Así lo ha señalado Kepa Urigoitia, nuevo presidente del Consejo de Colegios de Médicos vascos, a Redacción Médica

"El euskera como requisito puede aumentar el déficit de sanitarios"
Kepa Urigoitia, nuevo presidente de los médicos vascos.


22 feb. 2018 13:00H
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POR MERCEDES RIVERA
El recién nombrado presidente del Consejo de Colegios de Médicos del País Vasco, Kepa Urigoitia, ha analizado los pasos a seguir a partir de ahora de este organismo, así como otros temas de actualidad sanitaria como el futuro del examen MIR, la OPE autónomica, el problema que supone la jubilación ante la falta de profesionales y el euskera como requisito en la sanidad vasca, entre otros.

¿Cuáles son sus objetivos como nuevo presidente del Consejo de Colegios de Médicos del País Vasco?

Los estatutos, que por fin vieron la luz a finales de 2017, nos harán pasar de un consejo que funcionaba con una comisión gestora, cuya misión principal era la elaboración de estos estatutos, a un consejo con plena capacidad de obrar. Lo primero que tenemos que hacer es formar los órganos de gobierno para adquirir esta plena capacidad. Estos órganos de gobierno van a tener otras comisiones asesoras y de control como la de Deontología y Hacienda para poder cumplir con los fines que tenemos.

No nos podemos olvidar que ahora somos la representación y defensa de la profesión en nuestra comunidad autónoma y que tenemos que estar en congruencia con los intereses de la sociedad en general. Nos tocará velar por un correcto funcionamiento de los colegios y por un ejercicio profesional legal y adecuado a normas civiles y deontológicas. También tenemos la función de registro, lo que nos obliga a crear una web en la que tenga cabida una ventanilla única que posibilite la consulta de profesionales y sociedades tanto a los propios profesionales como a la sociedad.

Otro de los objetivos es el Programa de Atención Integrada al Médico Enfermo. Para asegurar su sostenibilidad en el tiempo, debemos replantearlo porque es un programa que con el paso de los años ha aumentado el número de beneficiarios y las ayudas del departamento no siguen la progresión que nos gustaría para abarcar a más gente. Sin esas ayudas tenemos que hacer un replanteamiento porque, en ningún caso, vamos a dejar que el Paime desaparezca. Pero obviamente, debemos analizar en profundidad para ver cómo modificamos algunos de sus funcionamientos para que pueda ser sostenible a largo plazo.

¿Qué espera de esta nueva etapa?

Cuando uno va a empezar a andar, lo que más cuesta es el primer paso, ya que es este el que decide la dirección que se va a tomar. Nosotros tenemos una ventaja en esta andadura y es que no partimos de cero porque llevamos unos años con la gestora y los tres colegios de la región mantenemos una relación extraordinaria lo que augura un trabajo frutífero que va a colocar al consejo en el lugar que le corresponde ante los profesionales, la administración y la sociedad.

¿Qué opina sobre el euskera como requisito para trabajar en Osakidetza?

Es una decisión política. Hay unos planes de euskera aprobados en el parlamento, puestos en práctica por los gobiernos sucesivos y no me olvido que nuestra comunidad es bilingüe al igual que otras. Es decir, que la población tiene derecho a ser atendida en cualquiera de los dos idiomas.

El único problema es que su instauración, más rápida o más lenta, en una profesión como la médica en la que, ya de entrada, hay un déficit de profesionales -más marcado en algunas especialidades- puede ampliar este déficit, ya que el euskera no lo conoce el cien por cien de los aspirantes. De hecho, así se ve en cuanto a la cobertura de plazas que lo tengan como requisito. En otras plazas, lo tienen como mérito. Es un derecho reconocido por ley a la población y ahí los colegios no tenemos nada que decir.

¿Qué opinión tiene sobre la OPE autonómica?


"El examen MIR online no tardará en instaurarse porque las TICs han llegado para quedarse"


Me ha resultado muy triste que hayan tenido que venir las instituciones europeas a decir que se estaba abusando de la eventualidad. No he compartido lo que el gobierno está haciendo en los últimos años en cuanto a esas tasas de reposición, porque lo que ha ido creando ha sido una bolsa en la que se ha incrementado el número de plazas no cubiertas de una manera definitiva. En este caso, hay una bolsa inmensa a la que hay que darle una salida a través de esta OPE especial. Ya vivimos esta situación hace unos años y me gustaría que esto no volviese a repetirse, aunque la historia es cíclica, pero debemos aprender para que no vuelva a ocurrir.

En el caso de esta OPE, todo lo que sea reducir la temporalidad, es bienvenido. En el caso de nuestra comunidad autónoma, la labor sindical ha sido imprescindible para conseguir la mayor OPE de la historia de la región: 3.335 plazas, de las cuales 915 son de facultativos, lo que supone más de una cuarta parte. Es una OPE con muchas plazas hospitalarias (770). Estamos contentos, además, con que en su convocatoria se han adoptado medidas que potencian la transparencia.

No ha sido una medida en solitario, ya que contempla traslados y un máximo del cinco por ciento en eventualidad. En definitiva, debemos aprender de nuestros errores porque las actuaciones de los últimos años han provocado que tengamos que realizar una gran OPE para solventar lo que podría haberse hecho. Y digo ‘podría haberse hecho’ porque en esa tasa de reposición impuesta, el coste de un propietario o de un interino era el mismo, es decir, no encarecía el producto.

¿Cómo cree que será el futuro del examen MIR?

Realmente no es muy fácil adivinar estas cosas pero sí es cierto que llevamos cuarenta años de un sistema que ha sido válido pero que hay que ir replanteándose por una mejora continuada. En este caso, yo siempre me hago una pregunta: ¿Cuánto dura el grado de medicina? Seis años. Pero para trabajar en el sistema público de salud hace falta tener una especialidad. He contado seis años, pero para presentarse al MIR, pasa al menos un año de estudios que tienen que hacerse en una academia privada. Salen siete años de carrera y uno de ellos tiene que ser en la privada porque, salvo raras excepciones, los aspirantes se lo preparan a través de estas. Habrá que replantearse el tipo de examen, en concreto, dónde se ubica ese séptimo año.

Hay un debate en cuanto a que sería el examen en sí. Si hablamos del tipo de examen, es una prueba que valora conocimientos que se han adquirido en la carrera pero en realidad se adquieren en ese séptimo año del que hablábamos y que cada uno tiene que pagárselo de su bolsillo. ¿Debe haber un temario? Es una pregunta que está en el aire. ¿Deben valorarse, además de los conocimientos, las habilidades? ¿Deben adquirirse en la carrera o en el propio MIR? ¿Los medios del papel y el lápiz valen en el siglo XXI cuando las TICs están ahí? Ante esto, yo creo que lo hay que hacer es aprovechar el momento para analizar y revisar esos criterios que se utilizan en este tipo de selección. Hay que hacer un replanteamiento sereno de este tipo de cosas y hay grandes conocedores que pueden aportar mucho sobre ello.

En cuanto a los medios, estos deben cambiar porque las TICs han venido parar quedarse. Más tarde o más temprano, el examen online será una realidad. No creo que pueda tardar mucho en instaurarse pero hay que exigirle que sea el mismo examen y  en el mismo momento. Y, a pesar de que esta parte cambie, debemos tener presente lo que ha funcionado bien hasta el momento: la transparencia, la igualdad de oportunidades. La igualdad, mérito y capacidad  ha funcionado muy bien en el examen MIR y no debe perderse.

El otro debate –habilidades, temario cerrado- requiere de más análisis porque cada uno va a defender, desde su punto de vista, posturas diferentes. Algo de cambio debe haber, pero requiere un profundo análisis.

¿Qué medidas plantea para evitar el éxodo de profesionales sanitarios?

Es cierto que debemos replantearnos adecuar las plazas a las necesidades y las plazas de la universidad a las plazas de los MIR o a la inversa. Todo ello, unido a factor que muchas veces se nos escapa: no nos vale formar a 100 para que luego se nos vayan 30 porque un país tercero, que reconoce que aquí se forma de una manera excelente, diga “acredito a ese país como formador y luego hago opas hostiles para traérmelo para que vengan a trabajar al mío”.


"La jubilación de los sanitarios debería situarse en la horquilla de los 60 a los 70 años"


Esto significa que hay que tener más en consideración, no solo la expresión de que contamos con los médicos y son el pilar fundamental de la sanidad, sino que realmente tenga su reflejo en cuanto a condiciones de trabajo, económicas, reconocimiento administrativo y social, de manera que sea competitivo con lo que otros países están ofreciendo. Vivimos en un mundo globalizado y con unas generaciones acostumbradas a salir fuera y que dominan los idiomas, por lo que es fácil que ese volumen de gente que estamos perdiendo lo sigamos perdiendo si no ponemos medios por mucho que adecúe el volumen de entrada al MIR con el de salida a universidad. Porque si de la salida al MIR, la oferta exterior hace más apetecible y se lo llevan, no hemos adelantado nada. Debe ir todo conjugado.

¿Qué opinión tiene sobre la jubilación de médicos ante la falta de profesionales?

Nuestra comunidad es algo que siempre hemos dicho. Hay que separar la jubilación obligatoria de la jubilación voluntaria. Separando ambas, hablando de la jubilación voluntaria yo diría que nosotros somos partidarios de que la jubilación vaya en la horquilla de los 60 a los 70 años. La horquilla de los 60 es porque, al igual que hay otras profesiones que por su envergadura les permite una jubilación a los 60 con un cómputo de los años de trabajo en los años de trabajo de esa profesión multiplicado por un 1,2, es decir con un plus de un 20 por ciento, de tal manera que llegados a los 60 pueden jubilarse con el 100 por cien de la pensión. Es decir, que tenga una consideración similar a la de bomberos o policía.

La prórroga voluntaria hasta los 70 la defendemos porque creemos que hoy en día no una persona de esa edad tiene sus facultades en perfectas condiciones para desarrollar su trabajo. Obviamente hablar de una prorroga a esas edades debe estar condicionada por unas condiciones psicofísicas buenas. En nuestra comunidad hay una prorroga hasta los 68 años en el caso de los estatutarios, como derecho del profesional.

Estamos de acuerdo con que sea así. Sabemos que el tema de los 60 años no es un tema que lo pueda decidir la comunidad, sino que es el departamento de salud el que debe negociar con el gobierno autonómico y este trasladarlo al central para ver si se puede llevar hacia delante. Entendemos que debiera hacerse.

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