El neurocientífico Francisco José Rubia impartió la ponencia “Cerebro y toma de decisiones” en el Aula Montpellier

Aula Montpellier: La toma de decisiones está condicionada por las emociones
Imagen del ciclo XIX Aula Montpellier de Zaragoza.


29 mar. 2019 13:00H
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¿Son racionales las decisiones que tomamos? ¿Qué papel juegan las emociones en los procesos de toma de decisiones? El neurocientífico Francisco José Rubia dio la respuesta a estas y otras preguntas ayer en la conferencia “Cerebro y toma de decisiones” que ofreció en el ciclo XIX Aula Montpellier de Zaragoza, organizado por el hospital HLA Montpellier.

Para el catedrático de Fisiología Humana de la Universidad Complutense de Madrid, “lo primero que hay que aclarar es que estamos convencidos de que la toma de decisiones es algo solamente racional, y esto es absolutamente falso. Aunque el cerebro emocional ha sido tradicionalmente desacreditado frente a la razón, lo cierto es que sin emociones no hay racionalidad”, aseguró el ponente.

Los últimos avances en el conocimiento de cómo funciona el cerebro han permitido dilucidar cómo las emociones están presentes en los procesos de toma de decisiones mucho antes de que se llegue a un proceso racional.


Segújn el neurocientífico, "cuando lesionamos el cerebro emocional también lesionamos nuestra capacidad de razonar"


Cuando tomamos una decisión, lo primero que se pone en marcha es la emocionalidad, hoy se sabe que la inmensa mayoría de la actividad cerebral es inconsciente, aunque estemos convencidos de lo contrario, y que el cerebro emocional no solo es fundamental en este proceso, sino que actúa de manera inconsciente, aunque las emociones puedan hacerse conscientes mucho después.

Rubia puso varios ejemplos de pacientes cuyas lesiones cerebrales acabaron con su capacidad para tomar decisiones. Esas lesiones suelen localizarse en la corteza órbito-frontal del cerebro, llamada así por estar situada encima de las órbitas de los ojos. Una zona que, como explicó el catedrático, es fundamental para la toma de decisiones, y que tiene una profusa conexión con las estructuras del cerebro emocional.

El ponente puntualizó que las emociones dependen del llamado sistema límbico o cerebro emocional, que consta de varias estructuras como el hipocampo o la amígdala y que es en la corteza prefrontal donde se establecen las conexiones entre las emociones y la racionalidad.


¿Libertad de elección?


Acerca del papel que juegan las emociones a la hora de tomar una decisión, el catedrático indicó que creemos que somos libres en nuestras elecciones, pero experimentos recientes han mostrado que eso probablemente no sea cierto, ya que mucho antes de tomar una decisión, el cerebro se ha puesto en marcha de manera inconsciente y, por tanto, desconocida para el individuo. De hecho, técnicas de imagen cerebral, como la resonancia magnética funcional, han permitido a los científicos saber de antemano lo que el sujeto va a decidir observando la actividad inconsciente de su cerebro.

A modo de conclusión, el neurocientífico reiteró que “hoy en día hemos expresado algo que debíamos haber sospechado: como el cerebro emocional es anterior evolutivamente a la corteza cerebral, esta última depende de las emociones; por esa razón, cuando lesionamos el cerebro emocional también lesionamos nuestra capacidad de razonar”.
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