El contagio a través de una garrapata se produjo en la localidad abulense del Villarejo del Valle

Castilla y León vigila los contactos del fallecido por fiebre hemorrágica
El consejero de sanidad de La Rioja, Antonio María Sáez Aguado.


2 sept. 2016 15:10H
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La Consejería de Sanidad de la Junta de Castilla y León ha puesto en marcha las medidas asistenciales y de vigilancia epidemiológica sobre las personas que estuvieron en contacto con el paciente fallecido que se contagió de la fiebre hemorrágica de Crimea-Congo cuando se encontraba en Ávila y que residan en Castilla y León, al tiempo que ha informado de que el riesgo de contagio es "muy bajo".

Según han informado fuentes de la Consejería en un comunicado recogido por Europa Press, se ha procedido a enviar a los profesionales sanitarios información actualizada sobre esta patología y recuerda, a la población en general y a los colectivos más específicos, la importancia de la prevención de las picaduras de garrapatas y las medidas para evitarlas.

La Junta de Castilla y León ha puesto en marcha los distintos protocolos epidemiológicos y asistenciales previstos en el Sistema Nacional de Salud, tras la confirmación, el pasado 1 de septiembre, por parte del Centro coordinador de alertas y emergencias sanitarias del Ministerio de Sanidad, Servicios Sociales e Igualdad, de dos casos de fiebre hemorrágica de Crimea-Congo notificados por la Comunidad de Madrid.

El primero de estos casos, un varón de 62 años fallecido, había sufrido una picadura de una garrapata durante su estancia en la localidad abulense de Villarejo del Valle, por lo que la Consejería de Sanidad, desde el inicial momento de esta sospecha, ha estado "en contacto permanente" con las Autoridades sanitarias nacional como madrileñas, para la coordinación de las actuaciones asistenciales necesarias y la adopción de las acciones de vigilancia y control epidemiológicas que se precisen.

En este sentido, la Consejería ha recalcado que ya están operativas las medidas de apoyo, información y control sanitario de los familiares y personas que hayan convivido con el paciente fallecido que residen en el ámbito de la Comunidad autónoma de Castilla y León, a quienes se facilitará acceso directo con los servicios asistenciales y de vigilancia epidemiológica, con lo que se cumple el protocolo establecido.

Prevención de las garrapatas

Sanidad ha querido transmitir que el riesgo de contagio directo de la fiebre hemorrágica de Crimea-Congo es muy reducido. Al ser las garrapatas el vector transmisor, han incidido en que, en el caso de la población en general, es "importante" conocer y observar las recomendaciones preventivas para evitar las picaduras de este insecto.

Así, se dirigen recomendaciones a los ciudadanos y, especialmente, a determinados grupos como ganaderos y agricultores, trabajadores de mataderos, cazadores y excursionistas. Entre estas recomendaciones se encuentran usar ropa protectora en las zonas de riesgo, que cubra tobillos y brazos y que tenga elásticos en tobillos, cintura y muñecas; llevar ropa oscura al campo; revisar la ropa antes de entrar en el lugar de residencia; examinar el cuerpo tras salidas al campo para localizar garrapatas fijadas para su pronta extirpación, ya que la transmisión de infecciones es más baja en las primeras horas; extracción adecuada de toda la garrapata fijada, siempre mediante tracción con pinzas de punta fina; acudir al médico al presentar alguna manifestación compatible con las enfermedades transmisibles por estos insectos; utilizar repelentes preferentemente sobre la ropa; y evitar sentarse en el suelo en zonas de vegetación.

La Junta también ha puesto en marcha un grupo de trabajo en el que se integran las direcciones generales de Salud Pública, del Medio Natural y de Producción Agropecuaria, al objeto de coordinar las actuaciones en marcha orientadas a la vigilancia epidemiológica, la investigación del entorno y la adopción de medidas preventivas que sean necesarias.

Vigilancia desde 1995

La vigilancia sanitaria de estos insectos en Castilla y León se desarrolla a través del 'Programa de prevención y control de las antropozoonosis transmitidas por garrapatas'.

Esta intervención, puesta en marcha en 1995 y dependiente del Observatorio de Salud Pública, incluye numeras acciones de carácter preventivo, asistencial y de vigilancia epidemiológica, destacando, entre estas últimas, el análisis de las muestras que, voluntariamente, remiten los profesionales sanitarios participantes tras la retirada de garrapatas fijadas en personas.

De esta manera es posible disponer de información sobre la distribución de los patógenos (rickttsias, Borrelia burdorferi y anaplasma) presentes en nuestro territorio.

Como ejemplo, han señalado que en 2014, de cuando datan los últimos datos procesados, el Programa procesó 1.143 garrapatas, sin que, en lo últimos años, se hubiera detectado presencia del virus de la fiebre hemorrágica de Crimea-Congo en los ejemplares analizados.
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