 años en mujeres diagnosticadas en edad de cribado es del 92,7 por ciento. 

En tanto, el cribado de cáncer colorrectal, con una participación del 73 por ciento, se ha ampliado hasta los 74 años, lo que se estima aumentará la detección un 25 por ciento. Desde el inicio del programa en 2009, se han detectado 4.519 tumores malignos, el 71 por ciento en estadios iniciales, lo que permite tratamientos menos agresivos y mejores tasas de supervivencia. La detección precoz puede reducir la mortalidad por cáncer colorrectal en un 30 por ciento. 

Por último, el cribado de cáncer de cérvix, dirigido a mujeres entre 25 y 65 años, precisa un estudio más exhaustivo y prolongado en el tiempo, aunque a día de hoy ha logrado reducir al 3 por ciento la mortalidad entre las mujeres participantes a las que se les diagnostica el tumor. El 70 por ciento de los tumores que se detectan a través de este cribado es en estadios iniciales, lo que aumenta notablemente la supervivencia. La vacuna del VPH ha alcanzado tasas de cobertura superiores al 92 por ciento en Euskadi y es otra de las herramientas fundamentales para prevenir este tipo de cáncer.

Además de estos tres cribados que se ofrecen ya en Euskadi, el consejero Alberto Martínez se ha referido a algunos de los nuevos programas más relevantes en los que el Departamento de Salud y Osakidetza trabajan, entre ellos, un proyecto piloto de cribado de próstata en el que participarán 1.000 hombres de entre 50 y 70 años y con cuyos datos, sumados a los europeos, se decidirá su posible extensión a futuro. De la misma forma, una iniciativa europea pionera de investigación llamada 'Lucía' impulsada en Euskadi con países europeos que busca un modelo de cribado temprano de cáncer de pulmón.