La Confederación Estatal de Sindicatos Médicos (CESM), "rechaza completamente" el proyecto de decreto elaborado por el Gobierno de las Islas Baleares que exige conocer el idioma catalán para trabajar en la sanidad pública. El CESM califica de despropósito esta medida, impulsada por el partido Mes y asumido en el Parlamento regional por el cuatripartito que gobierna las islas.
El sindicato médico balear calcula que esta medida supondrá excluir a 340 médicos interinos, a 3.500 profesionales de enfermería y a más de mil auxiliares. "Cuando el hecho es que en Baleares se da una escasez crónica de profesionales por razones de su insularidad", aseguran.
Asimismo, CESM señala que la imposición lingüística "no obedece a una demanda social, como dan a entender a sus promotores". Dice el CESM que de las 7.000 quejas recibidas en el servicio de salud el último año, sólo 5 fueron puestas por personas que echaban en falta ser atendidas en catalán.
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