Gracias al estudio del Vall d’Hebron se aumentará la capacidad de detección precoz y la capacidad de superarlo

Detectan 5 biomarcadores que predicen el riesgo de padecer cáncer de mama
Equipo de investigadores del Vall d’Hebron y el CAP Vallcarca-Sant Gervasi.


18 nov. 2020 9:00H
SE LEE EN 5 minutos
Un grupo de investigadores españoles ha identificado un conjunto de biomarcadores capaces de detectar en mujeres sanas un mayor riesgo de sufrir cáncer de mama. En concreto, se trata de cinco microRNAs, pequeñas moléculas que inactivan determinados genes y que son capaces de diferenciar si una muestra de sangre corresponde a una paciente con cáncer de mama o a una mujer sana.

Gracias al estudio, liderado por el Instituto de Investigación y el de Oncología del Vall d’Hebron, se podrá llevar a cabo un seguimiento más exhaustivo de los pacientes. De manera que en caso de la aparición de un tumor en el futuro este se podría detectar precozmente, mejorando así el pronóstico de la enfermedad y su supervivencia. En España, una de cada 8 mujeres desarrollará cáncer de mama invasivo a lo largo de su vida.

El objetivo del estudio, que ha sido publicado en la revista Frontiers in Oncology, era detectar el cáncer a nivel molecular en sangre antes de que aparezcan sus síntomas o antes de que se pueda detectar mediante las pruebas convencionales. 

Matilde Lleonart, jefa del grupo de Investigación Biomédica con Células Madre de Cáncer del VHIR e investigadora del CIBERONC cree que “encontrar estas alteraciones moleculares en la sangre de una paciente significa que hay algún cambio en alguna célula, pero no siempre tiene implicaciones clínicas. Es posible que nunca se desarrollen signos ni síntomas de la enfermedad, que es lo que tiene un impacto en la vida. Este hallazgo, por lo tanto, permite detectar un riesgo elevado de padecer cáncer de mama en el futuro, pero no supone un diagnóstico de la enfermedad”.

Cinco microRNAs con capacidad de predicción


Para llevar a cabo el estudio, los investigadores obtuvieron tejido tumoral y normal, así como suero de 96 pacientes con cáncer de mama y se comparó con el suero de 92 pacientes sanas. En todas ellas se analizaron hasta 30 microRNAs que en estudios previos se había observado que eran capaces de diferenciar tejido normal y tejido tumoral.

La firma molecular tiene una exactitud del 86%, una sensibilidad del 100% y una especidad del 81%



“De entre todos los microRNAs que estudiamos, identificamos cinco que, según sus niveles de expresión, nos permitían saber si una muestra de suero determinada pertenecía a una paciente control o a una con cáncer. Conforman así una firma molecular capaz de predecir el cáncer de mama”, explica Lleonart.

Concretamente, la firma molecular estaba basada en los microRNAs siguientes: miR-125b, miR-29c, miR-16, miR-1260 y miR-451. Así, en función de si los niveles de cada uno de estos microRNAs son más o menos elevados, hay más o menos riesgo de que la paciente desarrolle cáncer de mama.

“Esta firma molecular podría predecir, por lo tanto, a qué pacientes se les debería realizar un seguimiento más exhaustivo que se podría llevar a cabo mediante ecografías, que son menos agresivas e implican menos riesgo a nivel de radiación que otras técnicas como las mamografías”, afirma Lleonart. Esta herramienta fue posteriormente validada por los mismos investigadores con muestras de otro grupo de 20 pacientes de cáncer de mama y 60 mujeres voluntarias sanas y comprobaron que esta firma molecular tiene una exactitud del 86%, una sensibilidad del 100% y una especificidad del 81%.

“Lo más importante es que es una metodología que no tiene falsos negativos, es decir, todas las mujeres con cáncer obtienen el patrón de microRNAs que esperamos para pacientes con cáncer”, destaca la Lleonart. Entre las voluntarias sanas, 11 obtuvieron este patrón (un 18,3%) que correspondería a un mayor riesgo de desarrollar cáncer en el futuro.

CD44, una proteína relacionada con el cáncer de mama


Entre los microRNAs de la firma molecular descrita por el estudio del VHIR se encuentra miR-16. Como sucede con todos los microRNAs, miR-16 se encarga de silenciar varios genes y, por lo tanto, impedir que se formen las proteínas correspondientes. En este caso, miR-16 controla la proteína CD44. Así, cuando los niveles de miR-16 son elevados, CD44 está muy poco expresada y, de la misma forma, si los niveles de miR-16 son bajos, los de CD44 se encuentran muy elevados.

Estudios previos habían descrito niveles elevados de CD44 en suero en un tipo de cáncer de mama muy agresivo, el triple negativo. Estos resultados dan fuerza a la idea de que CD44 podría ser un marcador de otros subtipos moleculares de cáncer de mama. “Es interesante que hemos encontrado este marcador también en los tumores luminales A y B los cuales, aunque son menos agresivos, pueden producir recidivas a largo plazo y reaparecer en forma de metástasis agresivas al cabo de los años”, concluye Lleonart.

Desde Vall d’Hebron, el estudio ha sido liderado por el grupo de Investigación Biomédica en Células Madre de Cáncer del VHIR con la colaboración del grupo de investigación en Patología Molecular Traslacional del VHIR, la Unidad de Patología Mamaria y el Servicio de Oncología Radioterápica del Hospital Universitario Vall d’Hebron y el grupo de Cáncer de Mama y Melanoma del VHIO. El trabajo también ha contado con la participación activa de la Unidad de Estadística y Bioinformática (UEB) del VHIR, el Laboratorio de Proteómica CSIC/UAB, el Centro de Hemoterapia y Hemodonación de Castilla y León y el Banco de Sangre y Tejidos de Cataluña.
Las informaciones publicadas en Redacción Médica contienen afirmaciones, datos y declaraciones procedentes de instituciones oficiales y profesionales sanitarios. No obstante, ante cualquier duda relacionada con su salud, consulte con su especialista sanitario correspondiente.