Cirugía para extirpar tumor en el paladar.
Un año después de convertirse en la primera paciente en someterse a una intervención pionera para extirpar un tumor en la zona blanda del paladar, Susana Zapico se ha reencontrado con David Virós, jefe del Servicio de Otorrinolaringología del
Hospital Universitario Vall d’Hebron. Lo primero que hacen es hablar. Susana está contenta. Se le nota. Al hablar puede explicar cómo se siente y compartir que dos meses después de la operación ya hacía vida normal.
“No tengo ninguna secuela”, asegura. También cuenta que una de las cosas que más le sorprendieron del postoperatorio fue que, en su primera salida, en las Terres de l’Ebre, un mes después de pasar por quirófano, pudo comer un arroz sin molestias al tragar. Virós sonríe mientras la escucha. Preservar la deglución era uno de los retos de aquella intervención, en la que se ayudó de dos aliados para extirpar el tumor por vía oral y sin hacer ninguna incisión en el cuello: la tecnología 3D y un robot quirúrgico.
Coincidiendo con el
Día Mundial del Cáncer de Cabeza y Cuello, el médico y la paciente se reencuentran en los jardines del Vall d’Hebron Instituto de Investigación (VHIR) para compartir avances y retos en el tratamiento de la enfermedad. Su intervención, con una
técnica pionera para evitar una incisión en el cuello y preservar los sentidos, ha abierto camino para otros pacientes. “En un año, hemos intervenido a 15 pacientes más con la misma metodología, desde tu operación”, explica Virós. Todos ellos tenían un tumor en el espacio parafaríngeo, la zona blanda del paladar. Con la planificación virtual y la cirugía robótica se da un salto hacia la cirugía personalizada. El siguiente paso en el que está trabajando el Servicio de Otorrinolaringología es en la creación de gemelos digitales para planificar las operaciones con mayor precisión. “Las estructuras que operamos son elásticas, se mueven, y con gemelos digitales podemos simular todos los cambios con los que nos podemos encontrar y anticiparnos a posibles complicaciones”, detalla Virós.
Detectar los síntomas, clave en el diagnóstico
El
cáncer de cabeza y cuello engloba un conjunto de tumores que se desarrollan en zonas como la laringe, la faringe, la cavidad oral —mucosas o lengua—, la nasofaringe, la orofaringe —amígdalas, paladar blando y base de la lengua— o las glándulas salivales. Aunque representan el 5 por ciento del total de cánceres diagnosticados, cada año se detectan cerca de 7.600 casos en España —1.000 en Cataluña— y más de 900.000 en el mundo, con una incidencia especialmente elevada en hombres mayores de 50 años.
Fumar y consumir alcohol son los principales factores de riesgo, a menudo combinados, pero también influyen la mala higiene bucal, las dietas pobres en vitaminas y las infecciones como el virus del papiloma humano (VPH) o el virus de Epstein-Barr.
“De hecho, cada vez más casos se asocian a virus, especialmente en personas no fumadoras”, constata Virós. Los síntomas más habituales son dificultad para tragar, disfonía, dolor de garganta o sensación de obstrucción nasal.
La detección precoz es clave. “Nos gustaría encontrar tumores poco avanzados que podamos tratar con cirugía o con radioterapia, porque muchos afectan funciones tan básicas como hablar, respirar, comer u oler”, explica el jefe del Servicio de Otorrinolaringología. “Pero solo detectamos en este estadio temprano entre el 25 por ciento y el 30 por ciento de los casos, porque muchas personas confunden los síntomas con patologías más leves”, lamenta. Por eso, ante cualquier molestia persistente en la zona de cabeza y cuello que dure más de dos semanas, recomienda consultar con un profesional.
Entrenar la cirugía como si fuera un videojuego
En el caso de Susana,
tenía síntomas que pensaba que se debían a una alergia. Consultó con el médico que de pequeña le operó las amígdalas, miembro de una saga de otorrinolaringólogos, que la derivó a su nieto, Pablo Vergés, especialista del Servicio de Otorrinolaringología del Hospital Universitario Vall d’Hebron. Así llegó al equipo de Virós, que estaba explorando nuevas vías para intervenir tumores parafaríngeos. La medicina avanza cuando se imagina lo que aún no se ha hecho.
Susana Zapico y David Virós se reencuentran tras la operación.
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De seguir el manual establecido, para extraer el tumor de 5 centímetros, se habría hecho una incisión en el cuello. Era una intervención con riesgos. “El tumor estaba situado en la base del cráneo, junto a vasos sanguíneos y nervios conectados al cerebro, y la operación podía afectar el habla, la deglución o la respiración de la paciente”, detalla Virós. Pero
pidieron colaboración a la Unidad de Tecnologías 3D+ para recrear virtualmente el tumor y probar si era posible extirparlo a través de una abertura natural, la boca. Entrenar la cirugía antes de entrar al quirófano, como si fuera un videojuego, ha sido clave en la quincena de intervenciones realizadas con esta técnica, que busca proteger los sentidos, reducir el dolor y agilizar la recuperación.
Nuevas vías de investigación para noquear tumores resistentes
Otro de los grandes retos del cáncer de cabeza y cuello es
encontrar tratamientos para los tumores resistentes, sobre todo en pacientes que recaen o que desde el inicio no responden a los fármacos. En el grupo de investigación en
Cáncer de cabeza y cuello: Investigación biomédica en células madre tumorales del VHIR, donde desarrollan una línea de investigación biomédica en células madre tumorales, codirigido por Matilde Lleonart y el propio David Virós, estudian por qué algunas células tumorales desarrollan resistencia a los tratamientos convencionales.
Han generado células resistentes y las comparan con células sensibles para identificar las proteínas diferencialmente expresadas. Su objetivo es
inhibir las proteínas sobreexpresadas que hacen que los tumores reaparezcan o dejen de responder al tratamiento. Uno de sus avances es el desarrollo de un fármaco capaz de inhibir una de estas proteínas en modelos preclínicos. Ahora, trabajan para aumentar la potencia del compuesto y hacer posible su aplicación en pacientes. El objetivo es encontrar nuevas vías para curar el cáncer y mejorar la esperanza de vida.
Mientras tanto, coincidiendo con la víspera del Día Mundial del Cáncer de Cabeza y Cuello, en el vestíbulo del Hospital Universitario Vall d’Hebron, centro de referencia en el tratamiento de estos tumores, los profesionales hacen
divulgación para prevenir la enfermedad haciendo una de las cosas que más nos distinguen como humanos y que puede verse amenazada por esta familia de tumores: hablar.
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