Según refleja un estudio del Servicio de Cardiología del Hospital son Llàtzer



10 feb. 2011 18:27H
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Redacción. Palma
Un estudio del Servicio de Cardiología del Hospital son Llàtzer indica que en los últimos cinco años se han producido en Baleares al menos 8 casos de muerte súbita entre deportistas menores de 35 años.

Joan Llobera y Antoni Bennasar, presidente del Comib.

El jefe del Servicio de Cardiología del Hospital Son Llàtzer, Tomás Ripoll, ha señalado al respecto, durante la "IV Jornada de Reanimación Cardiopulmonar (RCP) y desfibrilación precoz" celebrada en el Colegio Oficial de Médicos de Baleares (Comib), que no debería haber ningún deportista, profesional o aficionado, que "como mínimo" no tenga hecho un electrocardiograma.

Según Ripoll, con esta prueba se podría diagnosticar precozmente la miocardiopatía hipertrófica, "una de las causas más frecuentes de muerte súbita", ha informado el Comib en un comunicado.

Los resultados del estudio genético de muerte súbita que se está llevando a cabo en Son Llàtzer indican que esta dolencia habitualmente tiene un componente genético, "dado en parte por la endogamia de la población", según Ripoll. Hasta el momento se ha estudiado a más de 200 familias con una carga importante de muerte súbita entre sus miembros.

El cardiólogo asegura que este estudio que se ha puesto en marcha "beneficiará a los jóvenes menores de 40 años, ya que al saber si tienen un riesgo alto se podrá prevenir que se produzca, por ejemplo mediante la implantación de un desfibrilador".

Por su parte, el presidente del Consejo Español de Reanimación Cardiopulmonar (RCP), Juan Bautista López Mesa, ha destacado que la población debería tener una formación específica y adoptar "un papel activo" en caso de para cardíaca, dada la importancia de la actuación precoz.

Hincapié a la actuación precoz

Durante las jornadas, en las que han participado un centenar de profesionales, se ha hecho hincapié en la importancia de la actuación precoz en caso de parada cardiaca fuera de los centros sanitarios, con la aplicación temprana de técnicas de RCP.

López Mesa considera que "toda la población debería tener conocimientos en técnicas básicas de resucitación cardiopulmonar, en incluso debería entrar en el currículo de la formación a partir de los 13 años".


En cuanto al uso de desfibriladores semiautomáticos (DESA), el presidente del Consejo Español de RCP es partidario de extender su implantación en los lugares públicos muy frecuentados, pero advierte de que existen barreras para su instalación como la mayoría de las legislaciones autonómicas, que exigen la presencia de personal formado en el uso de estos aparatos allí donde se ubiquen.

López Mesa ha recordado las recientes recomendaciones internacionales sobre la puesta en marcha de programas de acceso público a la desfibrilación mediante estos aparatos que "pueden ser usados por todo el mundo porque sólo hay que apretar un botón y seguir sus instrucciones".

El director general de Evaluación y Acreeditación de la Consejería de Salud y Consumo, Joan Llobera, considera imprescindible la extensión de la red de desfibriladores, y ha anunciado la puesta marcha de un registro de los desfibriladores existentes.

"El registro nos permite tenerlos georeferenciados para saber dónde están, de manera que ante cualquier llamada de emergencia podamos saber dónde se encuentra el desfibrilador más cercano", ha señalado Llobera.

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