La docencia MIR obligatoria pretende llevar la formación más allá del tutor

Galicia acapara la atención de la sanidad española al ser la primera comunidad autónoma en trabajar en una norma para obligar a los médicos a acreditarse como tutores MIR si quieren optar a acceder a determinadas plazas. Una ley que “trata de recordar esta obligación, ya que es importante señalar que el esfuerzo formativo no solo debe recaer en los tutores, sino que toda la organización debe participar en él”, según explican fuentes de la Conselleria de Sanidade a Redacción Médica.

Las mismas voces sostienen que, respecto a la obligación de estar acreditado como tutor para acceder a determinados puestos en los concursos de traslado, “esta es una condición que tiene como objetivo asegurar la dedicación docente de las personas que acceden voluntariamente a estos puestos específicos”.

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“Toda la estructura del sistema sanitario debe estar en condiciones de ser utilizada para la formación de los profesionales”

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Hasta ahora el departamento de Julio García Comesaña había optado por trabajar en silencio en esta normativa. Sin embargo, ahora voces de la Conselleria explican a este diario que esta condición de obligatoriedad “ya se está aplicando”, aunque reconocen que “se refuerza en el nuevo decreto en beneficio del necesario proceso de enseñanza y aprendizaje del personal residente”. De hecho, el plan pasa por reservar ciertas plazas a aquellos médicos dispuestos a impartir docencia y acreditarse como tutores en los concursos de traslados, algo que será obligatorio para acceder a las mismas.

Desde la Conselleria sostienen que la disponibilidad de centros para la Formación de Especialistas no es una condición nueva, tal y como recoge la Ley 44/2003, de 21 de noviembre, de organización de las profesiones sanitarias. Una ley que establece que “toda la estructura sanitaria del sistema sanitario debe estar en condiciones de ser utilizada para la formación de los profesionales”.

En concreto, la Conselleria de Sanidade trabaja en un proyecto de decreto que reformula la ordenación del sistema de Formación Sanitaria Especializada en la comunidad autónoma de Galicia. El texto recoge que en los centros y dispositivos acreditados “existirá una obligación asociada de apoyo a las necesidades docentes de los profesionales que presten sus servicios en ella”.

El texto también habilita al departamento a establecer “la obligación de acreditación como tutor para acceder a las plazas de los mismos que así de determinen en concursos de traslados u otros procesos similares, siendo obligatorio el ejercicio de dichas funciones mientras ocupen dichas plazas”.

La futura ley establece que el profesional que opte a puestos con exigencia docente deberá acreditarse como tutor en el plazo máximo de un año desde que asuma el cargo y ejerza como tal. Si no cuenta con esta acreditación que le permita ejercer como tutor en ese periodo, perderá su destino final, “debiendo participar en el próximo concurso de transferencia, ofreciéndole nuevamente el puesto con tutoría docente en el ciclo anual correspondiente”.